Atrás ha quedado el tiempo en que las clausuras del ciclo escolar eran motivo de verdaderas fiestas en las escuelas y en las casas de los alumnos que egresaban o terminaban un escaño más en el proceso de su preparación académica; y no me refiero al nivel superior o profesional, éstas eran más discretas. En cualquier comunidad había ocasiones que los padres echaban la casa por la ventana cuando uno de sus hijos terminaba el preescolar o la primaria y si éste era el primogénito no escatimaban recursos para celebrar la graduación.
En las escuelas, sea kínder, primaria, secundaria o preparatoria los patios se llenaban de padres de familia, varios padrinos con regalos y tremendos ramos que los graduandos apenas si podían cargar. A raíz de la pandemia, dos ciclos escolares no tuvieron clausuras, en este último, de 2021-2022 hubo eventos improvisados, poca asistencia, entrega de reconocimientos a los alumnos destacados, el acto cívico y, como dicen algunos, el último pase de lista, y nada más. La mayoría de las escuelas, por no decir que todas, porque sí hubo algunas, no incluyeron números artísticos. Bailes, danzas, música poesía; los profesores olvidaron que la cultura es también un aspecto importante en el proceso de enseñanza para niños y jóvenes. No se vio la entrada triunfal de Aida ni el vals ejecutado con alegría por los egresados. Todo hecho a la carrera como si hubiera prisa para salir a vacaciones, no importando que este ciclo escolar, oficialmente finaliza el 28 de julio.
La educación básica en nuestro país ha caído en los niveles más bajos que jamás se haya registrado en los tiempos modernos; este es un problema que desde décadas se ha venido presentando, sin embargo, la realidad es que, en este sexenio de la 4T, se está viendo un retroceso educativo nunca antes visto la cifra es de 30 millones de mexicanos en rezago educativo. La pandemia fue un mal, para desgracia de nuestro país, que le cayó de perlas al gobierno morenista que encabeza Andrés Manuel López Obrador; aprovecharon para no invertir recursos en mantenimiento de la infraestructura, no adquirir equipo para las instalaciones, se ahorraron mucho dinero en las escuelas de tiempo completo por la suspensión de clases presenciales y para rematar cancelaron el programa. El resultado es desastroso. Se registraron deserciones escolares, como nunca antes visto; según cifras oficiales, comparando el ciclo anterior con el de 2021-2022, en el nivel básico hubo una disminución de 656 mil alumnos por haber abandonado la escuela. Si en el 2021 muchos jóvenes no se inscribieron por considerar que las clases a distancia eran poco funcionales ya no se diga en el ciclo escolar que finaliza, donde nuestro país tiene el segundo lugar a nivel mundial de los países con mayor deserción escolar.
Eso pasa en nuestro México, donde la constitución establece que todos tenemos derecho a una educación obligatoria y gratuita, donde el estado tiene la obligación de hacer valer este derecho, desgraciadamente no se cumple, es letra muerta plasmada en el papel.
Es lamentable que la secretaria de Educación, Delfina Gómez Álvarez esté más preocupada porque su partido la designe como candidata a la gubernatura del Estado de México, en lugar de atender los problemas urgentes de educación que en esta administración federal se está yendo a pique, sin que la flamante secretaria haga algo. Aunado a la baja calidad educativa y la deserción escolar se siguen registrando corrupción dentro de los altos mandos de esta secretaría como tráfico de influencias, favoritismo y venta de plazas. Por otro lado, los centros educativos también han sido tocados por la violencia, las escuelas ya no son seguras, se han registrado casos de violencia con armas de fuego en centros escolares, como la sucedida en febrero de este año en una secundaria en la delegación de Iztapalapa.
Hay datos muy reveladores que las autoridades deben de considerar para cambiar la política educativa; por ejemplo, el Banco Mundial y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), reveló que cuatro de cada cinco niños latinos y caribeños no pueden comprender un texto simple después de haber terminado la primaria, donde incluye a nuestro país, asentando que México perdió 8.8 años de aprendizaje.
La situación es crítica, los mexicanos debemos hacer valer nuestra constitución, que se aplique lo que establece el articulo tercero, aquí, la educación como en todo el mundo, es un derecho humano, y es tarea del estado garantizar que se cumpla, pero como eso no sucede, los mexicanos debemos organizarnos para exigir una buena educación para las generaciones que dentro de poco tiempo estarán al frente del país y para que no nos pase lo mismo que está sucediendo con el gobierno de la 4t. nuestro país requiere acabar con este modelo educativo atrasado y obligar al gobierno que invierta en la educación, de lo contrario estaremos condenado a la ignorarían a millones de futuros ciudadanos y al atraso en todos los sentidos a nuestra patria. No debemos permitir que quien dirija esta institución sen personas improvisadas que pasan a ocupar el puesto como trampolín para sus aspiraciones política pero que de educación no saben nada.
Ciclo escolar 2021-2022, educación básica, Gobierno Morenista, Andrés Manuel López Obrador, Escuelas de Tiempo completo, deserción escolar, Secretaria de Educación, Delfina Gómez Álvarez, Artículo tercero constitucional
0 Comentarios:
Dejar un Comentario