Aporto este modesto análisis a sabiendas de que los integrantes de la 4T, encabezados por su líder moral, Andrés Manuel López Obrador, presidente de la República en funciones, practican por estrategia la sordera e invidencia política cuando así conviene a su interés de gobierno; sobre todo, cuando se trata de linchar mediáticamente a los que ellos llaman opositores políticos por haberse atrevido a disentir de su opinión y ya no se diga, el interés político y económico que representan. Por si lo expresado no fuera suficiente, les indigna que sus opositores no sean obsecuentes y en contrapartida se defiendan dignamente, utilizando sus derechos constitucionales y morales para resultar sus infundios lanzados desde su tribuna electoral en que han convertido las mañaneras, sobre todo, hoy que están las elecciones del 2021 a la vuelta de la esquina.
Veamos qué ha sucedido en estos más de dos años de gobierno de la 4T. Primero, con la idea de fortalecer su proyecto de nación del cual se considera artífice el presidente de la república, ha discursado de que ya están sentadas las bases de la "Cuarta Transformación” y que ésta va en beneficio de los pobres de México.
Para valorar el contenido de verdad o mentira, de lo afirmado por el presidente debemos dejar a un lado la formalidad del discurso y trasladar su contenido a la rigurosa prueba de los hechos, único medio para arribar a la verdad. Lo único rescatable del discurso del presidente es, que históricamente en México se han desarrollado tres grandes transformaciones: 1) La Independencia de México con Hidalgo y Morelos a la cabeza; 2) Las Leyes de Reforma con Benito Juárez a la cabeza y; 3) La Revolución Mexicana con Villa y Zapata a la cabeza. En la forma, el afirmar que la "Cuarta Transformación” le sucede a las "tres grandes transformaciones” tiene valor cuantitativo, pero no cualitativo.
¿Será verdad que ya están sentadas las bases de la 4T, y que esta transformación va en camino? La respuesta es relativamente sencilla, si nos auxiliamos de la historia; ella nos recuerda que el éxito de estas tres grandes gestas heroicas, fue fruto de la acción bélica colectiva de los trabajadores mexicanos del campo y la ciudad, de la lucha de los mexicanos de más escasos recursos; los que hartos de la marginación y la explotación y, dirigidos por hombres con hambre de justicia social, como Hidalgo, More Juárez, Villa y Zapata, entre otros, lograron vencer a sus opresores como históricamente lo han hecho todos los pueblos del mundo que consumaron su emancipación.
Esta parte cualitativa de las tres grandes transformaciones en México, que se manifestó en la unidad, en la fraternidad y la lucha de todos aquellos hombres que formaron parte de ellas, no las veo por ninguna parte en la multicitada 4T y, mucho menos con un líder moral al que ya le cobró la factura los treinta millones de votos obtenidos en las elecciones del 1º de julio del 2018, pues, López Obrador se ha transformado en un inaguantable soberbio, que no admite que se le contradiga, mejor prueba del hecho, su comentario público: "que es él en dar la última palabra” y los que son equipo "le deben una fidelidad ciega”; por si alguien mantiene una duda de la personalidad y conducta del presidente, ahí están los funcionarios separados del actual gobierno. No obstante, que varias de las bajas privaron la diplomática "renuncia voluntaria&rdquo, la verdad de la separación es que abandonaron la conducta obsecuente exigida, se atrevieron a contradecir su punto de vista y, mejor dicho, su mandato. En estas condiciones, cuando no está colocada la piedra angular del cimiento de la 4T, ¿debemos creer al presidente que está cimentada la "Cuarta Transformación” y que va en camino para beneficio de los mexicanos pobres? La respuesta es contundente: ¡no existe la base cimentada de la 4T! Y, por lo tanto, lo que va en camino no es la 4T cimentada; seguramente que lo que mueve y está en camino es un remedo de la supuesta 4T; ojalá no venga en camino un engendro del neoliberalismo. Los mexicanos buenos y bien intencionados, seguiremos esperando una auténtica "Cuarta Transformación” en México; pero no lo haremos sentados a su llegada, sino poniendo nuestro granito de arena.
Con el desnudo del principio de la 4T cae por su propio peso su lema de "primero los pobres” y su consigna de "combate a la corrupción” y de paso, su perversa declaración de "haber derrotado al neoliberalismo” en México.
A continuación, enumeraremos en orden de importancia, los hechos más relevantes del gobierno de la 4T, encabezado por el presidente, López Obrador, que son la mejor demostración de cómo el engaño obsesivo y compulsivo, de un día sí y al siguiente también, es una característica propia, un sello muy del perfil de la forma de gobierno de la 4T, el tratar de engañar a los mexicanos desde la tribuna de las mañaneras y aplicando la perversa estrategia de "negar todo, todo el tiempo", veamos:
Primero. El lema de "primero los pobres", su engaño a los mexicanos, pues la 4T, nunca les dijo ¿para qué serían primero? ¿para paliar su pobreza o para acabar de hundirlos más en ella? Los hechos, les han enseñado a los mexicanos pobres que la 4T ha hecho más de lo mismo; direccionar los apoyos con criterios electorales a través de la estructura gubernamental de "servidores de la nación” desde 2018, mejorando con creces las corruptelas de gobiernos anteriores, que tanto criticaron. Hoy esta estructura, que nada tiene que ver en el sector salud, anda en la campaña de vacunación contra la covid-19, gandallilmente la vacunaron antes que a muchos médicos, blindándola electoralmente para la campaña del 2021; ¿así, el presidente tendrá calidad moral para exigir el no usar la vacuna con fines electorales?
Segundo. La consigna de "combate a la corrupción para terminar con la pobreza”; mentira muy hábilmente urdida por la 4T, que no soporta el mínimo análisis. El flagelo de la corrupción es menos grave que el flagelo de la pobreza; la corrupción es una consecuencia, no la causa, como lo es la pobreza; estaremos, gradualmente disminuyendo la corrupción; no hay otro camino más que promover el reparto equitativo de la riqueza.
Tercero. Grave, la súper crisis económica y sanitaria que viven los mexicanos de más escasos recursos, pues, en los hechos son los que están recibiendo las peores consecuencias, basta con decir que 10 millones de el lamentablemente se incorporarán a la pobreza extrema y por ello, no es una exageración afirmar que son los que no cuentan con empleo, tampoco con dinero ni con comida, ni con la atención médica, ni educación. Es el sector de mexicanos que más muertes registra, ahora, por suicidios de crisis emocionales, por muertes dramáticas de la pandemia al ver morir a familiares por saturación en los nosocomios públicos y la imposibilidad económica en los privados. Con esta desgracia tétrica y un cinismo vergonzante, el gobierno de la 4T, usando su estrategia de negar todo y todo el tiempo, se propone, nuevamente, soslayar su responsabilidad de la desgracia económica y sanitaria, cuando la mayoría de mexicanos sabemos que con López Obrador a la cabeza, el Gobierno federal es el principal responsable de la tragedia mexicana, aunque le busque por donde quiera.
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