Para la clase política de nuestro país ahora es una moda convertirse en candidatos, aspirantes, gobernantes con el dicho de que conocen la política y las necesidades de sus comunidades, la mayoría de ellos ahora incrustados en Morena se nombran defensores férreos de la democracia entre comillas, disfrazados de representantes del pueblo. Democracia que no es más que el resultado de una compra perversa de votos, favores, puestos y contratación pública, que sostiene a los mismos con las mismas, utilizando el discurso pobretón del cambio.
En la temporada de elecciones los asesores de los políticos son expertos en buscar cuidadosamente las mejores formas de manipular a los votantes, buscan nuevas formas y palabras de impacto para empujar el voto, utilizando sinónimos, seudónimos y eufemismos para publicitar
las actividades electorales de los precandidatos que sin más ni menos como los aspirantes ahora de Morena, violan la ley flagrantemente y hacen campaña proselitista con el presupuesto público.
Tal es el caso de nuestro gobernador Cuauhtémoc Blanco quien en días pasados anunció que solicitará licencia en los próximos días, con el propósito de participar en el proceso de selección de candidato de Morena para la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.
Es cierto que Cuauhtémoc, fue un personaje muy popular por su historial en el deporte, pero no más, en su ejercicio de gobierno podemos juzgar las acciones, su papel como gobernador es un desastre. De acuerdo con los datos que presentó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), sobre el ranking de aprobación de los gobernadores, que se mide de mayor a menor, Cuauhtémoc Blanco se posiciona en los últimos lugares de la lista con el 47.9%. de aceptación, Cuauhtémoc es el peor calificado.
Estos datos no son ociosos ni son ganas de molestar, los morelenses los califican así porque padecen falta de economía en sus ingresos, en Morelos no hay empleos, la salud está abandonada, en otro comunicado hemos dicho cómo los Morelenses se están muriendo por el Dengue porque en los centros de salud no hay ni paracetamol, somos de los Estados con mayor índice de mortandad por dengue porque la gente no tiene para cursarse de esta y muchas enfermedades curables.
En seguridad pública Morelos registró durante los primeros días de marzo, 30 asesinatos violentos y 170 en los tres primeros meses de este 2023, así lo reveló el titular de la Comisión Estatal de Seguridad (CES), José Antonio Ortiz Guarneros, quien señaló que es la cifra más alta en lo que va de la actual administración.
Los feminicidios que se registraron de enero a septiembre, fueron 28 casos, mataron a 28 mujeres solo por ser mujeres en 9 meses 3 por mes, cuando en todo 2021 fueron 24.
En obra pública para que los morelenses tengan una vida digna, no hay, al contrario; baches por todos lados, calles, avenidas y comunidades enteras obscuras por la falta de alumbrado público, no hay pavimentos, no se construyen drenajes, caminos, centros de salud, en la educación no se construyen escuelas, laboratorios, hay niños y jóvenes sin butacas, etc., la educación de los hijos
de los Morelenses está abandonada.
Las consignas que manejó Cuauhtémoc para llegar a la gubernatura de Morelos; de que no es un político, que es un ciudadano como todos, que viene desde abajo y por ello quiso gobernar para los morelenses quedaron en el olvido, las veces que la ciudadanía lo buscó para presentar sus necesidades y problemáticas nunca esta. ¿Dónde está el buen gobierno de Cuauhtémoc Blanco en Morelos?
Y así, con toda la desfachatez se quiere postular para gobernar la CDMX porque la gente de la CDMX lo quiere mucho, y lo peor es que el presidente de la República lo apapacha diciendo que es un buen gobernador aunque la realidad de los morelense sea otra, haya ellos.
Vemos una vez más cómo clase política sigue utilizando a una sociedad desinformada para seguirse conservando en el poder, el pueblo debe abrir los ojos, debe hacer valer su papel en la vida política, debe ser activa, no solo a la hora de proporcionar su voto de acuerdo con las posiciones ideológicas de los partidos políticos y sus candidatos, sino sobre todo para exigir a los políticos que cumplan con sus promesas de campaña; pero como el pueblo está desinformado, el pueblo se conforma y tiende a ser pasivo, y sujetos propensos a la manipulación de los medios de comunicación y de los políticos para que estos sigan cometiendo sus fechorías. El pueblo debe hacer realidad la consigna que utilizan los políticos de Justa distribución de la riqueza y no tienen más remedio que organizarse y luchar como clase.
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