La calidad educativa en Quintana Roo continúa con serias deficiencias, tanto en lo académico como en infraestructura; dos razones por las que el desarrollo cognitivo de los estudiantes de los diferentes niveles de educación se ve afectado, provocando rezago y, sobre todo, deserción escolar.
Qué difícil es enseñar y aprender cuando las condiciones no son las óptimas, e injustamente es lo que está ocurriendo con los maestros y alumnos donde las características de sus aulas no son adecuadas y mucho menos en la temporada más calurosa del año, lo que dificulta la enseñanza y aprendizaje.
Aunque la Secretaría de Educación de Quintana Roo emitió un comunicado en el que señala algunas recomendaciones que pueden ayudar a prevenir algunas problemáticas mayores que afecte al estudiantado, a estas alturas, evidentemente, no es la solución del problema, porque hace falta infraestructura, no recomendaciones porque en esta situación por la que atraviesan los estudiantes, las recomendaciones no ayuda en absolutamente nada.
Si bien es cierto que, en esta temporada de calor, evitar actividades en espacios abiertos, mantener las ventanas abiertas, acudir con un bote de agua para hidratarse y el uso de ropa ligera puede ayudar a mantenerse más fresco, lo que estudiantado verdaderamente necesita es que sus aulas tengan las condiciones óptimas, que ya no haya hacinamiento, y los maestros tengan las condiciones mínimas para poder enseñar.
De acuerdo con las palabras del secretario de Educación de Quintana Roo, Carlos Gorocica Moreno, en lo que va de la temporada no se ha reportado ningún caso médico de algún estudiante que esté relacionado con las altas temperaturas, aún así, sí debe considerarse la aplicación de medidas más drásticas como recortar el horario escolar como en otras entidades del país, pero nada dice sobre mejorar la infraestructura educativa del estado, sobre todo en las zonas marginadas.
Es evidente que en las instituciones que no tienen aire acondicionado, que es la inmensa mayoría, el recibir e impartir clases es agotador, y aún peor en escuelas donde carecen de ventiladores e incluso de energía eléctrica.
Y haciendo referencia de nueva cuenta, a la mala calidad educativa, es conocimiento de todos que lo que se espera de la actual matrícula estudiantil son trabajadores, mano de obra barata que apenas sea útil para alguna pequeña o mediana empresa y que fácilmente puede ser reemplazado por otro de esos estudiantes que bien o mal terminaron algún nivel académico.
Por tal razón, es importante que ante estas cuestiones sí se tomen medidas que realmente protejan la integridad de todos, y claramente esto puede ser previamente, la ola de calor ya está y seguirán dándose en los siguientes años, lo que realmente aquí puede ayudar es que las condiciones de cada unidad esté en óptimas condiciones para estas temporadas.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario