Chetumal, Quintana Roo.- Integrantes del pleno antorchista de la colonia La Esperanza se reunieron para estudiar y formarse en el conocimiento de la realidad y la identificación de los problemas sociales que se vive cotidianamente en las colonias abandonadas por parte de las autoridades gubernamentales, pues solo a través del conocimiento podrán analizar y participar en la toma de decisiones para mejorar su entorno social.
María de los Ángeles Jiménez Hernández, integrante del comité antorchista, comentó que “es muy enriquecedor estar estudiando y conocer porque están pasando las cosas en nuestro entorno y cómo pudieran ser mejor y sobre todo saber que las injusticias y la pobreza que se vive no es lo normal, aunque así no los quiera hacer creer el gobierno y los políticos, porque ellos tienen la obligación de cuidar y vigilar que los intereses y garantías del pueblo sean respetados, y que si no lo hace bien, el pueblo tiene el derecho de manifestarse en contra para hacer valer su voz”.
Isaías Góngora González, líder antorchista en Othón P. Blanco, comentó que para Antorcha es importante educar y organizar al pueblo para que juntos con una misma fuerza y en un mismo sentido la voluntad del pueblo se manifieste y así ser capaz de transformar y mejorar la calidad de vida de cada familia de Quintana Roo, principalmente de las familias más marginadas que viven en condiciones de pobreza a causa de la irresponsabilidad del gobierno porque no cumple con su deber de garantizar bienestar social a todos los ciudadanos.
Los colonos reflexionaron sobre el artículo del maestro Aquiles Córdova Morán denominado “El Derecho a la Organización”, en donde se reflexiona que, “…aunque de dientes para fuera el gobierno reconoce públicamente que toda soberanía y todo poder emanan del pueblo, que el gobierno y su poder no tienen otra justificación que servir a su pueblo y garantizar la paz y el bienestar de los ciudadanos, en la práctica, en las oficinas públicas hacen todo lo contrario, donde se toman decisiones arbitrarias y en contra de los derechos de los ciudadanos, y dicen que el acto de ejercer el derecho de manifestación y de protesta es un desafío al poder del gobierno, por lo tanto, el gobierno puede sofocar la manifestación”.
“Pero esto es un error, el pueblo, la gente común y corriente, debe saber, por eso, que organizarse y protestar no es ningún delito, aunque así se lo digan y machaquen todos los días funcionarios insensibles, sino uno de sus fundamentales derechos individuales, por tanto debemos decidirnos a ejercerlo con fuerza, si no queremos vernos aplastados por los poderosos”.
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