Prácticamente todo lo ha profanado el sistema neoliberal y su insaciable ansia de ganancia, todo lo ha convertido en mercancía, incluso lo más sublime no ha escapado a esta profanación; hoy en día todo es susceptible de comprarse y se venderse, desde una mercancía cualquiera hasta el "amor", el honor, la lealtad, etc. Y, obviamente, para tener clientes dispuestos a adquirir todo lo que la sociedad produce, es indispensable hacer seres humanos a modo y para ello, a su vez, ha sido indispensable instrumentar una campaña de manipulación permanentemente a través de todos los mecanismos que el propio sistema se ha erigido para ello: medios masivos de comunicación, escuelas (de todos los niveles), gobiernos, etc., etc. Ha sido indispensable formar un hombre egoísta, consumista y que considere que su desarrollo o progreso personal sólo está en saber y presumir cuánto gana y de qué comodidades disfruta, aunque esta formación lo aleje más del concepto de ser humano y lo acerque al del animal.
Y, como parte precisamente de esta manipulación que hace al individuo insensible y a veces incapaz de conocer o de disfrutar las grandes y verdaderas creaciones artísticas, el arte tampoco escapa a esta utilización como mercancía, nos venden basura por arte. Generalmente los gustos por el cine, el teatro, la poesía o la música, no son propios, sino que nos los han formado los medios de comunicación, en particular la televisión y la radio; nos gusta lo que vemos en la televisión o escuchamos en la radio. Pero, eso que vemos o escuchamos, que la industria cinematográfica o radiofónica, etc. nos lo mete por los ojos y los oídos, no es con el propósito de educarnos, de aculturarnos, de formar nuestro buen gusto, de hacer individuos capaces de disfrutar una buena pieza musical, por ejemplo, sino que lo hacen con el claro objetivo de obtener la máxima ganancia a través de vendernos todo lo relacionado con esa música. Y, desgraciadamente, la mayoría somos victimas de toda la basura que nos dan como arte, viendo y oyendo verdadera bazofia, pero fundamentalmente, la victima mayor es nuestra juventud.
Actualmente se nos presentan verdaderos adefesios como piezas artísticas, por ejemplo, en el caso de la música se confunde la verdadera música con ruidos infernales, que mas bien estropean el buen sentido y el oído, y hace que florezcan en nuestros jóvenes no los sentimientos más sublimes, sino aquellos que están más cerca al estado animal y que provocan que se les remuevan esos instintos y llevan a la juventud al desenfreno, a las drogas, al alcohol, etc. Es decir, este tipo de "música" en lugar de mejorar al hombre, de perfeccionarlo, lo pervierte, envilece y lo aleja del camino productivo y de su esencia humana. En Antorcha estamos convencidos de que el hombre necesita hacer arte, que necesita pintar, bailar, cantar, etc., y por eso organizamos eventos artísticos a lo largo y ancho del país. Sabemos que toda actividad artística, creadora, es indispensable para el ser humano, pues es una manera de expresar lo que siente, de vivir, de imaginar y cristalizar su pensamiento. El hombre canta porque necesita manifestar su sentimiento de dolor, de alegría o de nostalgia; y porque el canto, la música, también es un grito de libertad, Antorcha canta.
Porque en Antorcha queremos un mundo mejor, porque queremos una patria justa, sin hambre y sin ignorancia necesitamos un hombre nuevo, capaz de sentir en lo más profundo de su alma el dolor ajeno y disponer su brazo para aliviarlo: "Por eso el Movimiento Antorchista no puede realizar su tarea política, no puede crear un país nuevo, limpio y revolucionario sin la ayuda del artista, sin cultivar el arte y la cultura, porque estaríamos mancos, cojos y tuertos y eso nos pondría en desventaja ante nuestros enemigos de clase. Para que podamos dar la pelea en serio y podamos ganarla a corto plazo, necesitamos tener los dos pies, los dos brazos y los dos ojos; necesitamos la lucha política, pero también necesitamos, con igual urgencia y necesidad, el trabajo artístico. Necesitamos la luz del arte, de la verdad que revela el arte, de la emoción que despierta el arte; necesitamos ser hombres nuevos gracias al arte, para crear una patria nueva. He aquí la grandeza del arte". ACM
Por eso Antorcha realiza durante todo el año distintos eventos culturales de baile, poesía, teatro y música, y cada dos años su grandiosa Espartaqueada Cultural. Y como cada año, en el último fin de semana del otoñal noviembre, toca el turno al Concurso Nacional de Voces, en el magnifico teatro Gota de Plata, en la ciudad de Pachuca, Hidalgo. Los días sábado 26 y domingo 27 del presente desfilarán por este hermoso escenario alrededor de 200 participantes, solistas, que seguramente nos harán vibrar con sus melodiosas voces interpretando lo mejor del bolero y de la música ranchera. Está usted invitado.
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