En el presente año tendremos temporada de elecciones, aclarando no en todos los estados sólo en algunos de la república, con el fin de elegir al gobernador, entre ellos está Tamaulipas. Se sabe, como ya es costumbre antes de conocer al precandidato, hay un sinfín de luchas internas entre los partidos, como si fuera un motín, existen divisiones entre ellos mismos y una guerra sucia, y más si no hay un líder verdadero con ideas claras para organizar y estabilizar los grupos, esto se vuelve algo vergonzoso para la política y democracia de nuestro país, pero es así como el capitalismo ha permitido estas reglas a su conveniencia.
Hablando de esto, el año pasado se empezaron a observar movimientos en varios partidos y en grupos, notándose militantes “chapulines” saltando de un grupo a otro, algunos muy discretos y otras muy escandalosos, con ello nos ponemos a pensar:
-¿Realmente la democracia existe en los partidos políticos?- algunos expertos afirman que la democracia ha funcionado como una dictadura del presidente de la república, gobernadores y gente muy poderosa económicamente que controlan la política y rumbo del país.
Pero lo que vemos recientemente y lo que pasó en esta lucha interna para elegir al precandidato, fue algo ya muy común, el dedazo, la influencia política y económica; si observamos los aspirantes estuvieron para arriba y para abajo, no solo en el Estado, si no en el país, tomándose fotos hasta con el presidente de la república, en el estira y afloja, tratando de demostrar que tienen mucho apoyo. Otros dieron a conocer sus reuniones con empresarios, buscando la participación de manera económica y así mostrar su apoyo, otros ofrecieron “convenios” con los medios de comunicación, periódicos, televisión, radio y redes sociales, ¡claro! herramientas que ayudan a informar a un total desconocido y confundir a los que no se han definido.
¿Cómo confundir?, por ejemplo: el invertir en propaganda que consumimos, pagan periódicos, televisión, entrevistas de radio, publicidad de las redes, es algo inimaginable. Hasta ganar más seguidores para un mayor alcance de población que les ayudará a dar a conocer sus discursos de promesas que no se podrán cumplir, solamente así la gente empieza a ubicarlos y a convencerlos con palabras, pero no por su trabajo. Teniendo los medios y dinero, puede cambiar todo.
Por lo tanto, éste es un proceso que se debe de hacer y correr el riesgo, pues muchos se sienten ya ganadores, es parte del espectáculo. Con relación a esto tenemos el caso de Maki Ortiz y su deslealtad al partido PAN, con tal de heredar a su hijo la presidencia municipal de Reynosa con el partido contrario, saltando con ellos por su recién victoria de los guindos en esa misma ciudad, desde mi perspectiva; se sentía con fuerzas para ser elegida como candidata en la próxima gubernatura de Tamaulipas, pues a pesar de que todos querían ser candidatos de Morena, ella figuraba como una de las favoritas, pero no se logró el éxito deseado.
Sin embargo, ¿en qué beneficia al pueblo estos asuntos de pleitos políticos?, si cada día, vamos de mal en peor, por ejemplo, se eleva el costo de la canasta básica, la gasolina, los electrodomésticos, etc. Lo que sí conviene al pueblo es que en estos tiempos de elecciones se reciban y resuelvan cada uno de los problemas de la ciudad en los ayuntamientos.
En este sentido, es necesario el análisis preciso que organizados se pueden resolver las demandas y no solo en tiempos de elecciones, por eso debemos platicar con los vecinos, amigos, compañeros que eso no es todo, los gobiernos municipales y el Gobierno del Estado tienen la obligación de cumplir a los ciudadanos sus peticiones, de manera general, sin importar los colores de partidos, ya que así lo establece la Constitución, como legítimo derecho de los mexicanos.
Quiero invitar a mis compañeros plenistas, antorchistas que hemos trabajado juntos, ya desde hace varios años atrás, a que sigamos juntos, unidos, organizados y sobre todo luchando en favor de nuestras colonias, por el bien de Nuevo Laredo, de Tamaulipas y de nuestro país, por el bien de los más desprotegidos que somos la mayoría. Los políticos mercenarios llegarán de manera temporal, recuerden, en campaña ellos amanecen en las colonias olvidadas, y anochecen en ellas, sudan sin pensar, se enlodan, desgastan sus zapatos, después de la victoria se olvidan y permanecen atrás de sus escritorios, únicamente levantando la mano en el cabildo, mientras los más menesterosos sufren los estragos de la pandemia y el hambre.
Lo dicho anteriormente, es para recordarles que los grandes cambios que requiere nuestro México, nuestro estado y municipio no pueden venir de ocurrencias, o creer que el principal problema en este país es la corrupción, y que combatiéndola se terminara la pobreza, hambre, injusticia, desigualdad, insalubridad, etc. Lamento decirles, esto es falso; es cierto que se debe combatir la corrupción, pero se deja de lado la pobreza del obrero, campesino, colono, comerciante, etc., se deja de lado el verdadero problema.
Para concluir exhorto de manera fraterna: “Es momento de que el pueblo haga lo suyo; confíe en su unidad, su fuerza y conciencia, y en su claridad para lograr sus propósitos”. ¡Adelante compañeros, desde Nuevo Laredo, Tamaulipas, les aliento a continuar esta noble causa, hasta la victoria siempre!
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