Los tiempos electorales han pasado y de casi 90 millones de mexicanos con credencial de votar, el 1º de julio asistieron por propia voluntad a ejercer su derecho al sufragio más de 55 millones. Un tercio de ciudadanos votó por el ganador y dos tercios votaron por otro o simplemente no fueron a las urnas. Así de sencillos son los números. Tenemos presidente electo por los votos de un tercio del total de electores del país y un tercio no hace mayoría, lo cual no es, para nada, motivo para hacer algarabía exagerada debido a intereses por demás evidentes.
Digo lo anterior porque los partidarios del ganador andan desatados. Personajes que han cobrado relevancia nacional como Javier Jiménez Espriú, próximo Secretario de Comunicaciones en el gabinete morenista, amenaza con echar abajo el proyecto y lo que lleva de avance el Centro Estratégico de Recuperación Ambiental del Oriente (CERAO), por el que vienen luchando sin descanso desde 12 hace años cientos de miles de habitantes de Chimalhuacán, municipio mexiquense en el oriente del Valle de México. Jiménez Espriú declaró hace poco a la prensa que "se revisara con lupa el porqué se regalaron a Chimalhuacán 200 hectáreas de terrenos federales vecinos a los terrenos del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM).
No es la primera vez ni la única que se rompen lanzas contra el CERAO. Cuando se dio a conocer que el congreso del Estado de México autorizaba después de nueve largos años de cubrir minuciosamente en tiempo y forma las exigencias establecidas en las leyes y ordenamientos legales actuales, adjudicar al municipio de Chimalhuacán a través de sus autoridades, 200 de las 800 hectáreas de terrenos salitrosos solicitadas originalmente para este proyecto municipal, el panista Luege Tamargo, personaje de triste memoria en la Comisión Nacional de Agua (CONAGUA) en el gobierno de Felipe Calderon atacó en la prensa nacional con todo lo que tuvo a la mano, lo que él llamó con todas sus letras, "regalo del gobierno mexiquense a los corruptos líderes de Antorcha Campesina". Ni un pelo en la lengua tuvo para su infundio y canallada.
Alguna senadora importante del PRD también al unísono en aquella ocasión sumó su voz exigiendo que se cancelara ese "regalo" hecho, según ella, "a los antorchistas". Sin embargo, el CERAO, para los 800 mil chimalhuacanos que se benefician con esas 200 hectáreas de terreno las cosas son completamente diferentes.
A su completa realización dará empleo bien remunerado a 40 mil trabajadores, técnicos y científicos para un municipio como Chimalhuacán castigado sin industria y una población ansiosa de empleos y mayores salarios y que debe salir a buscar la vida a tres horas de ida de sus hogares. Para ello contará con un Parque Industrial perteneciente al municipio y de nadie mas, de 150 hectáreas donde empresas no contaminantes nacionales y extranjeras, amables con el medio ambiente darán el apoyo con mano de obra altamente calificada a los servicios que requiera el funcionamiento del pujante Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México que distará unos cuantos kilómetros de distancia. En otras 20 hectáreas se construye, con 30% de avance, la Universidad Politécnica para formar con alta preparación académica y científica a los torrentes de técnicos que necesite el Parque Industrial, y las otras 30 hectáreas son destinadas a una Unidad Deportiva en toda forma, con lo que queda completa una obra de punta que envuelve el conocimiento de excelencia, la creación de 40 mil empleos con buenos salarios y la actividad lúdica de la competencia física. Será sin duda alguna la primera y quizá única en el país que reúna las condiciones de un país de avanzada.
Este proyecto revolucionario de Chimalhuacán es atacado ahora por panistas morenistas encumbrados. Desde el año dos mil el Movimiento Antorchistas gobierna de manera ejemplar y sin interrupción este municipio y desde entonces ha vencido, con el apoyo de las fuerzas progresistas del lugar en tan sólo 18 años de lucha organizada, graves lacras que detenían su progreso; a vencido al cacicazgo feroz y asesino de La Loba, al grado de que hoy se puede hablar de obra pública y servicios municipales a la vista: calles bien pavimentadas, aceras y camellones, escuelas a todos los niveles, hospitales, centros de salud, centros deportivos, auditorios, un planetario, el segundo más grande de México y América Latina, y varios etcéteras; los logros palpables y asombrosos que ha sufrido Chimalhuacán en beneficio de toda la población trabajadora, nadie que no sea calumniador, ni mentiroso puede negarlo. Hoy este gobierno antorchista que ha mostrado con hechos su enorme progreso, seguramente defenderá con valentía y entereza su CERAO y los dos millones de antorchistas del país responderemos cuando nuestros hermanos de lucha de Chimalhuacán nos llame en su apoyo.
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