Este llamado todavía es a tiempo. Estamos a unas semanas de que se finiquite el proceso electoral en el Estado de México, que, dicen los especialistas, definirá no solo el futuro de esta entidad, sino que es el punto de inflexión de lo que ocurrirá en el país el próximo año.
Los politólogos explican que si gana Morena, en junio próximo, toda alianza y oposición estaría condenada a perder en 2024.
Pero para el ciudadano de a píe, la gente de carne y hueso que vivimos en las colonias y que sufrimos las vicisitudes de los problemas que derivan de la política del gobierno, los riesgos son mucho más duros, concretos, porque se juega realmente el futuro de nuestras familias, de nuestros padres y hermanos, de nuestros amigos y compañeros.
Y es que, si lo pensamos de manera detenida, ¿hay algún ejemplo en el país donde gobierne Morena y se viva en paz, donde se promuevan los servicios de salud, educación, vivienda? ¿Hay algún lugar, por muy pequeño que sea, donde gobierne Morena, en el que haya más trabajo y no se viva con el miedo a la delincuencia?
No he escuchado un ejemplo de esa naturaleza. Muchos podrían decir que no hay un lugar así ni en donde gobiernan otros partidos. Podemos darlo por cierto. Pero lo que también es verdad es que ahí donde llega a gobernar Morena y sus candidatos pulcros todo se deteriora, empeora, se transforma, pero no para bien, sino en infiernos locales. Si las cosas son malas, con los gobiernos morenistas pueden estar peor.
Y de esos deterioros sí hay muchos ejemplos en el país. Los que vivimos en Ixtapaluca lo tenemos al alcance de la mano. Este municipio hoy está hundido en la inseguridad, en el rezago, en el abandono.
Ixtapaluca es el sexto lugar a nivel estatal en índices delictivos. De los 11 municipios a nivel nacional donde más se comete el delito de extorsión; crisis de desaparecidos, nula obra pública que beneficie a los vecinos, conflictos sociales por las decisiones unilaterales del partido en el poder, un gobierno que no atiende a los ciudadanos que van a tocar las puertas de las oficinas. Eso es lo que sucede en este municipio.
Y en otros lugares: Veracruz, del flamante Cuitláhuac García, “Matan a dos niños y cuatro adultos” (El sol de Orizaba, 22 de enero); “Asesinan a nueve y hieren a dos” (La Jornada, 2 de enero); “Un comando armado asesinó a tiros la tarde de este domingo a un funcionario del Congreso de Veracruz y a su hijo de siete años, mientras que su esposa quedó gravemente herida” (Aristegui Noticias, 5 de marzo).
En Zacatecas, del morenista David Monreal: “Indignación en Zacatecas: policías asesinaron a balazos a un joven tras negarse a revisión en Guadalupe” (El Heraldo de México, 6 de marzo); “Violencia en Zacatecas: asesinan a menor de 4 años y a hombre en casa” (Periódico AM, 5 de marzo); “Hombres armados asesinaron a cuatro jóvenes e hirieron gravemente a uno, lo que desató miedo y pánico entre los vecinos del fraccionamiento Villas de Guadalupe” (Reforma, 27 de febrero).
En Guerrero, gobernado por la hija del morenista insigne Félix Salgado Macedonio: “Asesinan a balazos a tres jóvenes en San Pedro las playas en Acapulco” (Bajo Palabra, 1 de marzo); “Sujetos armados asesinan a dos hombres en Guerrero; uno era menor de edad” (Tribuna, 27 de febrero); “Dos mujeres fueron asesinadas en menos de 6 horas en uno de los 8 municipios que cuenta con alerta de género” (El Sol de Acapulco, 6 de febrero).
Lo anterior solo es una diminuta parte de lo que sucede en esas entidades gobernadas por Morena. Y solo son letras, tras de las cuales hay un infierno que vive la población bajo el fuego de las balas, la sangre y las personas sin vida tiradas en la tierra o en asfalto de estos estados, y en Ixtapaluca donde en este último año ha habido masacres.
Esto nos debe dar luz de que esa tendencia propia de la llegada de Morena a los gobiernos de las entidades puede ser lo que podría ocurrir en el Estado de México.
Por eso, es un llamado a tiempo. Y también por eso, por un lado, la gente se debe darse cuenta del peligro que viene. Por otro lado, los más entendidos, los que son sensibles a la estadística deben hacer ver a la población que votar por Morena es votar por la destrucción del país.
Por ello la consigna debe ser ni un voto a Morena en 2023, ni nunca. Evitemos el infierno morenista. Y que el pueblo se prepare poco a poco para la toma del poder, porque si el pueblo no lucha, nadie va a luchar por él, y los cambios que se necesitan no los hará ninguno de los partidos oficiales.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario