Información proporcionada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en México registra que son más de un millón de hogares los que dependen de pipas para el suministro de agua potable, a consecuencia, además de la sequía que enfrenta el país, de las pésimas condiciones en que se encuentra la red hidráulica como resultado de la negligencia e insensibilidad en el manejo de los recursos públicos y la prácticamente nula inversión del gobierno federal en la red de agua pública.
Sólo a manera de ejemplo, más del 60 por ciento del volumen de agua se pierde a consecuencia de las fugas que existen en todas las tuberías que ya son viejas y obsoletas.
Aunque se espera que las primeras precipitaciones en Guanajuato lleguen antes de la primera quincena de junio, de no ser así, esto representará una catástrofe para la entidad.
Desde hace varios años, el problema de la sequía que se vive en el estado de Guanajuato preocupa tanto a la población como a investigadores de la UNAM y de otras universidades del país, ya que la entidad podría ser la primera de México en quedarse sin agua por completo.
Sin duda, la cancelación de abasto de la Presa El Zapotillo por parte del gobierno federal, que no tuvo voluntad política para asignar recursos públicos para la realización del proyecto, con el cual se pretendía llevar el vital líquido a la ciudad de León, ahondó el problema de desabasto en la región.
A esto hay que sumarle que la Presa de El Palote, construida en la década de los sesenta, se ha secado también. La escasez de lluvia del año pasado, el desbordante crecimiento de la mancha urbana y la evaporación provocaron que la presa se secara, dañando severamente a la fauna de aves nativas y migratorias que la habitan y que ahora se han quedado sin un hogar.
Se conoce como Día Cero al momento en que una ciudad ya no tiene la posibilidad de brindar agua potable a sus habitantes. Para el investigador de la UNAM, Mario Hernández, el estado presenta un estrés hídrico que lo coloca en riesgo de quedarse sin el vital líquido en el año 2028, si no se revierte de manera urgente la crisis de agua.
Y aunque se espera que las primeras precipitaciones en Guanajuato lleguen antes de la primera quincena de junio, de no ser así, esto representará una catástrofe para la entidad.
La falta de agua ha provocado que los animales, en las zonas rurales, se queden sin alimento, lo que puede provocar una severa mortandad de vacas y becerros, ya que los agostaderos que se utilizaban para que las cabezas de ganado tomaran agua también se han secado.
Para colmo, agricultores y ganaderos también se quejan de que ahora deben lidiar con los cortes de energía eléctrica, que además de cara, ya no da un buen servicio por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Pero las afectaciones no sólo se dan en el campo; las ciudades también sufren por la falta del vital líquido. En la ciudad de León, el organismo operador del agua potable ha tenido que implementar cortes y tandeos en más de 100 colonias del municipio, afectando con ello a miles de hogares.
En municipios como Pénjamo y Celaya se han tenido que implementar, por parte de las autoridades locales, horarios definidos para suministrar el vital líquido en los domicilios. De esta manera, ahora los pozos únicamente se encienden por algunas horas durante el día y otros durante la noche para la distribución del agua potable.
Sin duda, es urgente que tanto la administración estatal, tanto la saliente como la recién electa, se apliquen a fondo para lograr sensibilizar al Gobierno federal para que autorice la asignación de recursos públicos a la brevedad para la construcción del proyecto “Agua sí”, con el que se pretende resolver el problema de falta de agua en el estado.
En sus días de campaña, Libla Dennise García Muñoz Ledo reconoció que son dos los temas importantes para la entidad: la seguridad y el agua potable. “Hoy vamos a romper el paradigma. El paradigma de una gestión de agua, vamos a empezar a gestionar agua con eficiencia y creando reservas de agua, con un nuevo marco y con un nuevo entorno.
Hay retos, pero también hay soluciones, y cuando nos acercamos a quienes conocen y saben del tema, seguramente el camino será con mucha más luz para Guanajuato”, señaló la ahora candidata electa.
Han terminado las campañas políticas y es momento de pasar de los discursos a la acción. Los resultados electorales en Guanajuato deben ser un fuerte llamado a la reflexión a los gobiernos panistas, quienes, si no quieren perder el poder en la entidad en los próximos años, deben aprovechar esta que pudiera ser la última oportunidad que los guanajuatenses les den para que mejoren sus condiciones de vida.
Pero de lo que no deben tener ninguna duda es que, en caso de no hacerlo a la brevedad, el pueblo organizado se pondrá en pie de lucha para exigir lo que por derecho le corresponde.
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