MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Construyamos un país con menos desigualdad social

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Si Dios hubiera conocido Chiapas, habría establecido el paraíso aquí, porque es una tierra rica en recursos naturales, en mares, minas, etcétera.

En contraparte, es el estado con más pobreza de todo el territorio nacional. Aunque a veces Guerrero nos supera, casi siempre somos la entidad con los índices más altos de pobreza.

Datos oficiales indican que Chiapas aporta al Producto Interno Bruto (PIB) del país solo el 1.9 % de la riqueza nacional. Además, somos un estado con carencias educativas, de salud y laborales, convirtiéndose en un lugar donde los jóvenes no encuentran oportunidades educativas, de empleo o trabajo.

La solución a la pobreza no está en cambiar de Gobierno o de partido, sino en que el propio pueblo, educado y concientizado, tome la iniciativa para construir un Gobierno donde las desigualdades vayan disminuyendo.

En consecuencia, la migración se ha agudizado. Actualmente, los jóvenes de las zonas indígenas como Norte, Altos o Bosques buscan empleo en los plantíos de uva o tomate en el desierto de Sonora o Sinaloa, en el norte del país. 

Otra parte de la migración se dirige a los Estados Unidos, pues aquí no hay oportunidades. Así, tenemos comunidades y municipios en extrema pobreza y falta de recursos, como indican los datos del Inegi o Coneval.

Ante las dolorosas consecuencias del sistema en que vivimos, el Movimiento Antorchista Nacional nació en 1974 con un solo objetivo: combatir la pobreza del país. 

Los antorchistas no tenemos enemigos personales ni buscamos pleitos, el único enemigo de Antorcha es la pobreza.

La forma de combatir la desigualdad es planteando que la riqueza se distribuya de manera equitativa, no regalando dinero o despensas, sino generando empleos, elevando el salario real y aumentando el gasto social en obras y servicios. También se propone un cobro escalonado de impuestos para que pague más quien gane más.

En México vive el hombre más rico del país, Carlos Slim, quien ha llegado a ocupar el lugar del hombre más rico del mundo. En 2024 se cumplirán trece años desde que Carlos Slim fue considerado el hombre más rico del mundo; ahora está en el lugar 11 del ranking. 

Si excluimos a los magnates de tecnología, el mexicano es el tercer empresario más rico, sólo por debajo de Bernard Arnault y Warren Buffett.

Revistas especializadas como Forbes en 2012 demostraron que unos pocos mexicanos conocen la fórmula para hacer negocios y aumentar su fortuna pese a los tiempos de crisis del país, evidenciando la elevada desigualdad en ingresos que el país arrastra desde hace décadas.

Hace doce años, Forbes estimaba su fortuna en 69 mil millones de dólares, ubicándolo por tercer año consecutivo en la primera posición global.

Carlos Slim Helú podría pagar la deuda bruta externa de México, que a enero de 2012 era de 62 mil 658.9 millones de dólares, según cifras de la Secretaría de Hacienda.

Entendiendo esto, podemos ver que existe una gran desigualdad: por un lado hay 92 millones de pobres y, por el otro, un hombre con una fortuna que no tienen 126 millones de mexicanos.

Por eso, los antorchistas sostenemos que debe haber una distribución equitativa de la riqueza; no es posible que haya tantos pobres en el país.

Los mexicanos necesitamos trabajo bien remunerado que nos permita alcanzar salud digna, vivienda y vestido. Nuestro país tiene las condiciones para lograrlo.

Sin embargo, la solución a nuestra pobreza y atraso no está en cambiar de Gobierno o de partido, pues ya nos han gobernado PRI, PAN, PRD y ahora Morena, y las cosas siguen igual. Los políticos son los mismos, solo cambian de color como un camaleón según el momento y la ocasión.

Entonces, ¿cuál es la solución? La solución a la pobreza debe ser obra del propio pueblo, de la gente educada, concientizada y con una idea clara de lo que quiere y persigue.

La tarea y objetivo es construir un Gobierno que disminuya las desigualdades. Los mexicanos enfrentamos las mismas dificultades, trabajamos todos los días y a veces regresamos con hambre porque lo poco que ganamos no alcanza. La canasta básica es cada vez más inalcanzable para las familias.

Invitamos a seguir organizados y unidos en torno a nuestro ideal, en busca de una patria más justa y equitativa para todos. Muestra de que podemos lograrlo son los países que han salido del atraso, como China y Rusia, así como otros países de Latinoamérica que luchan por construir un Gobierno con menos desigualdad social.

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