Ya no hay duda, cada día estamos peor.Es urgente que los mexicanos tomemos conciencia de lo que está pasando en el país, que promovamos la organización y la educación política del pueblo y que, por tanto, actuemos en consecuencia.No podemos seguir llevando al poder político de la nación a gente que, en nombre del pueblo y por el pueblo, como suelen decir, hagan todo cuanto creen y piensan, pero privilegiando siempre sus intereses facciosos y mezquinos.No olvidemos nunca que la prueba máxima de la verdad son siempre los hechos.Hoy, millones de mexicanos por todo el país sufren las consecuencias de lo que dijo ser la esperanza de México.
El razonamiento con el que comienzo este modesto trabajo, me lo inspiraron las recientes acciones de las señoras y señores Diputados del H.Congreso Local del Estado de Colima que, según dicen, se pasan legislando de día y de noche en nombre e interés supremo de todos los colimenses.Pues bien, resulta que hace poco más de tres días, la nota principal de casi todos los medios locales de difusión en el estado, fue el preludio, desarrollo y desenlace de todo un espectáculo, una especie de zafarrancho legislativo donde hubo de todo: plantones, secuestro de edificios, gritos, empujones, rasguños, mordidas y lágrimas reprimidas.Aun hoy, no sabemos a ciencia cierta cómo o cuándo terminará este desaguisado legislativo que crispa, confunde y avergüenza cada vez más a la opinión pública desprejuiciada.
Ante todo, digo que, a riesgo de equívoco involuntario, espero con mi opinión aportar un poco de claridad en este conflicto, que considero sintomático de lo que será la batalla electoral que se avecina.Para empezar, necesitamos recordar que, por obra y gracia del factor AMLO en la votación electoral pasada, un buen número de los votantes colimenses, decidieron que la mayoría y, por tanto, las decisiones principales del Congreso estuvieran en manos de los partidos Morena y PT, es decir, en manos de 14 de los 25 diputados finalmente electos.Con esta evidente mayoría legislativa inobjetable, la alianza proAMLO se había dedicado, hasta donde podía, a amedrentar, intimidar y someter a la administración priista del gobierno de José Ignacio Peralta y, de paso, a todos los ayuntamientos y organismos que no comulgaran ni se sometieran a la voluntad del señor presidente.Pero sucedió que, como suele pasar, a la larga en el Congreso se impuso también la experiencia sobre la inexperiencia legislativa de varios Diputados desprevenidos, sobre todo de la alianza proAMLO que, como dice el dicho: se sacaron "la rifa del tigre" y un día se volvieron diputados de la anoche a la mañana sin saber cómo, cuándo ni dónde.
El pretexto principal del zafarrancho armado por los Diputados, fue la solicitud que hizo el gobernador al Congreso, para adquirir un crédito por 740 millones de pesos, mismo que, según argumentó, aplicará en la culminación del centro estratégico de seguridad llamado C5i, en hacer frente a la contingencia del covid-19, y para culminar la rehabilitación del edificio del Palacio de Gobierno; obras para las que, también dijo, no se tienen recursos porque el Gobierno federal recortó lo ya presupuestado para el estado en el 2020.De ser cierto esto, como parece ser que lo es, con el recorte presupuestal aplicado por AMLO al gobierno priista de José Ignacio Peralta, se antoja pensar que, a estas alturas, negarle el crédito que solicita, significaría ahorcar financieramente a su gobierno, generándole infinidad de complicaciones de presupuesto, mismas que, seguramente también, generarían condiciones de ingobernabilidad y desprestigio, que aprovecharían a las mil maravillas los prospectos morenistas para hacer campaña electoral por la gubernatura.Es por esto que resultaba vital para Morena negar el crédito solicitado.
Pero como ya dije, al parecer a los ungidos por el "tsunami" no les salieron bien las cuentas.Según parece, los viejos zorros del viejo sistema les comieron el mandado a la mayoría proAMLO y ni cuenta se dieron, y se le desgranó la mazorca legislativa.El día 7 de julio, en una sede alterna fuertemente custodiados por la policía estatal, nueve diputados de la oposición, junto con cuatro diputados renegados de la alianza proAMLO, autorizaron al gobernador adquirir el crédito que necesita.Afuera del recito improvisado, seis diputados morenitas y cuatro del PT, ahora en minoría, culminaban su día en medio de rabietas, empujones y gritos airados de protesta.La cosa es clara, no estaba en juego sólo la autorización o no, de un crédito, sino algo mucho más preocupante: la mayoría de la alianza proAMLO en el Congreso, de cara a las próximas elecciones.Morena apostó por el zafarrancho y perdió hasta la mayoría, es decir, salió por lana y salió trasquilada.
Pero, para poder llegar a todo esto, los Diputados contrincantes, cada uno a su modo y forma, hicieron uso y abuso de la infalible palabra mágica que todo lo vence: el pueblo.Los unos, los "incorruptibles" (así decía en las camisetas que usaron para el zafarrancho), dijeron que negaban el crédito porque era una burla contra el pueblo.Los otros (¿los corruptibles?), que el crédito era necesario para apoyar al pueblo.Solo que olvidaron todos un petiti détal: Nunca nadie, con anticipación, pidió la opinión del pueblo.
Pero si alguna objeción se argumenta a lo que yo digo, entonces que digan los Diputados incorruptibles, hora en minoría, ¿dónde estaba el pueblo que dicen representar, cuando tuvieron ellos mismos que enfrentaban a empujones a los policías que resguardaban el recinto alterno? Si en verdad fuese interés del pueblo, como argumentan, el impedir la autorización del crédito como dicen, no habría sede alterna alguna que resultara inexpugnable ni policía suficiente que la resguardara.Pero, por otro lado, si en verdad fuese interés de todos los colimenses, por considerarlo en su beneficio, como aseguran los Diputados opositores, el conseguir la autorización del crédito que se alude, no se necesitaría la policía para resguardar tal acción en su favor.El pueblo siempre cuida, hasta con su vida, todo aquello que considera en provecho suyo.
Las conclusiones son claras: ahora ya sabemos que los Diputados de Morena y el PT, defenderán a mordidas y patadas lo que no puedan ganar por la buena legislando; que el gobierno de Nacho Peralta está en apuros, le urge el crédito para concluir su gobierno y lo va a conseguir cueste lo que cueste, justamente como hizo su antecesor.Y finalmente, que, como ya vimos, poco o nada importa a los Diputados la opinión del pueblo, cuando de contar dinero se trata, aunque se le invoque repetidamente en sus discursos.Pero no lo olvidemos, ya pronto elegiremos de nuevo.Podemos corregir.
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