Estimado lector, ante la lamentable situación provocada por la pandemia del coronavirus, que está también afectando al sistema educativo, dejado en el más completo abandono a millones de niñas, niños y jóvenes, sin que se visualice por parte del gobierno federal, una solución profunda y analítica en el problema que pudiera permitir una salida efectiva para el restablecimiento gradual, tanto de las actividades normales de la ciudadanía, como de la devastada economía, el aspecto escolar, se ha mantenido estancado, sufriendo una degeneración psicológica e intelectual de toda una generación.
Es importante mencionar a dos ideólogos, de gran calidad intelectual, que han dado a nuestra patria, sin demeritar a ningún otro y que en algún momento tuvieron que vivir alteraciones sociales, implementaron acciones mediante las cuales guiaron y sirvieron en una de las ramas más importantes, como lo es la educación, para que nuestra patria retomara el camino de su historia como país, y como sociedad, permitiendo a través de la cultura, las bellas artes y la ciencia en su conjunto, sentar las bases mediante las cuales iniciara su desarrollo en una de las etapas más críticas, similar a lo que ahora vivimos, como lo fue la post-revolucionaria de 1920, al encontrarse un caos social.
Así, me refiero en primer lugar a, Don José Vasconcelos Calderón, Oaxaqueño ejemplar, abogado de profesión, escritor prolífico, rector de la Universidad Nacional, (a quien le dio su lema, el cual tiene hasta la fecha), Secretario de Educación Pública en 1921, cuyo legado quedó plasmado, al haber organizado su estructura en tres departamentos: Escolar, de Bellas Artes, Bibliotecas y Archivos, impulsor de la escuela y las misiones rurales, que permitieron un mayor alcance de la educación a las comunidades campesinas.
Sin lugar a duda, fue un hombre de gran talante académico, de ahí la distinción que le hicieron las universidades de Chile, Puerto Rico, El Salvador, Guatemala y evidentemente México, confiriéndole el grado de doctor en filosofía "Honoris Causa", ferviente admirador de la libertad, misma que le gustaba transmitir a la juventud de su tiempo, de ahí el reconocimiento de llamarlo "Maestro de las juventudes de América", ideólogo de los desposeídos, demostrándolo con sus obras "La raza cósmica" y "Ulises criollo", entre otras.Su anhelo de cambio para tener un México más justo y más libre, lo motivó a competir en las elecciones presidenciales de 1929 y de haber obtenido el triunfo, sin duda nuestra patria, tendría otra visión de desarrollo, ante un hombre cuya filosofía enlazaba la igualdad y la libertad, que fueron los reclamos de la Revolución Mexicana, y que hasta la fecha no se han dado al pueblo de México.
El segundo ideólogo, fue Don Jaime Torres Bodet, originario de la ciudad de México, contemporáneo y colaborador Vasconcelista, su actitud visionaria y de calidad humana, con firmes valores universales, le fueron encumbrando como educador y como funcionario, lo que le permitió colocar las bases del plan conceptual educativo que aunque malformado por la corrupción, la burocracia y el sindicalismo retrograda, aún nos rige en nuestros días, conformado por una educación, laica, democrática y nacionalista, impulsada en sus campañas de alfabetización entre otras: la creación del Instituto Federal de Capacitación del Magisterio, la fundación del Comité de Administración del Programa Federal de Construcción de Escuelas ( CAPFCE) y la integración de la Comisión Nacional de Libros Gratuitos.
Su mayor decepción como político, fue no haber sido más exigente con la dirección que tomaron las escuelas normales, ante la naciente burocracia de la Secretaría de Educación Pública, en la que se vieron evidentes aspectos nocivos de la influencia sindical, sobre los supervisores que denostaba su necesaria eficacia como enlaces entre la autoridad educativa y las escuelas, convirtiéndolos en personajes subordinados al gremio, vicios que hasta la fecha, desafortunadamente siguen teniendo y que de alguna manera se encuentra secuestrada.
Tenía muy clara la concepción de lo que es el maestro, señalaba que era el representante de la comunidad, el portador de conocimiento y experiencia acumulada a través del avance de la humanidad en su desarrollo, debía ser constructor de puentes entre nuestra historia y el futuro del país, defensor y predicador de la libertad y la justicia, sensibilidad que le nacían del buen poeta que llevaba en el alma, además, tuvo la distinción para México, al ocupar entre el año de 1948 y 1952, la Dirección General de las Naciones Unidas, para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Estos dos personajes, pese a las enormes limitaciones de su época, tuvieron clara la importancia educativa para la formación del mexicano del futuro, el papel que representa el maestro frente al grupo y su interrelación con el alumno, de ahí la política implementada por Don José Vasconcelos, de aperturar escuelas rurales, cierto, con una limitante que se pudiera ver ahora, la de instruir la clase con un solo profesor a cargo, formación que desde ese tiempo ha sido la esencia de la enseñanza.
Sin embargo, como es del conocimiento de todos nosotros, en pocos días iniciará la apertura de una enseñanza transmitida por televisión, en la que se destinarán fuertes sumas de dinero para pagar este servicio, y que a todas luces es inoperante y hasta ociosa, ante dos obstáculos manifiestos, en primer lugar, existe en México un 39 por ciento de educandos que no cuentan con internet y un 9.7 por ciento, con televisión y en gran medida nuestro estado de Oaxaca encabeza esta limitante, principalmente en las zonas rurales.
Un segundo factor, es el poco interés y desconcierto del alumno, que muy pronto se comprobará y lo agrava aún más, el tiempo en el que esta nueva formalidad se tenga que aplicar, ante la total irresponsabilidad y falta de táctica del Gobierno federal, al no tener un plan bien claro y definido, sobre cómo aminorar los contagios del mortal virus que actualmente nos tiene arrodillados, una de las salidas más prácticas y contundentes, es la creación de una vacuna que permita la inmunidad del contagio, y que en últimas fechas Rusia ha anunciado ponerla en venta.
Nuestro país no está preparado para iniciar una vida, para que se exija a los niños y niñas, el uso de la tecnología digital en todos los rubros, como se pretende, y esa deficiencia es precisamente a causa de la falta de un plan de estudio moderno y eficaz dado por la Secretaría de Educación Pública (SEP), que vaya acorde a las necesidades y planteamientos que tiene la industria en los países más desarrollados, seguimos con nuestros planes que funcionaron a principios del siglo XIX.
Necesitamos una educación más integral, más amplia, mejor estructurada en las diferentes ramas del saber y de la práctica, que en verdad nos permitan tener una mano de obra más calificada, más competitiva, mejor remunerada, en equilibrio a leyes más justas, que permitan la urgente necesidad de que sea mejor retribuido el obrero, no más salarios de hambre, no más discriminación a la clase trabajadora.Países como Suiza, ven al trabajador con respeto con admiración, convencidos que son la base generadora de la gran riqueza que poseen, por lo tanto, de no retomar una política social más justa, no tardará en tener consecuencias.Ya lo veremos.
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