Chimalhuacán, México.- La aceituna tiene su origen en Grecia y Asia Menor.Contiene altas cantidades de aceites esenciales como el omega-3 y omega-6, minerales y antioxidantes.En Chimalhuacán, su producción se ha convertido por muchas generaciones, en el sustento de varias familias que por años han creado productos derivados del olivo.
La décima edición de la Feria de la Aceituna representa para los habitantes chimalhuacanos, tradición gastronómica y cultural.Deseosos por probar los tamales que llevan el aceitoso y pequeño fruto, en la esquina de la avenida Hidalgo y Central, comenzaron a formarse un sinfín de personas para probar este tradicional platillo.El vapor que despide el tamal rodeado de hojas de maíz, envuelve un sabor ácido, amargo, dulce y salado a la vez, una combinación inexplicablemente especial y deliciosa.
En punto de las siete de la noche, orgulloso de lo que se ha logrado en el municipio, el presidente municipal César álvaro Ramírez cortó el listón que dio por inaugurada la feria anual.Reiteró en ese momento el apoyo que recibirán los productores de olivo, toda vez que en Chimalhuacán se cultivan doce tipos de aceituna con las que se elaboran diferentes productos como: aceite, paté, salsas, jabón, crema, vino, mismos que son exportados a diferentes estados de la república.
Por los pasillos de la muestra, se ven desfilar todo tipo de platillos: tortas de bacalao, sopes con aceitunas o con chicatana (hormiga voladora originaria de Oaxaca), tamales, ensaladas, platos de mole verde con pato, ahuautle (alimento prehispánico derivado del huevecillo de la chinche de agua llamada axayácatl), vasos de ponche, café y shots de mezcal; la feria de la aceituna es la pasarela perfecta de la gastronomía mexicana.
"México lindo y querido" en voz del mariachi municipal enmarcó la noche donde todos los presentes a coro con la canción, levantaron la voz con la frase "México lindo y querido, si muero lejos de ti, que digan que estoy dormido y que me traigan aquí".
Los barrios de Xochiaca y San Lorenzo tienen los asentamientos más antiguos y concurridos del municipio en árboles de olivo.El edil antorchista dio un recorrido por la feria de más de cincuenta productores de aceituna que por varias generaciones, le han dado el reconocimiento a nivel nacional por la riqueza gastronómica que posee Chimalhuacán.
Kasbah es una marca local que ha incorporado la venta de vino tinto, "es una cosecha joven con base de olivo", comentó uno de los expositores, al degustar, se percibe un sabor dulce y suave al paladar.La creatividad en este evento no deja de asombrar a los compradores que preguntan por la joyería que exhiben, los artesanos han utilizado el hueso de la aceituna, intercalado con cristales de colores para hacerlo más atractivo.
Durante el recorrido, se podía apreciar a las familias completas atendiendo cada uno de sus locales, fue sorprendente ver como mujeres, niños, jóvenes y personas de la tercera edad, todos nativos de Chimalhuacán, se involucran en este trabajo que lleva por lo menos 50 de magia y tradición.
Tres días en donde la décima edición de la Feria de la Aceituna ha recordado a los habitantes de la demarcación, la riqueza cultural que tiene el municipio y el trabajo que sigue realizando el Movimiento Antorchista por enaltecer nuestras tradiciones.
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