Era una larga fila la que se formaba diariamente frente a la caseta telefónica cuya gestión para que se estableciera en el poblado fue un gran logro, producto de exigencias que llegaron a la movilización en la capital del Estado, frente a las oficinas de Teléfonos de México y después frente a Palacio de gobierno, al fin se logró establecer la antena y el cable para que llegara el servicio telefónico.
Al llegar su turno, la gente pasaba y agarraba el auricular con temor, pronto se reflejaba una sonrisa en su rostro y después veíamos las lágrimas por el gusto de volver a escuchar al hijo, a la hija cuya voz después de tantos años de separación casi no recordaba, entonces venían las preguntas, las recomendaciones y al terminar la conversación y salir había en el semblante de la gente cierto dejo de alegría mezclada con tristeza, pero con determinación.
Así fue durante muchos años, al prestar el servicio como un logro de su lucha, se hicieron mejoras al local con la finalidad de que la estancia de los que venían a conferenciar con sus familiares, hijos principalmente, estuvieran de manera confortable mientras les llegaba el turno de pasar a recibir la llamada y hablar, ¡sí, hablar!, quién lo dijera, pues había quienes no les gustaba hablar en las reuniones y aquí hacían fila para hacerlo.
Varios años después apareció el (smartphone) celular, pero en la región y en el municipio no había señal, sólo quienes tenían más posibilidades adquirieron unas grandes antenas que cubrían casi todo el techo de sus viviendas, después estas (las antenas) se fueron reduciendo al paso de los años y el avance telefónico. Sin embargo, la gran mayoría del pueblo seguía sin tener la posibilidad de tener una antena.
Nuevamente por la lucha y la autoridad emanada del pueblo, con gestiones, movilizaciones, exigiendo a las autoridades se logró que se estableciera una antena especial para que la señal llegara a todos. Fue así como desde la entrada del municipio se eleva ahora una gran antena que le da la bienvenida a los visitantes, y lo más importante, ahora tienen un celular y pueden comunicarse con sus hijos, con sus familiares, ya sin trasladarse, sin hacer largas filas, sin tiempos de espera.
Ahora con la pandemia se ha restringido la movilidad y la reunión de grandes grupos, como los que realizan los antorchistas de cada colonia, de cada ejido, de cada escuela, centro de trabajo, etc., y en esta situación se ha puesto a la orden del día, el uso del celular, de manera que a través de él se realizan hoy, muchas de nuestras actividades que la pandemia ha entorpecido.
Por este medio, quiero agradecer a todos los compañeros antorchistas, por su gran esfuerzo para cumplir con la nueva tarea: compartir el artículo de nuestro dirigente nacional, el Ing. Aquiles Córdova Morán, su pronunciamiento semanal, los artículos de los compañeros: doctor Abel Pérez Zamorano, doctor Brasil Acosta Peña, ingeniero Omar Carreón Abud, del responsable del Regional Norte, abogado Lenin Campos Córdova, y de los responsables de los Seccionales, los pronunciamientos de los dirigentes de colonias y ejidos, las movilizaciones y gestiones que se realicen a efecto de obtener la solución de nuestros problemas, de nuestras demandas. Así como invitar a quienes aún no lo hacen o lo ven como una tarea innecesaria, a que se sumen como un solo hombre, como un solo ideal, como dice nuestra consigna.
Nuestra tarea es necesaria, hoy está a la orden del día, es una de nuestras principales tareas, es más, es la principal, debemos esforzarnos en esta nueva tarea, debemos entender que las nuevas circunstancias que estamos viviendo exigen de todos los antorchistas comprometidos responder con disciplina a los requerimientos de nuestra querida organización, pues ahora es vital esta tarea, a través de ella podemos no sólo informar a la opinión pública sobre nuestra lucha, sino también nos permite exigir a las autoridades que atiendan las demandas o serán exhibidos como insensibles, incumplidos y demagogos.
Esta nueva tarea es importantísima, pues la nueva tecnología de la cibernética nos permite que podamos difundir como nunca antes nuestros problemas y denuncias de injusticia que sufren los desprotegidos, en el momento y en el lugar que esté aconteciendo, así como dar a conocer nuestro proyecto de luchar por un país más justo, más democrático y más equitativo. Lo que nos permitirá avanzar en nuestra tarea: llevar al pueblo organizado y consciente a gobernar nuestro país.
Los antorchistas debemos utilizar los avances tecnológicos en beneficio de nuestra lucha, ponerlos al servicio de la emancipación del pueblo, darles el uso correcto y necesario, para que estos logros, producto del desarrollo de la inteligencia del ser humano, sirvan para hacerlo cada vez más humano, más libre, más capaz de proteger, conservar y desarrollar la propia naturaleza en que se desenvuelve y de la cual es la parte consciente.
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