Cientos de colonos y campesinos provenientes de San Pedro, Parras, Acuña, Francisco I. Madero, Torreón, General Cepeda, Monclova, Matamoros y Viesca, desde muy tempranas horas de este jueves 15 de febrero del 2024, y representando al antorchismo coahuilense, comenzó su arribo a la capital.
Pablo Pérez Garcia, dirigente estatal del antorchismo, los encabezó al congregarse afuera del palacio de Gobierno, a cargo del priista Manolo Jiménez Salinas, actual gobernador del estado.
Tras una breve manifestación totalmente pacífica y respetuosa, con cartulinas y banderas color rojo, los antorchistas coreaban consignas afuera del palacio, donde hicieron entrega formal a Óscar Pimentel, secretario de Gobierno, del documento que contiene sus demandas. Además de encontrarse dentro del marco legal, estas son de carácter estrictamente necesario y urgente para el desarrollo y bienestar de los habitantes de pueblos y colonias marginados en el estado.
Con los recortes al presupuesto que ha impuesto a capricho el presidente de la república, por los que se ha visto gravemente afectado el pueblo coahuilense.
Entre las demandas de los antorchistas, se encuentran la pavimentación de tramos carreteros, así como de calles en colonias y pueblos marginados; perforación y equipamiento de pozos de agua; el apoyo al campo mediante la dotación de implementos agrícolas a campesinos humildes que los requieren, y semilla de maíz y frijol para siembra; el apoyo a la salud con atención, medicamentos y traslados a centros hospitalarios cuando lo necesite un paciente que por su grave situación de vulnerabilidad corre el riesgo de perder hasta la vida si no se le brinda la ayuda; el apoyo en materia de educación para estudiantes, profesores e instituciones que lo precisan; apoyos alimentarios, apoyo a la vivienda; así como la regularización de colonias de precaristas, entre otras, (todo debidamente puntualizado con precisión en el documento).
Sin la intervención del Gobierno, quien administra el dinero público de todos los coahuilenses en representación de la ciudadanía, todas esas cuestiones no pueden salir adelante.
En estos tiempos es más que evidente la necesidad de los apoyos, tanto que hasta los recientes estudios del Coneval (Consejo Nacional Para la Evaluación de las Políticas de Desarrollo Social) han revelado que a pesar de todos los programas electoreros implementados por el Gobierno de la 4T, de apoyos directos a la gente en edad de votar, no han surtido el efecto prometido, y la pobreza a secas, junto con la pobreza extrema, ha crecido en todo el país.
Todas las demandas planteadas en el pliego petitorio 2024 tienen un carácter reivindicatorio que beneficiará no a los antorchistas en particular, ni como individuos ni como grupo, sino a las comunidades, incluso a municipios enteros, que requieren de la intervención directa del Gobierno del estado para que se puedan resolver las necesidades más apremiantes de su población humilde y marginada.
Con los recortes al presupuesto que ha impuesto a capricho el presidente de la república, por los que se ha visto gravemente afectado el pueblo coahuilense, es ahora más urgente la pronta intervención del Gobierno del estado para atender las necesidades que el pueblo le plantea.
El Movimiento Antorchista, como lo ha hecho a lo largo de casi 50 años de lucha, seguirá siendo quien respalde a las familias más vulnerables en la lucha por la erradicación definitiva y radical de la pobreza en nuestro país.
Por ello, es momento de organizarse y luchar por mejores condiciones de vida para la gente pobre. El antorchismo coahuilense seguirá luchando para que se cumpla con los puntos enlistados en el pliego petitorio.
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