Ya no es noticia, pero es la triste realidad. En titular de una nota informativa se lee lo siguiente: “la Embajada de Estados Unidos en México emitió una alerta de seguridad para Tijuana y Rosarito, Baja California”; a continuación, se explica que las autoridades estadounidenses señalan que, en esas localidades, existe la posibilidad de enfrentamientos entre organizaciones criminales y elementos de seguridad mexicana, tras el arresto de un destacado líder del crimen organizado, ocurrido el 2 de julio. Por ello, llamó a los ciudadanos estadounidenses a que esperen hasta que sea apostada mayor presencia policial mexicana en esas áreas.
Esta pequeña nota deja de relieve la situación que vive nuestro país, en materia de inseguridad, pues las cifras oficiales, aunque son alarmantes, la realidad muestra todavía una cruda inseguridad que se vive desde las calles de Tijuana, principalmente, hasta en las viviendas y negocios de los tijuanenses, quienes en constantes ocasiones son asaltados.
En Tijuana se cometieron al menos 4 mil 42 delitos en mayo del presente año, la cifra más alta de ilícitos registrados en un mes en los últimos 32 meses. De acuerdo al reporte mensual de incidencia delictiva de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de Baja California, la cifra más alta de delitos cometidos en un mes se registró en octubre de 2019, con 4 mil 198 delitos.
De igual forma, en el acumulado de los primeros cinco meses de 2022 destaca como el año con la incidencia delictiva más alta desde 2019. De enero a mayo se contabilizaron 17 mil 961 delitos cometidos en Tijuana, mientras que en el mismo periodo de 2021 la cifra fue de 17 mil 294. En 2020, la cifra de los delitos registrados en ese mismo periodo fue de 15 mil 981, en tanto que en los mismos meses de 2019 acumularon 17 mil 129.
Por otro lado, pero en el mismo sentido, Genaro De La Torre Quintanar, presidente del Comité Ciudadano de Seguridad Pública de Tijuana, dijo que la descoordinación de las fuerzas armadas, Guardia Nacional, Fiscalía General del Estado (FGE) y Policía Municipal provoca el aumento de delitos.
Esto es solo uno de los síntomas que sufre nuestro país y deja claro que las políticas del gobierno estatal y federal, en materia seguridad, han sido rebasadas, que como dijo ya alguien, ya no alcanzan los abrazos para tantos balazos que se presentan, que no es la corrupción la madre de todos los problemas, que es la pobreza y que es ésta a la que no se le quiere atacar de raíz, impulsando reformas para que las familias mexicanas vivan mejor.
Antorcha ha impulsado cuatro ejes por los que se pretende tener una vida más justa y decorosa, por un lado que existan empleos para todos y que estos a su vez sean bien pagados, que exista una política progresiva fiscal, es decir, que pague más quien gane más y que el erario se distribuya de una manera equitativa en obras y servicios, distribuir no es lo mismo que regalar o repartir, que el gobierno invierta en seguridad, en materia educativa, en salud, en obras y servicios para las colonias marginadas que no tienen agua.
Los ejes de Antorcha pretenden mejorar la calidad de vida de los mexicanos, atacar a la pobreza desde estos cuatro ejes para que de manera paralela se cambie el modelo económico que impera en nuestro país y que las reformas que existan estén verdaderamente encaminadas al beneficio del pueblo trabajador y no solo de un sector privilegiado.
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