Uno de los pilares fundamentales de todo país para lograr su desarrollo, es la educación.Así lo ha reconocido el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) establecido en el "Objetivo 4 Educación de Calidad", establecido en el marco de Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).Dicho objetivo tiene "la firme convicción de que la educación es uno de los motores más poderosos y probados para garantizar el desarrollo sostenible." Pero además "busca asegurar que todas las niñas y niños completen su educación primaria y secundaria gratuita para 2030."
Esta Agenda para el Desarrollo Sostenible fue aceptada por México, la cual incluye 17 objetivos; incluso, el compromiso del Estado mexicano fue el de ser un agente activo desde el 2015, año en que se adoptaron los objetivos, hasta el 2030 año en el que todas las personas gozarán de paz y prosperidad.Pero centrémonos solo en el "Objetivo 4 Educación de Calidad".
Hasta antes de los ODS, nuestras leyes ya incluían la garantía de la educación, tal como lo establece el artículo tercero de la Constitución: "Toda persona tiene derecho a la educación.El Estado Federación, Estados, Ciudad de México y Municipios- impartirá y garantizará la educación inicial, preescolar, primaria, secundaria…" Por si no se entendiera la obligación que tiene el gobierno de impartir la educación, la Constitución general aclara: "Corresponde al Estado la rectoría de la educación, la impartida por éste, además de obligatoria, será universal, inclusiva, pública, gratuita y laica."
Para hablar de Educación de Calidad, tal y como lo establece el Objetivo 4 de los ODS, primeramente, debemos observar si la educación en México es inclusiva en estos tiempos de la pandemia.La Ley General de Educación determina que "La educación inclusiva se refiere al conjunto de acciones orientadas a identificar, prevenir y reducir las barreras que limitan el acceso, permanencia, participación y aprendizaje de todos los educandos".
El regreso a clases por televisión no cumple con los parámetros de la educación inclusiva.Por una parte, el gobierno se limitó a poner en la cartelera televisiva los programas "de aprendizaje", sin importarle las barreras que limitan el acceso, permanencia, participación y aprendizaje de todos los alumnos.¿Todos los alumnos tienen televisión?, ¿tienen los espacios adecuados en su casa para "tomar" la clase, en el supuesto de que tengan televisión, electricidad y les llegue la señal del canal televisivo?, ¿quién les resolverá las dudas a los estudiantes en caso de no comprender un tema?, ¿qué pasará con los estudiantes discapacitados o de capacidades diferentes?, ¿qué pasará con aquellos alumnos que tienen problemas de aprendizaje?, ¿y si hay dos o más estudiantes de diferentes niveles educativos en cada hogar, lo cual es lo más probable? Estas son algunas barreras limitantes.
Ante esta educación no inclusiva, los profesores de educación básica, han buscado diferentes alternativas, pero que no solucionan el problema.Por ejemplo, algunos han optado por dejar todo un juego de fotocopias o libros con trabajos diversos que deberá resolver el alumno y entregarlo cada cierto periodo; otros a trabajar mediante alguna aplicación en la internet: WhatsApp, Zoom, Meet, Classroom, entre otras, para lo cual el alumno deberá necesitar un dispositivo y conexión a internet.Pero en ambos casos, el padre de familia o tutor deberá buscar la forma de cómo resolver todas las barreras que limitan a sus hijos al acceso a la educación y al aprendizaje.
Pero el problema crece en los hogares donde el hijo o los hijos necesitan ayuda para hacer los trabajos escolares.¿A quién recurren los alumnos? A los padres de familia.¿Pero si el padre de familia, tutor, familiar no puede ayudar al estudiante?, ¿buscarán llevar al hijo con alguien que le "ayude" a cambio de alguna remuneración?
El gobierno federal está violentando el derecho a la educación inclusiva.Está dejando que sean los padres de familia los que realicen todas las acciones posibles para que los alumnos accedan a la educación.Esta política educativa es igual que la política sanitaria contra la covid-19, está dejando que la gente enferma por coronavirus resuelva con sus propios medios la enfermedad, que se alivie quien pueda hacerlo, y que si muere sea por falta de cuidados y recursos de los propios enfermos y sus familiares.Así también está actuando en la educación, que estudie quien pueda estudiar y si deserta el estudiante sea por culpa de los padres y tutores que no le dieron los medios al alumno para seguir estudiando.
Urge que los estudiantes regresen a clases presenciales, pero para eso, es condición que, el gobierno tome medidas serias para controlar la pandemia.Aplique millones de pruebas para detectar a los enfermos, aislarlos y curarlos.Y que los sanos regresen, bajo ciertas medidas de prevención, a sus actividades cotidianas.México debería de aprender de China, ¿por qué en ese país asiático ya han comenzado a regresar los alumnos a clases presenciales, e incluso, a impulsar el turismo que no es actividad esencial?
Todos los mexicanos debemos exigir al gobierno de la 4T que se aplique seriamente a cumplir y respetar las leyes, pero no solo las obligaciones del ciudadano, sino también los derechos que todo mexicano tiene a gozar de una vida llena de prosperidad y paz.Y si este gobierno no quiere o no puede hacerlo, entonces, ha llegado el momento de retirarlo del poder.
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