Los apagones en Yucatán ya no son novedad, pero ponen en evidencia el rezago energético en el que se encuentra la Península desde hace más de una década. Los desperfectos en la red de energía de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que ocasionan los constantes cortes del suministro eléctrico ya han sido rebasados por la queja ciudadana y ahora se suman las empresas.
Al menos unas 80 mil familias de 30 ciudades de la región peninsular resultaron afectadas por los apagones y cortes de energía eléctrica en las últimas dos semanas, por lo que se han presentado serios daños a la salud de la población ante la falta del servicio eléctrico en horarios matutinos y nocturnos, expuestos al inclemente calor superior a 40 grados Celsius y sensación térmica de hasta 53 grados; por su parte, el sector empresarial de Yucatán reclama ya pérdidas millonarias por las caídas del servicio, situaciones que han desencadenado una serie de manifestaciones en contra de la CFE.
Especialistas advierten que esto es solamente el inicio, ya que estas afectaciones se prolongarán durante el verano. Recientemente, Santiago Villagómez Martínez, especialista y consultor en temas energéticos, afirmó que en los últimos cinco años los apagones y reportes de cortes de energía eléctrica en el país han aumentado un cien por ciento debido a la falta de recursos de la dependencia federal para atender los servicios de operación y que, de continuar esta situación de falta de mantenimiento y nuevas líneas de energía eléctrica, pronto se incrementarán los cortes de energía y los apagones.
El especialista y consultor recalcó que las únicas inversiones previstas en 2024, por parte de la CFE para la Península son dos cables subterráneos para Cozumel y Holbox (Quintana Roo), pero esto no beneficia en nada al suministro de energía para los tres Estados de la región, por lo que los apagones en Yucatán y el resto de la Península, seguirán aumentando.
Por su parte, la presidenta del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Beatriz Gómory Correa, acusó que la CFE ha quedado rebasada por los numerosos reportes de cortes de energía, sobre cargas debido a la demanda de electricidad en horas pico de calor, así como por los problemas que se han presentado en micro y pequeñas empresas donde un apagón representa serios daños económicos irrecuperables. Sostuvo que se necesita que la empresa federal invierta para modernizar sus líneas de transmisión y distribución para responder a las necesidades de los usuarios.
En este ir y venir, a pesar de que la CFE afirma que garantiza el abasto de energía eléctrica para toda la república, habitantes de la Península de Yucatán y de otras entidades federativas como Nuevo León, Tabasco, Veracruz, Tamaulipas, Sonora y Sinaloa, entre otras, reportan que esto no es cierto y que han padecido apagones hasta de tres días.
Por tanto, es comprensible la reacción de enojo y exigencia de la población que paga por el servicio de energía eléctrica sin recibir el beneficio, ya que los costos de ésta han aumentado y, por ende, exigen un mejor servicio. La falta de electricidad afecta tanto a empresas como a la población en general. Los constantes apagones generan afectaciones económicas en los hogares y negocios; en el ámbito familiar no hay descanso confortable, adecuado y necesario, además los alimentos se echan a perder, lo que significa un golpe al bolsillo de los hogares, falta de agua por la imposibilidad de poner en marcha los sistemas de bombeo; en las escuelas que no cuentan con aires acondicionados o carecen de agua potable, alumnos y maestros no pueden laborar; pequeñas y grandes empresas sufren pérdidas cuantiosas de las que nadie se hace cargo
Así, con frecuentes apagones y una intensa ola de calor que asolan a distintas zonas del país entre ellas la Península de Yucatán, desde inicios de junio han puesto contra las cuerdas al sistema eléctrico. La noche del pasado martes 20 de junio, el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) reportó que el sistema eléctrico entró en estado de alerta por el incremento de la demanda de energía sobre todo en la región peninsular, central y occidental.
Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador, dijo en su conferencia matutina de este miércoles que no hay problema en el sistema eléctrico y que el suministro está garantizado, además de que el comunicado del Cenace es de rutina y acusó de sensacionalismo a algunos medios que reportaron la alerta.
"Esto no es información, esto no es periodismo, en sentido estricto, esto es manipulación porque este periódico representa al grupo conservador, reaccionario, en este país", manifestó.
Quienes vivimos y sufrimos los apagones de energía eléctrica, sabemos que eso no es así, que no hay tal sensacionalismo de grupos conservadores, que la situación es sumamente grave y que es obligación del gobierno, en concreto de la CFE tomar cartas en el asunto para contrarrestar los daños que sufre la población. El problema lo han expuesto los especialistas y han dado opiniones al respecto de cómo resolverlos; falta de inversión pública por parte de la CFE y modernizar las redes de transmisión ya que el problema no recae en la generación eléctrica sino en la distribución del insumo.
Considerar el problema como un evento de rutina y de sensacionalismo es ignorar el sufrimiento y padecimiento de millones de mexicanos afectados física y económicamente, donde la mayoría de estos está constituida por las clases trabajadoras, esas que siempre terminan pagando las políticas equivocadas y erradas de los gobiernos en turno, aún de esos que pregona como preocupación primordial el bienestar de los pobres, como es el caso del gobierno de la autodenominada Cuarta Transformación.
Hechos como estos, nos recuerdan la urgencia de constituir una verdadera organización popular que incida en la corrección de los destinos de nuestra Patria. Mexicanos, la realidad toca nuevamente nuestra puerta.
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