MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

En México se vive sin techo

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Los derechos humanos son derechos inherentes a todos, sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra condición.

Entre los derechos humanos más importantes está el derecho a vivir en condiciones de bienestar, a un sano desarrollo integral y a la vivienda, la cual constituye una base de estabilidad y  seguridad de los individuos y las familias.

Tener una vivienda digna y decorosa es uno de los principales derechos de todos los seres humanos en el mundo. De acuerdo con la ONU, este derecho implica que toda mujer, hombre, niño o joven tenga no sólo un hogar sino una comunidad segura en donde puedan vivir en paz y con dignidad.

Sin embargo, en México esto no pasa. De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en nuestro país existen 14 millones de familias que no tienen medios para comprar o construir una vivienda, situación que ha venido empeorando en los últimos años por la pérdida del poder adquisitivo.

Esta situación se da  debido a que vivimos en uno de los países más desiguales del mundo; una desigualdad provocada por una gran concentración de la riqueza nacional. Una gran masa de trabajadores vive apenas con lo mínimo indispensable para satisfacer sus necesidades básicas, y para ellos adquirir o construir una vivienda se convierte en un simple sueño inalcanzable.

Forbes dice que nueve de cada diez mexicanos quiere comprar casa, pero no tienen recursos. En efecto, hoy los mexicanos no tienen un ingreso seguro ante la falta de empleos y los que sí tienen algún empleo, ganan un salario escaso; son salarios de hambre que sólo alcanzan para comprar un kilo de huevo, de arroz, de frijoles y nada más.

Comprar una casa o adquirir un terreno y construir un inmueble son acciones que sólo pueden tener las clases altas, las que sí cuentan con ingresos seguros. En México, donde los trabajadores ganan salarios mínimos que van de los 270 a los 300 pesos diarios, ya nadie puede comprar o construir una casa.

Actualmente sólo el 14 % de la sociedad mexicana cuenta con una casa propia. ¿Y los demás cómo viven? La mayoría, en el sexenio morenista, tiene que rentar, vivir hacinados, en malas condiciones.

¿Que puede hacer un trabajador mexicano con ese salario mínimo cuando los costos de construcción por m2 en México, van de los 8 mil hasta los 25 mil pesos? 

En 2019, ONU-Hábitat estimó que por lo menos el 38.4 % de la población mexicana vive en domicilios no adecuados, lo que significa que cuatro de cada diez personas viven hacinadas. 

Aunado a ello, el Estado mexicano, presidido actualmente por Morena, dejó de edificar viviendas y se convirtió en un administrador de créditos para beneficio de las grandes inmobiliarias. Con tal de obtener ganancias, se dedican a construir viviendas pequeñas, con materiales malos, en predios baratos y alejados, donde no hay servicios urbanos básicos (agua potable, drenaje, electricidad), créditos por cierto que te llevan a endeudarte toda tu vida; como con el famoso Infonavit.

Se supone que el Infonavit es un crédito para que las familias mexicanas puedan crear un hogar a través del crédito pero este llega a tener un plazo eterno, y en lugar de pagar la casa, terminan pagando más intereses, que alcanza el pago de 3 veces el costo de la vivienda.

Actualmente sólo el 14 % de la sociedad mexicana cuenta con una casa propia. ¿Y los demás en dónde viven?, ¿cómo viven? La mayoría de las familias mexicanas tiene que rentar, vivir hacinados, vivir en casas prestadas, los que ya tienen sus casas, las tienen en malas condiciones.

Hoy el pueblo mexicano vive sin techo, sin hogar. Hace falta, un verdadero programa gubernamental que contribuya a resolver el problema del déficit de viviendas que es de 8.2 millones según datos del Inegi. 

El problema de la falta de vivienda no es nuevo, pero en este gobierno de Morena se agrava más, con su política de entregar dinero directo a través de las famosas tarjetas busca minimizar los problemas sociales como el de la falta de vivienda, y a su vez comprar conciencias para conservar a su partido en el poder, aunque el pueblo no tenga un hogar digno. Ahora mismo están más interesados en repartir candidaturas en vez de darle alternativa de vivienda a las familias vulnerables.

Al pueblo mexicano sólo le queda una alternativa eficaz: organizarse y luchar por una vida digna. El pueblo debe aglutinarse en una organización firme, con un proyecto integral de nación, donde los obreros, campesinos, profesionistas, estudiantes, amas de casa y todos los sectores que sufren injusticia social, tengan una alternativa para mejorar sus condiciones de vida. Ese proyecto lo plantea el Movimiento Antorchista Nacional. ¡Organízate y lucha por una sociedad mejor!

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