Según Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el derecho a la salud y otros derechos humanos relacionados con la misma, son compromisos jurídicamente vinculantes consagrados en los instrumentos internacionales de derechos humanos:
“Todas las personas tienen derecho al más alto nivel posible de salud física y mental. Los países tienen la obligación legal de formular y aplicar leyes y políticas que garanticen el acceso universal a unos servicios de salud de calidad y aborden las causas profundas de las disparidades en materia de salud, incluidas la pobreza, la estigmatización y la discriminación”.
Sin embargo, a pesar de la obligación que tienen los países de garantizar este derecho fundamental, la realidad en México es que no se cumple ni en lo más elemental. Veamos.
¿Realmente la estrategia de una megafarmacia funcionará para abatir el desabasto de medicamentos en el país? ¿Cuál será el costo de llevar los medicamentos a cada estado?
El Diario Avanzada en su publicación del 1 de febrero de 2024, señala que se han presentado quejas por presuntas violaciones al derecho a la salud, y que estas se han convertido en la segunda razón más frecuente de denuncias presentadas ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos del Estado de Colima (CDHEC).
Además, advierte que en el último trimestre del año pasado se registró un total de 37 quejas presentadas por ciudadanos, donde alegan posibles violaciones a la salud. En 2023 se interpusieron 133 quejas relacionadas con este tipo de actos.
En 2023, la CDHEC emitió medidas cautelares a las autoridades sanitarias de Colima debido a su presunta actuación irregular en diversas instituciones. Se destaca una dirigida al Centro Estatal de Hemodiálisis por no brindar atención a una menor de edad, quien lamentablemente falleció días después. También se emitió una recomendación similar al Centro Estatal de Cancerología por la falta de entrega de medicamentos para tratamientos contra el cáncer.
Hasta dónde ha tenido que llegar la ciudadanía para hacer valer sus derechos. No sólo sus derechos constitucionales, sino sus derechos humanos, que son inalienables a cualquier persona y que están siendo violados flagrantemente por los Gobiernos federales y estatales; un verdadero crimen para el pueblo de México.
Por si esto fuera poco, el desabasto de medicamento sigue presentándose en las unidades y centros de salud de diversos municipios de Colima, donde los habitantes han manifestado en reiteradas ocasiones la falta de medicamentos en hospitales públicos. A pesar de que se diga lo contrario, la realidad ha hablado por sí sola.
El Gobierno Federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador, en el mes de diciembre, inauguró la “Megafarmacia del Bienestar”, un enorme almacén en Huehuetoca, Estado de México, en el que el Gobierno dice que habrá disponibilidad de todos los medicamentos para todas las enfermedades las 24 horas del día. El nuevo inmueble, ubicado en un predio de 45 hectáreas, funcionará como un nodo de distribución desde el que se enviarán a los centros de salud más remotos las medicinas que les falten para surtir las recetas médicas.
Bien por la iniciativa del presidente, pero ¿realmente esta estrategia funcionará para abatir el desabasto de medicamentos en el país? ¿Cuál será el costo de llevar los medicamentos a cada estado?
Por lo pronto, la realidad en Colima ya habló, y el desabasto y las quejas por violaciones en salud van en aumento.
Basta de simulaciones, el pueblo de México necesita abasto de medicamentos en cada hospital o clínica, una atención de calidad para ellos y sus hijos, y todas las atenciones que se necesiten para que tengan una vida duradera y de calidad. El derecho a la salud, es un derecho humano y está establecido en la constitución política y hagámoslo valer. Después, puede ser muy tarde.
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