MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

El tipo de gobierno que quiere y necesita Quintana Roo

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El próximo 25 de septiembre, los habitantes de Quintana Roo estrenarán nuevo gobierno con la morenista Mara Lezama Espinoza, quien se convertirá en la primera gobernadora de la entidad.

Desde que Quintana Roo se convirtió en un estado libre y soberano, en octubre de 1974, únicamente había sido gobernado por varones involucrados en la política y de extracción priista, con la única excepción de Carlos Joaquín, emanado del PRD. Lezama Espinoza, al mantener una holgada ventaja sobre su cercano competidor, logró la gubernatura, y en un par de semanas iniciará la nueva administración estatal.

En mi opinión, son grandes los retos, fundamentalmente que tiene que enfrentar Mara Lezama Espinoza, y algo de imperiosa necesidad es que se tome en cuenta a todo el estado en su conjunto, ya que siempre se ha mantenido rezagado a los municipios que conforman la zona rural de Quintana Roo, de ahí se desprende la falta de desarrollo económico y social provocando más pobreza y desigualdad social. Es aquí donde esperamos la sensibilidad y humanismo de nuestra próxima gobernadora que sirvan para que en su plan de desarrollo social incluya a todos los sectores vulnerables de cientos de colonias y comunidades humildes.

Es de vital importancia que el próximo gobierno les cumpla a los quintanarroenses pues, de realizarse un trabajo que quede lejano o ligeramente debajo de las expectativas generadas, implicaría un duro golpe a los quintanarroenses que anhelan mejores oportunidades de vida, puesto que están muy lastimados y al borde de la desesperación debido a la crisis económica que aún persiste.

Está claro que a la morenista le toca enfrentar muchos problemas económicos por la inacción e incompetencia de las autoridades que han gobernado en la joya del caribe mexicano, lo que ha imposibilitado abatir el gran rezago social y mejorar las condiciones de vida de los quintanarroenses, pues por la ausencia de políticas públicas orientadas a este fin ha generado graves problemas como la migración, desempleo, abandono del campo, más pobreza, crisis alimentaria, y la delincuencia e inseguridad, que ni se diga, está en altos índices, situación que se debe resolver en lo inmediato.

No es exageración decir que en muchas colonias y comunidades de Quintana Roo existen altos índices de marginación social, como ejemplo, después de Lázaro Cárdenas, el municipio de Felipe Carrillo Puerto concentra el mayor índice de población en pobreza, más de la mitad de sus habitantes vive con muchas carencias, es decir, un gran número de familias del municipio no tienen acceso a los servicios básicos en su vivienda, por lo que alarma que tan sólo en este municipio el 71.8 por ciento de los poco más de 83 mil habitantes, vivan en pobreza y pobreza extrema.

Ante esta latente y preocupante situación, los quintanarroenses urgen y anhelan un gobierno, además de sensible y humilde a los problemas de nuestro entorno social, de acción, trabajo y esfuerzo, que cada peso -obtenido a través de los impuestos de los quintanarroenses-, se materialicen en obra social: en más hospitales con la tecnología de punta, la construcción y equipamiento de más escuelas, ampliación de la red de agua potable, energía eléctrica, pavimentación de calles, apoyo a los campesinos y seguridad pública.

No está de más decir que, de acuerdo con un reciente informe de la Secretaría de Bienestar, son 401 mil 816 personas que viven en casas sin servicios básicos, asimismo, los datos de Bienestar, indican que en la entidad 130 mil personas carecen en sus viviendas de agua potable, mientras que 31 mil 600 ciudadanos en sus hogares no tienen drenaje y seis mil 500 habitantes sin servicio eléctrico; este panorama contrasta, pues mientras el gobierno promueve a más visitantes nacionales y extranjeros a la entidad, abandona a los quintanarroenses.

Además, estadísticas de la Secretaría de Desarrollo Territorial Urbano Sustentable ubican a 120 mil quintanarroenses en zonas de alta marginación, donde habitan sin servicios básicos y se encuentran expuestos a contingencias climatológicas. Se trata de ciudadanos que enfrentan un entorno negativo en materia de bienestar social y de riesgo para su salud e integridad física, toda vez que, por la situación precaria, optan por asentarse en estos lugares pese a las condiciones paupérrimas que ahí persisten.

Es evidente que Carlos Joaquín dejó en el abandono a miles de quintanarroenses que son los más necesitados, a los que viven en las colonias y barrios pobres de la entidad, los que no tienen empleo, los que del diario arriesgan la vida por salir a las calles a conseguir el alimento para dar a sus familias, o bien, que no tienen las condiciones en sus viviendas y que están condenados, los niños y jóvenes que carecen de condiciones para desempeñarse académicamente, entre otro muchos males que le ha tocado enfrentar a los más humildes, lamentablemente esa es la suerte de los pobres, y es obligación del nuevo gobierno intervenir para contrarrestarlos.

De modo que a los gobiernos no debe créeseles por lo que dicen sino por sus obras. La gobernadora electa Mara Lezama Espinoza tiene la oportunidad de hacer la diferencia, un gobierno cercano y de oportunidades, y aunque recibe un estado con un sinfín de problemas, muchos de ellos provocados por la irresponsabilidad del mandatario que le antecede, tendrá el tiempo suficiente de demostrar con hechos que quiere lo mejor para el pueblo trabajador.

Los Antorchistas le deseamos éxito y confiamos en que su administración, que inicia en un par de semanas, sea incluyente, que sus acciones abarquen en todos los rincones del estado, porque así le conviene a su gobierno y, por supuesto, a los quintanarroenses.

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