Agua y educación, dos derechos fundamentales que en el norte de México son difíciles de cumplir, las causas: la falta del vital líquido y las malas condiciones de las escuelas, donde los estudiantes atienden las clases sin hidratarse, sin lavarse las manos y sin usar unos baños limpios.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) es claro y dice que “todos los niños, sin importan donde se encuentren, su condición social o económica, tiene derecho a vivir en un entorno seguro, limpio, con acceso a agua potable y servicios adecuados de higiene y saneamiento”.
Siguiendo lo anterior, es fundamental que las escuelas aseguren que cuentan con la cantidad de agua suficiente para atender a cada uno de sus estudiantes, pues caso contrario, hay un aumento de enfermedades gastrointestinales y diarreas; además, con ello se opta por comprar y consumir bebidas azucaradas, lo que propicia problemas nutricionales.
Un diagnóstico de la misma UNICEF detectó que el 38 por ciento de los planteles educativos tienen problemas con el agua todos los días de la semana, 58 por ciento no ofrecían agua potable, el 19 por ciento no tenían baños suficientes y de los que sí contaban con inodoros, solo el 40 por ciento tenían condiciones higiénicas.
Para precisar, los hallazgos de los Indicadores Nacionales de la Mejora Continua de la Educación en México edición 2021 (ciclo escolar 2019 – 2020), del total de las escuelas primarias, el 27 por ciento no contaba con una conexión a la red de agua potable, en tanto que a nivel secundaria la cifra era del 25 por ciento.
Tras la pandemia de covid-19, todos los alumnos fueron a casa para atender clases, durante este período a distancia las escuelas fueron vandalizadas y cuando finalmente las condiciones de la pandemia lo permitieron, regresaron los alumnos a sus planteles pese a que la “Guía para el regreso responsable y ordenado a clases” no se cumplía del todo y el estado de los inmuebles, ante la falta de datos, pero con evidencia de parte de funcionarios estatales, empeoró.
En la prensa, hay historias que demuestran cómo los requisitos para atender clases se modificaron para atender la serie de recomendaciones de las autoridades educativas: en Iztapalapa, alcaldía de la Ciudad de México, a los niños de una escuela denominada Asiel, se les solicita acudir a clase con una tina de 20 litros de agua para poder limpiar sus manos y usar el baño.
Calor y falta de agua, la peor combinación
En el norte de México las complicaciones por la falta de agua no son la excepción. Al contrario, en estados como Coahuila y Nuevo León, donde el agua empieza a escasear y la situación se agrava con la sequía, incluso se ha planteado terminar el ciclo escolar antes que el resto del país por las altas temperaturas.
En ambos estados, las temperaturas entre los meses de mayo y agosto son por lo general superiores a los 35 grados, lo que hace aún más importante que se cuenten con bebederos funcionales y aparatos que refresquen las instalaciones, por lo general a través de agua.
Casos específicos se presentan en la Comarca Lagunera de Coahuila, donde a partir del 25 de abril la totalidad de los alumnos regresaron a las aulas, esto a pesar de que 120 planteles sufren, a palabras de la coordinadora de Servicios Educativos en La Laguna, graves problemas de escasez de agua.
En esas instituciones en específico, cuando en un día la situación es crítica se notifica a los padres de familia con el fin de que la jornada sea más corta o, en su caso, los padres optan por cooperarse y contratar una pipa de agua, porque a veces el municipio no atiende a tiempo a través de su sistema descentralizado de agua y saneamiento.
Soluciones a la falta de agua
Pedro Moctezuma Barragán, de la Coordinadora Nacional de Agua para Todxs, Agua para la Vida, sostiene que para intentar solucionar el problema del agua es importante optar por diferentes esquemas como la reutilización del líquido o su captación a través de la lluvia.
Asimismo, compartió que es importante que se trabaje en la reforestación de las cañadas que alimentan ríos y posiblemente retornar a los baños secos, puesto que el 70 por ciento del agua se va a los baños y los drenajes, mientras que estos no contaminan ni el agua ni el ambiente.
Todo esto se complica puesto que Coahuila y Nuevo León, así como otros estados, enfrentan una difícil situación por la falta de lluvia, por lo que proyectos integrales de parte de autoridades son fundamentales para poder contrarrestar la problemática del agua en todos los sectores, sobre todo el educativo.
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