MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Con un verdadero cambio mejorará la vida de los pobres

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La situación en Chiapas continua de mal en peor, así se aprecia en los municipios y más agudamente en las comunidades de las zonas rurales.  Aquí algunos datos de la situación en el estado, en el periodo de 2018 a 2020, consultado en el informe 2021 del CONEVAL. 

Los pobres en Chiapas aumentaron, al pasar de 4 millones 166 mil a 4 millones 218 mil, de los cuales, 1 millón 623 mil estaban en pobreza extrema, en contraste no son pobres ni vulnerables solo 397 mil 200 chiapanecos (7.1 por ciento de la población). 

La privación social aumentó en 400 mil personas (pasó de 2 millones 417 mil 500 pasó a 2 millones 817 mil 500) que tuvieron, cuando menos, 3 carencias sociales; el rezago educativo aumentó de 31.2 a 32.5 de la población; las carencias por acceso a los servicios de salud tuvo un aumento de 1 millón 132 mil 900 personas que se quedaron sin  atención, en plena pandemia (por la desaparición del Seguro Popular), alcanzando al 37.40 por ciento de la población; en carencias por acceso a la alimentación nutritiva y de calidad, aunque baja, pasó de 25.7 a 24.5 por ciento, esta afecta a 1 millón 369 mil 600 chiapanecos; la carencia por acceso a los servicios básicos de la vivienda aumentó de 3 millones 50 mil 500 a 3 millones 120 mil 300, es decir, esta carencia afecta a más del 50 por ciento de la población; la población con un ingreso inferior a la línea de pobreza por ingresos también aumentó y alcanzó a 4 millones 401 mil 400 en el estado, es decir ronda el 80 por ciento de los 5 millones 543 mil habitantes de Chiapas. 

Además, seguimos sin superar el desempleo; “Chiapas tiene cifras alarmantes en el índice total de participación laboral que podría estar reflejando un 56.7 por ciento, lo cual representa una tasa de desempleo poco menor a la mitad de la población” ( sie7edechiapas.com, 19 de junio 2021). 

La tasa de analfabetismo de Chiapas, en 2020, fue 13.6 por ciento de la población y presentamos el más bajo aprovechamiento escolar; en desigualdad “en Chiapas, el 10 por ciento de los hogares de menores ingresos (primer decil) tuvieron un ingreso promedio trimestral de 6 mil 860 pesos en 2020 (2 mil 286 pesos al mes), mientras que el 10 por ciento de los hogares de mayores ingresos (décimo decil) tuvieron un ingreso promedio trimestral de 95 mil 400 pesos en el mismo periodo”, portal datamexico.org 2021 con datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH). Estos datos nos dicen que hace falta un cambio a favor del pueblo, de la gente trabajadora. Ya nos dimos cuenta de que con un cambio de partido o con una Cuarta Transformación la situación para las mayorías empeora, por más que se diga que se trabaja para los pobres, los hechos demuestran lo contrario.

Hace falta un verdadero cambio, pero ese cambio tiene que ser de modelo económico, puesto en marcha por otra clase en el poder, un nuevo proyecto de país que sí tome en cuenta a la clase trabajadora del país, no solo a la hora del voto, sino que le incluya en el propio gobierno para que intervenga en las decisiones cotidianas que tienen que ver con sus intereses. Lo que hemos visto con los últimos gobiernos es una simulación de cambio, solo en el discurso, pero nada más, con las alternancias del año 2000 y luego de 2018, hubo cambio de personajes, no así de políticas que se tradujeran en mejoras reales del pueblo, el último gobierno que tomara en cuenta al pueblo y actuara con él y para él fue el del Gral. Lázaro Cárdenas en el ya lejano 1940. 

Urge, entonces, emprender un nuevo derrotero, y la propuesta más consecuente y más viable la propone el Movimiento Antorchista o Antorcha Campesina, sobre que un nuevo gobierno debe tener una autentica representación y participación popular, en segundo lugar poner en práctica los cuatro puntos de su proyecto: trabajar en la creación de empleo para quien tenga posibilidades de trabajar; una elevación sustancial de los salarios que cubran las necesidades de la familia trabajadora; reorientación del gasto público hacia los sectores más marginados; y, una reforma fiscal progresiva que grave proporcionalmente las grandes utilidades y no castigue a los sectores de menores ingresos. Todo esto respaldado con la organización popular y con su vigilancia a través de canales de participación en donde se haga efectiva la voz del pueblo. Necesariamente se debe poner en marcha un plan para hacer productivo y competitivo al país, con un capitalismo moderno y a la altura de los países más avanzados del mundo, aprovechando las ventajas naturales que nos ofrece nuestra tierra y de la tenaz fuerza laboral de los mexicanos, ahora aprovechada en los países del norte como EE. UU o Canadá.

La gente de Chiapas se caracteriza por organizarse y participar activamente en las decisiones que tienen que ver con las acciones del gobierno en sus municipios y sus comunidades, pero hasta la fecha son pocos los resultados pues se necesita que en los niveles superiores del gobierno permita efectivamente la participación de los pueblos, ya que en la actualidad desde arriba se decide qué darle a la gente, en qué cantidad y cada cuanto tiempo; así, programas como sembrando vida, apoyo a los adultos mayores o las becas bienestar no logran sacar de la miseria a los pueblos originarios. 

Urge, por tanto, unirnos en torno a un verdadero proyecto de cambio, uno distinto al de los partidos tradicionales, que ya demostraron que no trabajan para el pueblo, por un proyecto pensado, ejecutado y defendido por el pueblo organizado y ese proyecto no puede ser otro que el del Movimiento Antorchista.  

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