El pasado martes 21 de Abril del presente, el Secretario de Educación Esteban Moctezuma Barragán realizó una videoconferencia donde se dio a conocer la "Nueva Escuela Mexicana", una estrategia digital que consiste en que los alumnos del nivel básico (preescolar, primaria y secundaria) reciban clases a través de una plataforma educativa, debido a que la contingencia no permitirá por algún tiempo volver a las aulas. En esta videoconferencia el secretario invitó a todos los interlocutores docentes y padres de familia, a aventurarnos en una nueva era: la era digital.
La propuesta es que a partir de la semana del 27 de Abril, todos los alumnos reciban clases en un aula digital, para lo que Google y YouTube, prestarán sus servicios. Todo esto basados en las tendencias de la educación en México, dijeron. La propuesta resulta muy innovadora, incluso hasta parece divertida; pero en realidad, ¿será una estrategia factible para todos?
En primer lugar me pregunto si al plantear esta propuesta, consideraron la falta de servicios, ya no digamos tecnológicos, sino básicos de que carecen las familias en México. Porque todos sabemos que existe una gran cantidad de pobres en nuestro país; el CONEVAL precisa que en el 2018 el porcentaje de pobreza en México era de 48.8%, es decir 61.1 millones de personas, de las cuales 21 millones se encontraban en pobreza extrema. Y aunque se aumentaron los salarios mínimos en este año, la pobreza no disminuye. Es evidente que si a este 48.8% de la población, le faltan ingresos para completar la alimentación de su familia, no les alcanza para servicios digitales como televisión por cable, telefonía celular (de vanguardia), o un equipo de cómputo y mucho menos internet en casa. Todo lo que se requiere básicamente para el funcionamiento de la nueva propuesta educativa.
En segundo lugar, creo que se han olvidado que la pandemia ha paralizado a mucha gente, que por cierto, está viviendo una total desgracia porque no tienen ya alimento; pero también hay otros que siguen trabajando con su horario normal, otros de manera intermitente, otros desde casa, otros que incluso han salido a buscar un empleo en medio de esta tempestad, porque no tienen otra opción, lo que les demanda tiempo. Y obviamente les impide trabajar en el acompañamiento y supervisión de las tareas de sus hijos. Si a eso agregamos que hay muchas familias que tienen más de un hijo, y que para cada uno hay actividades distintas y ambos ocupan apoyo del tutor, todo se complica. En tercer lugar, quiero hacer la observación de la importancia restada a las asignaturas de educación física y artes, mismas que están en un segundo plano en esta nueva propuesta, lo que no coincide con la idea de "educación integral" que la misma "Nueva Escuela Mexicana" pretende.
Por último quiero hacer énfasis en el descuido que sigue teniendo la SEP, en el nivel medio superior, específicamente de los EMSAD y TBC. Aquí incluso ni siquiera se diseñó plataforma, ni se armó un plan para dar seguimiento a las actividades de los alumnos ni se les dio capacitación a los docentes, pero seguramente no lo hicieron porque es obvio que no hay condiciones mínimas para poder ejecutar algo parecido al nivel básico. En los EMSAD y TBC siempre se ha carecido del acceso al internet, son contadas las escuelas y las comunidades en el Estado de Colima, que tienen este servicio y donde lo hay, es muy deficiente. Nuevamente queda rezagada una comunidad escolar vulnerable, las comunidades rurales, los hijos de los campesinos y trabajadores más pobres del Estado; (que son los que atendemos en estas escuelas) para ellos, no hay estrategias para que avancen o no avancen en esta cuarentena, y parece que no es una prioridad para las autoridades. Estas familias se están debatiendo entre obedecer y quedarse en casa sin comida, o salir a buscar el alimento a riesgo de contagiarse. Muchos de estos alumnos, que en su mayoría son trabajadores informales, en el campo, en tiendas de conveniencia, en algún taller o una casa, son estudiantes y también trabajadores porque así lo exigen sus condiciones; aunque así lo quisieran, ellos no tendrán la oportunidad de sentarse frente a un monitor a recibir sus clases y seguir aprendiendo, en primera, porque no cuentan con los insumos informáticos para hacerlo, y en segunda porque no se pensó en ellos.
Es triste ver como el gobierno de la 4T, utiliza medidas clasistas también en la educación, al pensar solo en un segmento de la población. Al aplicar una estrategia que sabe – supongo -, solo funcionará para algunos que no son la mayoría. Los gobiernos dejan en el olvido a los más pobres que son muchísimos. ¿Por qué se pretende tratar por igual a todos, cuando desde siempre ha habido diferencias abismales?, ¿Qué estrategias planteará el Gobierno para todos aquellos alumnos que están debatiéndose entre la miseria en casa sin alimento, o la muerte afuera por contagio?, ¿cómo les van a evaluar a ellos?, ¿cómo determinarán si alcanzaron los aprendizajes esperados en medio de la pandemia?
En Antorcha Magisterial y la FNERRR, estamos seguros de que antes de aprender, el alumno tiene que comer y tener condiciones mínimas de subsistencia. Si seguimos teniendo condiciones desiguales en educación, el pueblo pobre siempre seguirá perdiendo. Urge trabajar por la verdadera equidad en la educación, que no solo se diga en el documento, sino que se traduzca en acciones concretas que erradiquen la desigualdad social.
Sin duda alguna, la pandemia ha venido a acentuar los malestares de los que adolece nuestra nación, ocasionados por un solo problema de fondo: la lucha de clases, la diferencia abismal entre unos pocos muy ricos y una gran inmensidad de pobres, entre los que tienen y los que no tienen. En Antorcha Magisterial sí lo entendemos, y por eso, a pesar de la pandemia del coronavirus, seguiremos luchando todos los días por una educación de calidad, que sea crítica, científica, democrática y popular, que nos permita crear al hombre nuevo que necesita el pueblo pobre de México. ¡Adelante!, estamos a tiempo.
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