Desde que entró en funciones la actual administración del INTERAPAS, les fue suspendido y cortado de golpe el abasto de agua potable a miles de humildes habitantes de las colonias y comunidades marginadas de la capital potosina, que han carecido de los servicios básicos por años y que algún apoyo venían recibiendo con anterioridad por parte del organismo, mediante el uso de pipas para el transporte del líquido y del váctor en el caso de los desazolves de la red de drenaje, fundamentalmente.
Los "argumentos" que la dependencia ha utilizado para "justificar" su negativa a proporcionar el agua y el servicio de drenaje a los potosinos pobres, organizados en Antorcha, que han acudido hasta sus instalaciones para reclamar su derecho, son tan torpes y absurdos que por momentos no sabe uno si reír o llorar de pena ajena. Salir a decir a los medios que no se le proporciona agua a la gente porque la quiere gratis y que ese organismo no tiene obligación alguna con ellos porque viven en colonias irregulares, y que el hecho de que exijan solución es un acto de "puro golpeteo político", etcétera, revela además de una descomunal ignorancia de las leyes que nos rigen, una muestra de cínico desprecio por la dignidad y la vida de las personas.
¿A dónde fueron a aprender derecho los encargados y asesores del INTERAPAS, que creen que los derechos fundamentales, humanos, hasta hace poco llamados garantías individuales de los mexicanos, dentro de los que se encuentra el acceso al agua, están para respetarse sólo cuando a un funcionario, por muy pintado que se sienta o sea, le venga en gana? ¿De dónde creerán, estos señores, que sale el dinero que se les paga para que puedan gozar de sus jugosos sueldos? ¿Por qué se creen facultados para atentar así contra la dignidad de las personas discriminándolas por razones económicas, sociales o políticas y para someter a los ciudadanos a la tortura de falta de agua y de condiciones sanitarias? ¿En que fundan sus pretensiones de todopoderosos para poner en riesgo la salud y la propia vida de la población vulnerable de la capital y los municipios conurbados? Sólo ellos saben.
Lo cierto es que los pobres y discriminados sí pagan el agua, si no directamente porque no les proporciona el servicio INTERAPAS, lo hacen de todos modos, pues no es un secreto para nadie que los gobiernos disponen del dinero que recaudan por la vía de los impuestos que paga la gente (IVA, ISR, etcétera) y que, en este país, la inmensa mayoría de la población la constituímos los pobres, entonces, por lógica, somos los pobres quienes más aportamos a las arcas públicas; el resto de recursos se obtiene de la venta del petróleo, que es también de todos los mexicanos, cuya mayoría somos los pobres otra vez. Por tanto, es un despropósito del tamaño del mundo decir que la gente pobre no tiene derecho porque no paga el agua, ¡claro que la paga y la ha pagado siempre, y no sólo el agua, sino todos los servicios. ésa es la verdad, monda y lironda!
Pero aún suponiendo que en efecto no la pagarán, la constitución ORDENA, que todos los mexicanos deben gozar del agua por el sólo hecho de ser mexicanos, y que NADIE PUEDE SER DISCRIMINADO POR NINGúN MOTIVO. Pero por si esto todavía fuera insuficiente para algunos entendimientos, es bueno que sepan que México forma parte, como Estado miembro, de tratados internacionales en los que se establece que el acceso al agua es un derecho UNIVERSAL, y que mandatan a los gobiernos el crear las condiciones para otorgarlo ¿Y que, entonces los funcionarios del INTERAPAS son libres de obedecer la Constitución y los tratados internacionales sólo si quieren y si no, no? Que ellos respondan.
Para colmo de desvergüenzas, o de atolondramiento, publican lo dicho como si los ciudadanos potosinos que tienen contrato con el INTERAPAS y que pagan puntualmente su recibo con base en este contrato, sí recibieran el servicio de agua y de drenaje con la regularidad, calidad y en la cantidad suficientes, cuando es voz pública (basta ver y oír la prensa y la televisión para ser testigos de la constante queja de los usuarios) que no sólo pagan cantidades exorbitantes por un servicio que no reciben, sino también que son un problema los enormes encharcamientos de aguas negras que inundan colonias por todos los rumbos de la ciudad, así como los daños causados al pavimento por personal de la dependencia que deja trabajos inconclusos, contribuyendo con su cuota de baches a las de por sí deterioradas vialidades.
Sobre su veredicto de que se trata de colonias irregulares, cabe preguntarles ¿De cuándo acá convirtieron al INTERAPAS en tribunal jurisdiccional para determinar la regularidad o irregularidad en la tenencia de la tierra? ¿Quién demonios los facultó para ello? Nada tienen que ver en la cuestión. Sin embargo, otra vez suponiendo sin conceder que esto fuera cierto, habría que preguntarles ¿La regularización de los predios es responsabilidad del ciudadano o del gobierno? Por lo que se ve, estos modernos Brandalagas no se dan cuenta que están confesando paladinamente que ese gobierno, del que ellos son parte, no ha cumplido con su responsabilidad, con su obligación, con su trabajo de regularizar los asentamientos humanos, que es, cuando menos en parte, para lo que el pueblo los puso y para lo cual les paga. Así de simple.
Ante esto, sólo queda esperar que haya autoridad que haga respetar el estado de derecho en San Luis Potosí. Por lo pronto, a los pobres les conviene aprender la lección y apresurarse a distinguir entre los verdaderos amigos del pueblo y los que sólo buscan su simpatía momentánea, para llevar agua a su molino. El método es muy sencillo: por sus hechos los conoceréis dice, y dice bien, la Biblia.
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