En las tres últimas décadas de 1800, producto de la expansión del capital mundial, se establecieron en el país las fábricas textiles que transformaron la vida de los pueblos. Debido a que generaban su propia electricidad a base de la represa y conducción del agua, se instalaron a las orillas de los ríos.
Fue así como surgen varias de estas fábricas al margen del río Tequisquiac, Zahuapan y Balsas; en el municipio de Santa Cruz Tlaxcala, se establecieron en el siglo XIX; por ejemplo, la fábrica San Miguel, en la presidencia auxiliar de San Miguel Contla, y una de las más grandes, la fábrica de hilados y tejidos de algodón que fue La Trinidad, en la cabecera, inició su construcción por el año de 1779 y su funcionamiento en 1884.
La factoría se convirtió desde el primer momento y, durante 84 años, en la fuerza económica, social y política que regirá los destinos del municipio, el cual se transforma en un detonante para toda la región generando empleo y desarrollo económico.
En el país se da el primer movimiento social del siglo XX, la Revolución Democrática Burguesa que en su fase armada estalló el 18 de noviembre de 1910 en Puebla, dirigida por Aquiles Serdán, dicho movimiento culmina el 5 de febrero de 1917, al expedirse en Querétaro la constitución mexicana, dándole el triunfo a la burguesía mexicana, que derrota a los representantes de los terratenientes o señores feudales.
El hecho de que el pueblo fuera quién pusiera la cuota de sangre y muerte, hizo que los triunfadores tuvieran que aceptar y garantizar por lo menos en el papel sus demandas. Pero fue hasta el año 1934 con el gobierno del General Lázaro Cárdenas del Río, que se avanza en la penetración del capital: la Expropiación Petrolera; la entrega de la Tierra, más de 18 millones de hectáreas; el impulso a la educación básica, media Superior y Superior, con la creación del Instituto Politécnico Nacional, el impulso a las escuelas normales.
Esto generó un clima de entusiasmo en todos los ámbitos, la música, el cine, las letras, la cultura en general. En el municipio de Santa Cruz, como decimos, la fábrica La Trinidad se convirtió en el centro de la actividad y de las acciones de dirección económica, espiritual y política, desarrollándose una fusión entre sindicato, presidencia municipal, iglesia y pueblo.
Doña Gloria Vázquez López tiene a su primera hija, Oralba, y para darle lo necesario, pues por su condición de mujer se dificulta en el pueblo, emigra a la Ciudad de México donde trabaja como obrera en la costura, vienen los demás hermanos Alfredo, Verónica, Paula y Jesús.
Alfredo, Oralba y Verónica, también se incorporan a la Ciudad de México. Ahora no solo trabaja como obrera en la costura, después de la agotadora jornada atiende familias que le abren su casa, y con esto, más lo que aportan sus hijos, quienes después de sus estudios, realizan diversas actividades, que les dan un ingreso, completan lo necesario para subsistir.
Todo esto dirigido y exigido por doña Gloria, quien además supervisa se cumpla con los deberes escolares y se obtengan buenas calificaciones. Es en este ambiente de exigencia, disciplina y trabajo colectivo donde se van formando todos, madre e hijos.
El día que fallece doña Paulita, el abuelo, don José, pide que regrese doña Gloria, solidaria como siempre, habla con sus hijos y acuerdan que ella regrese y ellos continúen con sus estudios.
Esto hace que, cada ocho días, regresen a Santa Cruz, Tlaxcala. Lo que permitió que, con Alfredo, Oralba, Leoncio, Ruperto, Carlos, y varios jóvenes se formara el grupo "Los Macehuales”: palabra del idioma náhuatl que traducido al español quiere decir, “trabajador, obrero y/o campesino”, y emprendieron la tarea de luchar por mejorar la situación de los obreros y campesinos del municipio. La creación de la biblioteca pública; la descontaminación del Río Tequisquiac, el desarrollo de grupos de danza, música, teatro. Doña Gloria apoyó y permitió la realización de las reuniones en su casa.
Esto nos acercó al círculo que había dado la lucha por transformar la Escuela Nacional de Agricultura en la Universidad Autónoma Chapingo, y nuestro objetivo en la lucha por mejorar la vida de nuestro pueblo se aclaró, incorporándonos a la organización; así fue como vinieron hasta Santa Cruz, Tlaxcala, el compañero Juanito y la doctora Soraya a atender los primeros círculos, y nuevamente doña Gloria nos apoyó en todo.
Regresa doña Gloria a México y recibe ahora en su casa a los compañeros que realizan trabajo obrero junto con Alfredo; Antonio Alvarado, Juanita, Héctor. Incluso participa organizando a sus compañeras obreras. Juanita Valle vive en la casa de doña Gloria por un tiempo.
La organización traslada a Oralba a Tecomatlán, y se necesita apoyo para atender "El Plenito", le habla a doña Gloria que, solidaria y sin dudarlo, se va a Tecomatlán con Paula y Chucho acudiendo al llamado.
Su esfuerzo, su lucha incansable, permitió que la mayoría de sus hijos obtuvieran una profesión: Oralba es luchadora social; Alfredo, es ingeniero agrónomo; Verónica, es licenciada en Derecho; Paula es doctora; Jesús –el más joven– se enamoró y partió a los Estados Unidos (EE. UU.) a trabajar para apoyar a sus hijos, cosa que ha cumplido.
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