Ante la falta de estrategias efectivas en materia de seguridad pública, pues la estrategia federal de abrazos y no balazos es a todas luces fallida, Chilpancingo, capital del estado de Guerrero, inició este 2024 con el asesinato de al menos cuatro personas, tres en plena vía pública y una más en un conocido salón de eventos, en menos de 24 horas, todos con impactos de arma de fuego y sin ningún detenido, pues las autoridades encargadas de la impartición de justicia, se dedican a acordonar áreas y anunciar el inicio de las respectivas carpetas de investigación.
A los asesinatos, se suman los desplazamientos y las desapariciones forzadas de personas, que parecen no tener fin. Los gobiernos, federal, encabezado por el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador; estatal, a cargo de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda y municipal, presidido por la alcaldesa Norma Otilia Hernández Martínez, los tres de Morena, hacen caso omiso a este problema que mantiene en alerta a la población guerrerense, sumida en la indefensión y a merced de la delincuencia.
La presidenta municipal Norma Otilia Hernández optó por abandonar su cargo para buscar una senaduría, sin importarle que, en varias ocasiones se ha colocado como la peor alcaldesa de las 32 capitales del país, como publicó un estudio realizado por “México Elije”, con el propósito de conocer el ranking de aprobación de los presidentes municipales de las capitales de la república mexicana y sin interesarle dejar un Chilpancingo repleto de inseguridad, basura y sin servicios públicos como agua potable y recolección de basura, eso sí, fanfarroneando la rehabilitación de espacios públicos, como la alameda “Francisco Granados Maldonado”, las plazoletas de los barrios San Antonio y San Francisco, la construcción de la primera Rotonda de las Mujeres Ilustres del estado de Guerrero, entre otros, que efectivamente, brindan una buena imagen a la ciudad, aunque hay prioridades.
Cierto que, los foquitos instalados en plazas y parques públicos embellecen la ciudad, pero no inhiben la violencia que sigue tiñendo de rojo a Chilpancingo, al estado y al país, mientras las autoridades están enfocadas en las elecciones de junio de 2024, las más grandes de la historia de México, ya que además del presidente de la república, se elegirán 500 diputados, 128 senadores y otros 19,634 cargos de elección popular en las 32 entidades del país.
En Chilpancingo y en todo Guerrero, se vive a diario la pesadilla de la violencia, afortunadamente los guerrerenses que están conscientes de la realidad política, tienen en sus manos la posibilidad de cambiar la situación actual y lograr la tan anhelada paz, más allá de las dádivas del gobierno federal para asegurar el voto y la continuidad de Morena que, en este sexenio, dejará un México resquebrajado y teñido en sangre.
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