MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Ante la falta de soluciones, la lucha del pueblo organizado

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Como lo hemos denunciado de manera puntual a la opinión pública, desde octubre de 2018, los yucatecos organizados en el Movimiento Antorchista en la entidad, acudimos en ese entonces ante la nueva administración estatal encabezada por el licenciado Mauricio Vila Dosal, con la finalidad de hacer llegar a él las demandas más sentidas de los yucatecos humildes adheridos a nuestra organización, contenidas en un modesto pliego petitorio. Desde entonces hemos acudido de manera reiterada a muchas reuniones con algunos funcionarios, los cuales se han comprometido a darle seguimiento y encontrar un canal para la solución de los problemas planteados.

            Pero han pasado tres años, cinco meses y tres semanas de este Gobierno y los funcionarios estatales, encargados de dar solución “argumentan” que no hay recursos o simplemente no dan la cara y los funcionarios menores que nos han atendido, aunque de palabra muestran “preocupación”, en los hechos, tampoco hacen nada. Salta a la vista que los argumentos con los que se rechazan las peticiones de la gente humilde, no se explican solamente por la carencia de recursos sino en buena medida, por la total falta de simpatía y de vocación personal hacia una política de corte esencialmente popular.

            Por eso, pero sobre todo porque las condiciones de pobreza y desigualdad se han agudizado en el país y por ende en el Estado, los antorchistas, desde inicios de este año, acudimos en comisiones a la sede del Poder Ejecutivo estatal, solicitando la intervención directa del señor Gobernador, toda vez que es él, quien puede y está en posibilidades de resolver las sentidas demandas de miles de familias de comunidades y colonias marginadas de diferentes municipios.

            Para nadie es secreto que la pobreza en Yucatán se incrementó de 2018 a 2020, que la mitad de la población es pobre, la cifra es inédita: un millón 156 mil 900 yucatecos (49.5%) sufren carencias de acceso a los servicios de salud, rezago educativo, de seguridad social, falta de vivienda, servicios básicos, de alimentación nutritiva y de calidad y que además, la pandemia agravó los ingresos de las familias, mismos que disminuyeron en 1.8 por ciento, mientras que a nivel nacional fue de 0.9 por ciento, impidiendo que puedan adquirir la canasta básica.

            Tan sólo en Mérida, la capital del Estado, de acuerdo a las estadísticas del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), de 2018 a 2020, 17 mil 380 meridanos cayeron en pobreza, para sumar 241 mil 515, es decir, el 25.7 por ciento del total de su población es pobre, además, 27 mil 572 viven en pobreza extrema. Aquí la principal carencia está relacionada con el número de personas que viven por debajo de la línea de pobreza por ingresos; a la gente no le alcanza para adquirir ni los productos de la canasta alimentaria.

            Si a esto le agregamos el agravamiento de las condiciones materiales ocasionadas por la pandemia, que puso de manifiesto de manera brutal los padecimientos de grandes sectores de la población; se entiende el surgimiento de núcleos poblacionales irregulares principalmente en el sur de la capital, compuestos por gente humilde que al perder su empleo o al ver disminuido su salario se vieron imposibilitados para seguir pagando una renta o bien por cuestiones sanitarias no pudieron seguir hacinados en los hogares en los que vivían de arrimados. Dicha situación pone de manifiesto, la urgencia de atender la sentida demanda de cientos de familias que, de manera organizada, solicitan la intervención del Gobierno del Estado para la adquisición y regularización de dichos predios.

            En Kanasín, municipio conurbado a Mérida y el segundo más poblado de Yucatán; desde hace cinco años, habitantes de distintas colonias, requieren ante las autoridades estatales en turno, el reconocimiento oficial de la preparatoria de nueva creación “Felipe Carrillo Puerto”, toda vez que el único Colegio de Bachilleres existente no resuelve la demanda de educación media superior, además de su lejanía para jóvenes de colonias aledañas. También en este municipio, habitantes de las colonias Cecilio Chi y Leona Vicario, que compraron sus lotes con el Ejido del mismo nombre, desde hace más de diez años, piden la regularización de las mismas para que puedan acceder a los servicios básicos de agua potable, electrificación, calles, escuelas, por mencionar algunas, y tener la certeza jurídica que acabe con la reventa de terrenos, que en últimas fechas se ha convertido en el pan de cada día.

            El resto de las demandas expuestas por los antorchistas yucatecos: vivienda, baños, cocinas, techos, pisos de cemento, electrificaciones, aguas potables, pavimentaciones de calles, insumos, herramientas e implementos para campesinos y apicultores, paquetes de materiales para artesanos, maíz para consumo y despensas, entre otras, se distribuyen entre miles de familias del interior del Estado, que necesitan respuestas positivas urgentes.

             Ante la falta de soluciones y la cerrazón de funcionarios del Gobierno estatal que se niegan a resolver nuestras justas demandas, el antorchismo yucateco, inició una campaña de movilizaciones y denuncia a través de mítines, volantes y pintas, mismas que daremos seguimiento el próximo miércoles 23 de los corrientes, con la realización de cadenas humanas en las cabeceras municipales de Mérida, Kanasín, Tizimín, Valladolid, Izamal y Peto, en donde reiteraremos nuestra petición de que el Gobernador del Estado intervenga en la materialización de nuestras peticiones.

            Ignorar el clamor popular, no acabará con los problemas, por el contrario, éstos se profundizarán cada vez más y el descontento social crecerá. Los problemas que aquejan a las clases trabajadoras en el Estado, requieren del accionar progresista de sus gobernantes y no de ocurrencias disparatadas; seguir a pie juntillas la política del Gobierno federal en la creencia de que el problema principal de este país es la corrupción y las organizaciones, y que sólo hay que combatir a éstas para acabar con la pobreza, la marginación, el hambre, la insalubridad, etc., es falso y después de más de la mitad de su gestión recorrida, la actual administración estatal debería haberlo comprobado.

En los tiempos que corren, resulta un gravísimo error tratar al pueblo con despotismo e indiferencia, la mínima sensibilidad política aconseja que lo que se requiere es de funcionarios que aborden los problemas con inteligencia, que resuelvan y que convenzan a los peticionarios de que cuentan, cuando menos, con la comprensión y la simpatía de sus gobernantes.

            Llamamos al titular del Poder Ejecutivo, Lic. Mauricio Vila Dosal a que nos escuche o en su caso, gire las indicaciones necesarias al personal que él considere competente para aterrizar las soluciones; en tanto esto no ocurra, el pueblo organizado seguirá luchando hasta lograr las soluciones necesarias. ¡Pueblo pobre de Yucatán, organízate y lucha para conquistar una vida digna y decorosa!

 

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