Una vez más, la esperanza de una mejor forma de vida, más digna y más justa, se disipa aceleradamente con el actual gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Resultó una vez más un fiasco y, como en los anteriores sexenios, más de lo mismo; sólo promesas incumplidas de los mismos políticos de siempre, verdaderos chapulines oportunistas que se ponen la camiseta del partido ganador, traicionando al pueblo que le dio su apoyo y su confianza, olvidándose por completo de sus promesas de campaña.
Dado que el gobierno de AMLO se anuncia como un gobierno de izquierda, hacen creer a la gran masa de la población que destinan cuantiosos recursos económicos al gasto social y que, por lo tanto, el pueblo ahora sí goza de un bienestar mucho mejor al de otros sexenios pasados, y que ahora es un pueblo "feliz, feliz, feliz", como suele decir el Presidente de la 4T.Sin embargo, la realidad nos muestra cuán lejos estamos de estos alegres anuncios.Veamos.No se necesita tener trébol de la buena suerte como el del Presidente, para toparse con vecinos acongojados por la carencia de sus medicamentos, por la falta de instalaciones de salud apropiadas y dignas, con personal suficiente y calificado para una atención médica de calidad.Para botón de muestra basta lo que pasa en la vida diaria de muchos mexicanos.
Hace poco me encontré con don Chava, un vecino de la colonia Gregorio Torres Quintero, en la capital del estado.En su plática mi vecino me comentó la triste situación de un conocido muy cercano suyo que, hablando de las necesidades que padece la gente le comentó: "Y ahora, ¿qué voy a hacer don Chava?, necesito mi medicamento para continuar con mi tratamiento, de lo contrario, voy a recaer con el problema de salud que padezco; en el IMSS me dijeron que no hay medicamento, y que ni vaya al hospital, que hable hasta el próximo mes de agosto, pero, ¿qué voy a hacer?".Aunque don Chava no era el enfermo, su congoja me sorprendió; trago saliva y continuó el relato de su conocido: "de hace tres años para acá, empezó a agravarse la carnosidad de mis ojos, y me dicen que es necesaria una operación para extirpar esa cosa mala que empaña mi vista, la operación cuesta más o menos como 25 mil pesos, pero pues yo, ¿de dónde? Y es cierto.Los pobres no tienen de dónde.
Un caso parecido me sucedió, le comenté a don Chava, tal vez como consuelo.Hace como cuatro semanas tuve problemas dentales, a causa de una muela infectada; pasada la infección fui con el dentista del Hospital Civil, que se encuentra allá por la avenida 20 de noviembre, acudí con todas las precauciones habidas y por haber ante la pandemia, tuve que pasar por varios filtros antes de tener acceso al hospital.Ya tendido en la cama y luego de una minuciosa revisión por parte de la doctora dentista, muy seria ella concluyó: "necesitas una endodoncia, pero esta intervención quirúrgica por lo pronto no se puede hacer en el Hospital Regional Universitario; habrá que esperar a que pase la pandemia porque todo el gasto de salud está orientado a la atención del Covid-19".Así de fácil y sencillo.Se despidió y me despacho a mi casa.
El doctor en economía, Abel Pérez Zamorano, nos dice en uno de sus artículos que, según datos de la OCDE, el gasto social en México se estima en tan sólo el 10 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB), muy por debajo del 20.1 por ciento que representa el promedio de este organismo, que agrupa a 36 naciones del mundo.Pero hay países como Francia, que destinan el 31.2 por ciento de su PIB, es decir, muy lejos de lo que se destina en nuestro país.Pero también el gasto per cápita (gpc), es decir, el gasto por persona, se ha reducido mucho en el Seguro Social, hasta un 18.1 por ciento, según datos de CIEP del 15 de octubre de 2019.
Con todo esto que ya vimos, ¿dónde están entonces, los gastos sociales de la 4T con los que menos tienen, si los vecinos de la zona sur de la ciudad de Colima, no tienen atención médica cuando la necesitan?, es aquí, con la gente de a pie, como se dice, donde se refleja la falta de recursos económicos al gasto social.No se invierte en los pobres, como se pregona, esto es una mentira más del actual gobierno de la 4ªT, un eslabón más de la serie de desaciertos del Presidente López Obrador.
Ante esta penosa situación que vivimos todos los días el pueblo de Colima y el pueblo pobre de México en general, que solo se nos recuerda en temporadas electorales, que ya no tardan, por cierto , tenemos que organizarnos y tomar conciencia de nuestra fuerza, de nuestra capacidad de movilización para exigir atención plena a nuestras necesidades elementales, que están consagradas en la Carta Magna que nos rige a todos los mexicanos.
En su reciente mensaje a través de las redes sociales, el ingeniero Aquiles Córdova Morán, líder del Movimiento Antorchista Nacional, nos llamó a todo el pueblo de México a organizarnos, a luchar colectivamente para mejorar las condiciones de vida de todos los mexicanos, y conseguir un reparto más justo y equitativo de la riqueza que producimos entre todos.Para componer el gobierno de la patria, el maestro Aquiles recomienda cuatro ejes fundamentales: a) una política fiscal progresiva, donde paguen más impuestos los que más riqueza tengan; b) reorientación del gasto social, para que se atiendan las necesidades vitales, como la salud, la vivienda, la educación, el deporte, la urbanización, etcétera; c) crear más empleos, para que trabaje toda persona en edad de laborar y quiera hacerlo; y d) elevar el salario a un nivel óptimo de bienestar para todos.La tarea de todos los mexicanos buenos, como los antorchistas, es llevar este mensaje a todos los rincones del país.México necesita un nuevo rumbo en su gobierno, y juntos todos los pobres lo podemos lograr.
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