Este fin de semana fuimos testigos de dos hechos sumamente importantes, no sólo para los antorchistas, si no para los tabasqueños y para todos aquellos que se permitan aprender de las lecciones que estos sucesos nos dejan.
Me refiero a la XX Muestra Nacional de Teatro (virtual) y el envío de ayuda para nuestros hermanos de Tabasco, quienes pasan por momentos muy difíciles tras las inundaciones en 16 de 17 municipios de aquella entidad, consecuencias de dos huracanes y el desfogue de la presa "Peñitas”. Podría parecer que no hay relación entre uno y otro para tratar sobre ello en un mismo escrito; sin embargo, considero que uno es consecuencia de otro. Explico.
El Movimiento Antorchista se ha caracterizado por realizar trabajo artístico y deportivo al mismo tiempo que el trabajo político y organizativo. La razón de ello es que Antorcha es una organización con metas claras y cimentos teóricos que abarcan no solo la política, como todo mundo cree, si no que abarca el saber filosófico, histórico, económico, científico, pedagógico, artístico, lo que le da un carácter integral. Esto permite que los dirigentes comprendan que la formación de la sociedad debe ser de la misma manera, de modo que el ser humano, para que sea tal, debe ser íntegro, como en la formación de los griegos, que no solo se buscaban el saber intelectual, sino también el desarrollo físico y artístico, pues esto generaba personas armónicas, gente con mentes sanas en cuerpos sanos. Al tener individuos sanos, inevitablemente una sociedad será sana. ¿Suena utópico? Sí, pero no lo es. Esa es una tarea que se ha puesto la organización y ha realizado ya desde hace más de 46 años, y no ha cejado en ello. Gracias a eso, entre sus filas hay hombres y mujeres sanos, probos, sensibles ante las injusticias y dificultades de sus congéneres.
¿Cómo se comprueba esto? Ahora, con las redes sociales, es más fácil encontrar información, redacciones, imágenes y videos de las Espartaquedas Deportivas y Culturales, de los Concursos de Folclor Internacional, de los Concursos de Declamación, de los Concursos de Voces o de Pintura, donde propios y extraños manifiestan su agrado por esas actividades fomentadas e impulsadas por el Movimiento Antorchista. Por su puesto que no me he olvidado de la actividad teatral, que ha propósito he dejado fuera no porque la considere más importante que las demás, sino que es justo la prueba más reciente de lo que digo.
Siendo el teatro una disciplina conformada por todas las bellas artes se vuelve una vía no solo de esparcimiento, también es una vía que permite educar al espectador a través de las ideas que el dramaturgo y director escénico quieren dar a conocer a través de la interpretación de los actores.
Las artes y en particular el teatro pueden ser un arma de doble filo, donde puede contarse una historia rosa de amor, o sueños de riqueza y prosperidad con final feliz, que solo sea espectacular y enajenante, haciendo que el público tenga la mente en las nubes y no le permita más que fomentar vanidad y un carácter sumamente individualista o una puesta en escena que refleje la realidad de las cosas, los conflictos y la naturaleza humana a través de una comedia o una tragedia que haga reír, llorar, reconocer o identificar personas y situaciones de la vida cotidiana del espectador, esto inevitablemente lo lleva a reflexionar, volverse más crítico, más empático con su entorno. Prueba de esto es lo que vimos en la XX Muestra Nacional de Teatro de Antorcha, que esta ocasión se realizó de manera virtual, debido a la pandemia.
En esta emisión pudimos disfrutar de scketches representados por las compañías de Michoacán, Nayarit, Tijuana o San Luis Potosí, y las puestas en escena Ifigenia en Táurida, realizada por el Estado de México, Sacco y Vanzetti, representada por Puebla y Veracruz, y Coriolano, presentada por la Compañía Nacional de Teatro "Víctor Puebla”. Las puestas en escena hicieron reír, llorar y dejaron grandes lecciones de política a los espectadores. Un primer contacto no modificará al individuo, pero su relación constante con obras así, de este tipo, lo transformará de manera importante.
Por lo tanto, pienso que es un individuo sano, sensible y empático el que engendra una buena acción y se organiza con otros para buscar una solución ante un problema como es el caso de las inundaciones en Tabasco. Un sujeto crítico, reflexivo y bueno no se mantiene impasible ante el dolor ajeno, buscando escusas o culpables de lo que ha sucedido.
Por eso creo que son los hombres buenos de Antorcha los que se preocupan por la gran necesidad de los tabasqueños que lo han perdido todo, los que se organizaron y pusieron centros de acopio en todos los estados donde tienen presencia y juntaron toneladas de alimentos, medicinas y ropa, son ellos los que actúan ante la inacción del gobierno federal, que literalmente los ha hundido en el fango.
Quiero agradecer a todos los que han hecho posible estos logros. Por un lado, a la organización que trabaja para la formación humana de los individuos a través de la muestra de teatro, a los actores, directores, camarógrafos, personal técnico y creativo que, sin un peso de honorarios, trabajan con mucho gusto, mucho profesionalismo y energía, con plena conciencia de su labor.
Por otro lado, quiero manifestar mi reconocimiento a los dirigentes, activistas, colonos que encabezaron y coordinaron los centros de acopio de Antorcha en Puebla y de todo el país para recaudar la ayuda que enviamos a Tabasco. En total, Antorcha envió 200 toneladas de ropa, zapatos, agua embotellada y alimento. Una verdadera hazaña. Los tabasqueños están agradecidos porque miles de mexicanos los ayudaron en estos tiempos de crisis.
Quiero hacer una mención especial para todos aquellos que, sin pertenecer a las filas de la organización, se han sumado en estas dos tareas. Ya sea colaboradores o espectadores de las obras de teatro o como donadores de insumos para los damnificados. Antorcha ni ahora, ni nunca, se cuelga medallas ajenas, como se menciona en los comentarios malintencionados que rondan en las redes. Siempre ha hecho mención pública de la participación ciudadana, dando honor a quien lo merece, por eso hoy reconozco a todos aquellos que confiaron y participaron de estos logros. Antorcha trabaja con y para los pobres desde siempre, encabezando, coordinando, organizando a la gente para solucionar sus problemas. Ese sí es su mérito.
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