El presidente de México abandonó a los tabasqueños en su desgracia. Esto no es nuevo. Es la misma actitud que tenido ante todos los problemas que afectan al país.
Sobre la crisis económica que ha dejado sin trabajo ni pan a millones de habitantes, López Obrador dice que no es importante y que vamos bien. El hambre y la carencia de alimentos en las mesas de los mexicanos nos dicen que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) miente.
Sobre el coronavirus, que ha matado a más de 105 mil mexicanos, López Obrador afirmó que no era mortal y que la gente saliera a las calles.
Y así podemos hablar de la inseguridad, de las malas políticas de educación digital, de la cancelación de programas para los humildes y de un largo etcétera de males.
Ahora, los tabasqueños sufren el desastre de la inundación, provocada, según la confesión del presidente, por una decisión suya: es decir, el presidente decidió inundar a las comunidades más humildes para salvar a Villahermosa, aunque en realidad se trató de salvar a la refinería de Dos Bocas, según lo han denunciado los analistas.
Y no previó albergues ni evacuación ni despensas o cobijas para los miles de afectados. Nada. Desde la presidencia de la República, la ayuda ha sido nula.
Pueblos enteros están convertidos en lagunas y cerca de 370 mil tabasqueños se han quedado sin hogares y sin todo aquello que, a lo largo de una vida de trabajo y sudor, habían adquirido.
Mucha gente piensa que es solo un desastre natural. Pero lo cierto es que las lluvias intensas que hoy ahogan al estado son fenómenos naturales, pero su afectación a la vida de los humanos no es inevitable. El gobierno de la República pudo ayudar construyendo la infraestructura necesaria que evite, de una vez y para siempre, que cada cierto tiempo los tabasqueños sufran con este problema.
Es necesario destinar recursos dinerarios, especialistas competentes para planear las obras y un gobierno que se proponga solucionar. Eso, actualmente, no existe.
En Puebla, Morena y Barbosa hacen exactamente lo mismo, no saben resolver los problemas y siguen la política de AMLO: "gobernar” desde una conferencia mañanera que no resuelve absolutamente nada y que es usada para atacar a los enemigos políticos de Morena. Barbosa ha sumido a Puebla en la pobreza, en la inseguridad, en la carencia de obras y sus pésimas decisiones han llevado al estado a tener más de cinco mil muertos por coronavirus.
Es decir, Morena, en todos los niveles (presidencia de la República, diputados, senadores, secretarías de estado, gobernadores o alcaldes), demuestra que no tienen ni idea de cómo gobernar. AMLO, Barbosa, Biestro, Claudia Rivera o cualquier político morenista son el ejemplo de la ineptitud absoluta.
Esto es un ejemplo más de por qué, en el 2021, los mexicanos no deben votar por ellos. Su pésima práctica de gobierno le enseña a México que no saben gobernar.
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