Fue durante su reciente gira por Coahuila este 3 y 4 de mayo, que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, volvió a lanzar ataques en contra del Movimiento Antorchista, ya parece disco rayado, porque a casi todos los eventos que asiste siempre dice lo mismo y ataca a los antorchistas de una vil manera, usando siempre sobrenombres como la "Antorcha mundial".
Desde los primeros días del nuevo gobierno que encabeza López Obrador, se ha ensañado con desprestigiar a la organización y acusar a los líderes de ser "intermediarios", "chantajistas","corruptos".
Lo que el señor presidente quiere es desprestigiar, crear la desconfianza de los militantes antorchistas sobre sus líderes ante las acciones de protesta y la ausencia de soluciones a las demandas de miles de mexicanos organizados en el antorchismo.
En sus 45 años de existencia, el antorchismo ha logrado cambiar la vida de muchas poblaciones, destacadamente las comunidades rurales de Tecomatlán y Huitzilan de Serdán en Puebla, al igual que Chimalhuacán e Ixtapaluca, municipios mexiquenses conurbados a la capital de la República. Más allá de las mejoras en la infraestructura de todo tipo, ha promovido instituciones educativas, deportivas y artísticas. Nadie promueve entre el pueblo pobre las artes y el deporte como lo hace Antorcha en cada uno de sus centros de trabajo.
A lo largo de todo este tiempo, el Movimiento Antorchista no ha traicionado ni traicionará sus ideales y los activistas que son la columna vertebral de este movimiento social que aglutina hoy en día a más de 3 millones de mexicanos honrados y comprometidos con los más pobres de nuestro país estamos guiados por el maestro Aquiles Córdova Morán, hombre muy inteligente y capaz que formó a esta organización y que la ha sabido conducir como la más fuerte y vigorosa con columnas firmes.
Lo que el señor obrador debería de hacer es respetar a los más de 3 millones de mexicanos que no están cometiendo ningún delito al luchar por mejores condiciones de vida y cumpla con las demandas de la gente pobre que más lo necesita.
Son miles de mexicanos que reclaman servicios básicos como agua potable, luz eléctrica, caminos, hospitales, escuelas, drenaje y demás obras que vengan a mejorar sus condiciones de vida.
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