MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

En Oaxaca se viola el Artículo 123 y se agrava con represión

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Como fue conocimiento de muchos, la madrugada de este 21 de noviembre, un cuerpo de granaderos enviados por el Gobierno de Alejandro Murat Hinojosa, desalojó con lujo de violencia el plantón que sostenían trabajadores de la Salud, en Avenida Juárez, frente a Casa Oficial ¿qué delito tan grave cometieron estos indefensos manifestantes? nada más y nada menos que exigir su recontratación, pues fueron despedidos injustificadamente. El plantón pues, no era un capricho, sino el último recurso a su alcance para pedir justicia, toda vez que agotaron todas las formas de gestión posibles, para hacer válidas las promesas del secretario de Salud en Oaxaca, del mandatario estatal y del presidente de la república. Este hecho, resulta, una violación al Artículo 123 de nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que dice, “Toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil; al efecto, se promoverán la creación de empleos y la organización social de trabajo, conforme a la ley”. 

Pero no bastó con reprimirlos, porque estos héroes de capa blanca, hoy sufren también los embates de medios como Acierta y Contraportada, quienes, por consigna, vuelven a sacar el refrito de que el Movimiento Antorchista “utiliza” su demanda para sacar beneficios. Pero no es a ellos a quien dirijo estas líneas, los que hacemos honor al periodismo de verdad, no tiramos margaritas a los puercos. 

Los antorchistas, desde que ofrecimos respaldo y solidaridad desinteresados a los despedidos, agrupados en la Coordinadora de Sindicatos de Salud, dejamos claro que la única intención de sumarnos a esta lucha, se debía, por un lado, a que no se puede permitir, que en pleno siglo XXI se violen los derechos laborales de cientos de médicos, enfermeras, camilleros, cirujanos, entre otros, muchos de los cuales, estuvieron en la primera línea de batalla contra la COVID-19 y, por el otro, porque la falta de éste importante sector, descobijará a las familias más humildes que tienen como única opción atenderse en las clínicas rurales.

Lo anterior se consolida en la situación que atraviesa el Hospital de la Niñez Oaxaqueña (HNO), como bien lo publica El Imparcial de Oaxaca, pues el desabasto de medicamentos oncológicos en Oaxaca no sólo mantiene en la incertidumbre a pacientes del sino también de otras instituciones como el IMSS y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Y, ante esto ¿qué acciones hay por parte de las autoridades y quienes hoy gobiernan Oaxaca y México? Pues esos responsables de que el Sistema de Salud en Oaxaca esté en crisis, por la corrupción y el despido de estos trabajadores, justifican el desalojo de los héroes de capa blanca, en las afectaciones a la vialidad, sin referirse a si la demanda de los manifestantes es genuina o no. ¡Valientes autoridades tenemos los oaxaqueños!

En este sentido, debemos recordar que van ya 2 meses desde que se vio al presidente prometer solución a este conflicto, provocado por la complicidad de las autoridades estatales de salud y el sindicalismo oficial, que, con el discurso del combate a la corrupción, desvían los recursos asignados a los trabajadores eventuales despedidos, para destinarlos a pagar a los trabajadores de otras categorías que no tienen cobertura presupuestal, pero que son carne de cañón para sus intereses gremiales. Y hasta la fecha no hay una sola propuesta de solución y en cambio ha dado por ignorar a los manifestantes a pesar de que fueron a buscarlo a Palacio Nacional. Aunado a esto, a la fecha, a la entidad oaxaqueña se suma que no se ha recibido los medicamentos que la Secretaría de Salud federal y el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) prometieron desde hace varios meses, ante la necesidad de cientos de menores que padecen varios tipos de cáncer y tumores.

Pero aún, la corrupción no solo no se combate, es decir, no se verá a ningún funcionario pagar por los miles de millones desviados del Sector Salud, sino que el problema amenaza con agravarse, muy pronto veremos a más trabajadores de salud ser despedidos como los manifestantes recién desalojados de su plantón, porque hay peligrosos indicios de que el recorte no termina en Salud, sino que incluirá a otras dependencias estatales. Por ello, nuestro humilde llamado, es que nos unamos contra este atropello y nos solidaricemos con el personal de salud despedido. Hoy por ellos, mañana por nosotros. Porque si una lección debemos retomar es que no importa qué grupo político gobierne en el futuro inmediato, en Oaxaca cada vez más se recortan los recursos para los sectores pobres y cada vez más se reprime el derecho a la legítima manifestación.

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