Arto, difícil se vuelve para el pueblo emanciparse de las cadenas de la moderna y sutil esclavitud, cuando acepta y aplaude, sin darse cuenta, la bota que lo aplasta y lo oprime de muchas maneras. Los medios de comunicación masiva representan una de esas cadenas de esclavitud moderna, como la televisión, el internet o las redes sociales; hasta el más pequeño de la casa, que aun gatea, exige con llantos su celular.
Todos estos medios electrónicos y digitales juegan un papel importante para manipular y distraer a la gran masa expectante con programas de entretenimiento bien dosificado, para que se olvide y no se ocupe de los problemas sociales que atañen a todos una solución, como las vacunas contra la covid-19 o medicamentos que no hay en las farmacias de los centros de salud y hospitales públicos.
Sucede, desde temprana edad, que lentamente se va filtrando la idea de autosuficiencia y, como dice el abuelo a su nieto, “no ocupas bules para nadar”; es así, y de otras formas más, como se enseña el individualismo, a hacerse egoísta, como un valor supremo a imitar para triunfar en la vida como se pregona ideas que no le permiten organizarse y ser solidario con los demás, dividen a la gente para que se niegue al trabajo comunitario y no se organice para la solucionar sus necesidades.
Divide y vencerás, dice un viejo y conocido refrán; hoy, es una práctica común en los tres niveles de gobierno, ahora con la Cuarta Transformación (4T), ya que, desde palacio nacional se da línea de cómo tratar a la gente organizada que acude en busca de apoyos sociales, cuando dice “no trato con organizaciones sociales”, cuando la misma Constitución de los Estados Unidos Mexicanos establece, en su artículo octavo y noveno, el derecho de los ciudadanos a la organización y petición de sus demandas. Un derecho constitucional que debe de exigirse su total cumplimiento, al unísono, consciente de que la razón los asiste.
Es una grosera intolerancia del presidente Andrés Manuel López Obrador, hacia el pueblo pobre, porque calumnia y miente, contra la que él denomina a Antorcha Mundial, la organización de los pobres. Dice que Antorcha Campesina recibía sumas millonarias desde la Secretaría de Desarrollo Social, sin mostrar pruebas fehacientes de sus afirmaciones; como siempre, se vale solo de la investidura presidencial para manchar a una organización política y social que solo exige la solución de las demandas de los más vulnerables, mismas que son promesas de campaña del presidente y que no cumple.
En la gira de trabajo por el estado de Chiapas, el pasado 12 de marzo, por enésima vez, López Obrador calumnió y mintió al pueblo de México en contra del Movimiento Antorchista, como dije líneas arriba, es una mentira que ha repetido desde que tomó el poder, hace tres años.
Su objetivo es desviar la atención de la opinión pública y no resolver las demandas del pueblo sufriente de sus políticas erróneas, al que no ha podido atender y por eso recurre a la calumnia y la mentira porque sabe que el pueblo le asiste la razón en sus demandas.
El Movimiento Antorchista muestra en los hechos, cuando la gente del campo y de la ciudad abandona sus tareas cotidianas y usa como último recurso la protesta pública para ser escuchado, sale a las calles exigiendo la solución de sus justas demandas, que son viviendas, servicios públicos, infraestructura, servicios de salud, caminos saca cosechas, que no resuelve el gobierno.
López Obrador miente al decir que dirige a un gobierno que pone “primero los pobres”; en la realidad no resuelve sus demandas de esos pobres, por el contrario, los ha hecho más pobres.
La política de no los veo ni los oigo, se repite en el Estado Colima; desde hace cinco meses, los antorchistas, respetuosamente, solicitaron audiencia a la gobernadora Indira Vizcaíno y es momento en que no hay una respuesta. Durante tres meses continuos, semana, tras semana, acudieron en pequeñas comisiones representativas de los 10 municipios, con el secretario particular de la gobernadora, para darle trámite a la petición, no hubo respuesta.
Hace un mes, la titular de la Secretaría General de Gobierno se comprometió a agendar la solicitud de audiencia, pero también es momento en que los antorchistas siguen a la espera de una respuesta.
En este modesto espació se informa a la opinión pública, que somos respetuosos de la ley y que hemos agotado los canales que nos lleven a una entrevista personal con la gobernadora. Que no nos acusen mañana de intransigentes, revoltosos al salir a las calles a protestar para ser escuchados, la ley nos asiste, tenemos la fuerza y tenemos la razón; a preparamos compañeros antorchistas.
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