Hace algunos días el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó los resultados de la Encuesta Nacional Ingreso Gastos de los Hogares 2016 (ENIGH). Ese trabajo estadístico generó mucha polémica ya que algunos consultores políticos afirman que haber publicado esos datos en vísperas electorales es como un balazo en el pie para el partido en el gobierno y otros afirman que los datos no reflejan la realidad de la pobreza.
En fin, esa polémica política debería cambiarse por una discusión objetiva para cambiar el modelo económico, pues los datos que expone la ENIGH 2016 no son más que consecuencias de la injusta repartición de la riqueza y del modelo económico neoliberal en el que vivimos los mexicanos. Intentar explicar el documentos del INEGI desde un punto de vista en el que los culpables sean uno u otro partido político, o la corrupción, o cualquier culpable ajeno al modelo económico, es engañar al pueblo y ocultar las verdaderas causas de la pobreza en el país.
En resumen, la ENIGH es una encuesta que se realiza cada año para estimar cuánto recurso ingresa a los hogares y cuánto y en qué lo gastan trimestralmente; divide los sectores de medición en "Deciles" del I al X, de tal forma que el decil I lo ocupan los hogares con menor ingreso y el decil X lo ocupan los de mayor ingreso; se realizó en 81 mil hogares mexicanos y expone lo siguiente:
Los hogares del decil I tienen un ingreso trimestral de 6 mil 820 pesos; es decir, 2 mil 273 pesos al mes; mientras que el ingreso del decil X asciende a 160 mil 820, 53 mil 606 pesos al mes. El décimo decil captó 23 veces más ingresos que los del primero.
Los deciles del I al VII perciben 153 mil 287 pesos, es decir siete deciles tienen casi el mismo ingreso que los hogares del décimo (160 mil 820). Los hogares del décimo decil ingresan mil 876 pesos diarios, mientras que los del cuarto ingresan 233 pesos diarios. ¿Son suficientes 233 pesos diarios para vivir? Por supuesto que no es suficiente, suponiendo que los hogares sean de 4 a 5 personas, esa cantidad es para cubrir los rubros de alimentación y transporte, pero falta salud, recreación, vivienda, servicios básicos, etcétera; pero en los tres primero deciles los hogares no tienen ni para cubrir sus necesidades de alimentación.
No queda claro en la encuesta cuántos hogares mexicanos están ubicados en cada decil, tal vez por eso la polémica de que no refleja la realidad; pero ocupando el dato del INEGI de que en México hay 63 millones de pobres, más de la mitad del total de la población ocupan del I al V decil y solo menos del 10 por ciento de la población ocupa el último decil.
Todo este embrollo estadístico concluye que Antorcha tienen razón y le habla al pueblo con la verdad: el culpable de la pobreza en México es el modelo económico y su causa principal es la injusta repartición de la riqueza. La brecha social que divide a los deciles cada vez se agudiza más, ya que el ingreso del décimo en comparación al año 2008 aumento en 13 mil 915 y el ingreso del primer decil tuvo un raquítico aumento de 550 pesos, a diferencia del mismo año. Mientras unos ganan más y concentran más, otros ganan menos e incluso tienen que pagar más impuestos.
Por esa razón, Antorcha hace un llamado enérgico para que el pueblo se organice y luche para transformar este injusto modelo económico en el que la bestial concentración de la riqueza está sumiendo en la pobreza a más de la mitad de la población.
Necesitamos un modelo económico con empleo para todo aquel en edad y condiciones de trabajar, buenos salarios que aumenten el ingreso de los hogares para que tengan una vida digna, una política fiscal que no recargue el cobro de impuestos en los más desprotegidos y repartición equitativa del gasto social, que se invierta más donde más se necesita. Esto solo lo dice Antorcha, porque solo Antorcha sabe cómo acabar con la pobreza en México.
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