En los días que corren, a los mexicanos nos ha tocado observar y vivir algunos fenómenos espeluznantes e impactantes que por su gravedad pasarán a la historia y, seguramente también quedarán grabados en las mentes de millones de mexicanos, ya sea porque perdieron a un ser querido, su patrimonio o simplemente la tranquilidad familiar, porque ahora ya no tienen un empleo. Son tantos los problemas a los que nos enfrentamos que pareciera que estamos en un callejón sin salida.
Ante situaciones tan graves como la pandemia por covid-19, escuchamos planteamientos tan fuera de lugar por parte del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, que resultan un verdadero insulto a la inteligencia de los mexicanos.
La pandemia por covid-19 en México ya cobró la vida de más de 117 mil compatriotas y más de 1 millón 300 mil contagios, cifras a todas luces alarmantes; también vemos y escuchamos a diario al personal del sector salud, implorando por todos los medios, que se eviten las actividades que propaguen el virus porque los hospitales están a punto de colapsar.
Y resulta más alarmante todavía la desfachatez con la que AMLO les receta a los mexicanos 10 medidas para evitar contagios por covid-19, en las que se nos pide a los mexicanos "no salir a la calle si no es verdaderamente necesario&rdquo, "no organizar fiestas&rdquo, "dejemos los regalos de navidad para otro momento. Recuerda regalar afecto, no lo compres&rdquo, "si presentas síntomas de covid-19 acude pronto a la clínica, centro de salud o al hospital más cercano, para atenderte, no te esperes sobre todo si padeces enfermedades crónico-degenerativas&rdquo, entre otras.
Pero si hasta el mexicano más humilde sabe que si no trabaja, no come y que cuando tiene problemas de salud no hay donde atenderse, pero el presidente refuerza su decálogo diciendo que no se obligará a nadie para que cumpla con esas medidas, a pesar de que él sabe que de no hacerse se está empujando a la población a contagiarse, y por tanto, a morir porque no hay dónde atenderse; riesgo que se completa con su negativa a destinar un apoyo en dinero y víveres para que los trabajadores puedan quedarse en su casa.
Por otro lado, tenemos el caso de Tabasco, donde más de 300 mil tabasqueños han perdido su patrimonio de manera total o parcial y ya llevan en el agua casi 3 meses, gracias a que el presidente tuvo la "gran idea” de inundar las zonas más pobres de ese estado y la ayuda gubernamental llega a cuenta gotas o definitivamente en algunas zonas no llega; en los últimos días inició la entrega de los apoyos de 10 mil pesos para la reparación de las viviendas a través de la Secretaría del Bienestar, que será la encargada de repartir el dinero, que por cierto, tiene un sesgo político que se denunció por muchos afectados que no fueron considerados, así como también es muy evidente que existió corrupción en el levantamiento del censo por el cual se llegó a cobrar hasta 500 pesos para otorgar un folio.
A esta catástrofe se agregan los datos recientes del Coneval, que revelan que en sólo seis meses, la pobreza laboral se elevó de 35.7 a 44.5 por ciento de la población (11.4 millones de personas) que se explica por la pérdida de empleos, la reducción de los ingresos y el incremento de los precios. Además de que en las zonas rurales, las más apartadas, el costo de la canasta básica incrementó más que en zonas urbanas, algo que ha dificultado la mitigación de la pobreza. Hoy hay muertes por covid, muertes por violencia y también muertes porque no hay comida para muchas familias.
De noviembre de 2019 a noviembre 2020, se incrementaron en un 53 por ciento los retiros de las afores, lo que significa que los trabajadores se están gastando sus ahorros antes de su jubilación y el gobierno federal, como en todos los temas, esconde la verdad, engañando al pueblo.
El salario mínimo debería ser suficiente para satisfacer las necesidades básicas de un trabajador y su familia, pero en nuestro país, no es así. El incremento del salario mínimo que entrará en vigor a partir de enero de 2021, será de $18.28, totalmente insuficiente y meramente nominal, que no se corresponde con la tremenda disminución del poder adquisitivo de los mexicanos; nuestro país está en riesgo de quedar paralizado y con ello, ahondar la pobreza extrema y la marginación, sin posibilidades de salida y sin capacidad de avance en una economía mal manejada.
El país está a punto de colapsar y el gobierno de Morena lo ha provocado con su conducta irresponsable, mucha gente muere y muchos no tienen qué comer o dónde vivir, pero esto no le preocupa, por el contrario, se ha especializado en elaborar mensajes subliminales para engañar a los mexicanos, ha olvidado que su responsabilidad es garantizar el bienestar de sus gobernados y en medio de todo esto el presidente declara: "El gobierno que yo encabezo no va a limitar libertades. No soy partidario de medidas coercitivas como las prohibiciones o el toque de queda” y concluye su llamado: "Actuemos este mes de diciembre con mucha responsabilidad para evitar contagios; mientras no tengamos la vacuna, lo mejor de todo, lo más eficaz, es cuidarnos nosotros mismos”.
Efectivamente, esto último es lo que debemos hacer, porque ya quedó claro que ni Morena, ni López Obrador lo harán. Los mexicanos tenemos que recordar estas tragedias antes de emitir nuestro voto en el proceso electoral del próximo año, no podemos olvidar que sólo el pueblo organizado y consciente, es capaz de enfrentar con éxito este cúmulo de calamidades en las que el actual gobierno ha fracasado en perjuicio de los más vulnerables de este país. Que conste.
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