Hablar de las deudas que deja la actual administración con el pueblo mexicano es hablar de un Gobierno que prefirió impulsar la repartición de la riqueza nacional, o parte de ella, en programas sociales.
Si bien quitan el hambre por unos días, tales programas no garantizan el bienestar social de todos los mexicanos, pues a pesar de que se ha insistido mucho en que se invierta en infraestructura, poco caso se ha hecho.
A pesar de las promesas de inversión y combate a la corrupción, la actual administración ha incrementado la deuda y reducido la inversión en educación, dejando al país con serios déficits.
Vemos esa falta de inversión en materia educativa, donde se ha abandonado a los estudiantes cuando hablamos de construir aulas o instituciones que garanticen una mejor educación. De manera general, la inversión disminuyó.
Un análisis de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señala que desde 2020, México invirtió menos dinero en educación que el resto de los países miembros de la OCDE.
A renglón seguido explica que, en 2020, el Gobierno de México destinó en promedio 763 pesos menos a la educación por día por estudiante de primaria, secundaria y media superior, con respecto a los países del llamado “club de los ricos”.
En promedio, los países sujetos al escrutinio de la OCDE incrementaron su gasto en el sector educativo hasta alcanzar 5.1 % de su PIB, mientras que México destinó el 4.5 %.
Asimismo, el reporte indica que la inversión que realizó México en 2020 (año de la pandemia) para que cada estudiante siguiera aprendiendo en primaria fue de 237 pesos por día, una diferencia de 681 pesos respecto de la inversión promedio que realizaron 38 países de la OCDE, entre los que se encuentran Chile, Colombia y Costa Rica.
Ese mismo año, México dejó de invertir por estudiante en primaria 3 mil 911 pesos anuales en comparación con lo que el Estado destinó a ese rubro en 2019.
El mismo estudio señala que en el caso de nivel secundaria, la inversión del Estado para el aprendizaje diario de los alumnos fue de 207 pesos, una diferencia de 822 pesos en promedio, con respecto a las naciones de la OCDE.
Lo que aumentó también fue la deuda interna de México, pues a pesar de que desde que inició la administración de Andrés Manuel López Obrador, prometió que la deuda no aumentaría, esto no fue así, cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) demuestran que sí se incrementó la deuda pública durante sus años de Gobierno, y de hecho alcanzó niveles históricos.
Un dato interesante es que, durante la conferencia de prensa del 22 de diciembre de 2021, López Obrador reconoció un aumento en la deuda pública, y lo atribuyó a la caída de la economía por la pandemia. “Se nos fue la deuda para arriba, pero ya vamos hacia abajo”, afirmó, pero esto no fue así.
La bandera del actual sexenio fue el combate a la corrupción; sin embargo, a pesar de que se crearon instituciones para tal combate, la percepción de los mexicanos es contraria a lo que dice todas las mañanas el presidente.
Una encuesta realizada por Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad detalla que 7.6 de cada diez mexicanos cree actualmente que siempre o casi siempre se cometen actos de corrupción en el país.
“Esta tendencia se mantuvo cercana al 90 % en los primeros cuatro años de la administración”, precisa el documento.
La 4T ha sabido comprar votos y preferencias, pero el pueblo mexicano tiene que estar consciente de que ese no es el camino correcto; de que el cochinito se acabará y que habrá consecuencias más crueles para las futuras generaciones.
El pueblo debe saber que la falta de infraestructura educativa, de salud, de vivienda, de servicios públicos y demás, cobrarán facturas muy altas y será imposible sacar a esta nación de ese hoyo.
Antorcha sabe cuál es la solución: los antorchistas debemos estar conscientes de que el único camino para el bienestar social es la organización, la concientización y la lucha por un nuevo modelo económico. Es momento de actuar.
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