MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Al pueblo pan y circo ¿nueva política del gobierno cordobés?

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Remontémonos a la historia de la famosa expresión de al pueblo pan y circo. Dicha frase tiene más de dos mil años y surge en la Roma imperial, donde los emperadores entretenían al pueblo con grandes y repetidas fiestas. El Coliseo, por ejemplo, fue construido para celebrar una serie de fiestas y espectáculos que duraban 100 días; leones y gladiadores servían de diversión a una sociedad donde predominaba el control y sometimiento de los esclavos, miseria y total ausencia de derechos del pueblo, mientras los emperadores vivían con excesos, riquezas y movidos por la ambición de poder.

Es por ello, que el propósito de la frase se traduce como: mantener controlada y enajenada a una sociedad oprimida, donde quienes gobiernan tienen el poder absoluto. Recordemos a Julio César, cuyo objetivo principal era incrementar su poder, le daba circo al pueblo y muchos espectáculos con el propósito de mantenerlos contentos en su miseria.

Seguramente muchos de los gobernantes se sienten identificados con alguno de estos emperadores, caracterizados por una ambición desmedida de poder, y recurriendo, como en el Imperio Romano, a los espectáculos para mantener contentos a los desposeídos; tal es el claro ejemplo de la ciudad de los 30 caballeros, en donde, en estos días precisamente, se ofreció el festival “Reborn Fest” en conmemoración de los 201 años de la firma de los Tratados de Córdoba.

Cierto que a la gente le agradan las distracciones, bailar con Junior Klan, Tierra Sagrada, escuchar a Dharius, Lupillo Rivera, Kabah, y reír con Guerra de Chistes. Y probablemente, más de uno se sienta agraviado al criticar este estilo circense y populista de hacer política; pero es nuestra obligación sostener que los cordobeses merecemos verdaderos resultados por parte de quienes ostentan el poder, compromisos y acciones efectivas de quienes fueron electos, que garanticen un avance real en nuestra ciudad, que se mejore la calidad de vida de los habitantes, que dejemos de ser cordobalas o cordobaches. En pleno 2022, los cordobeses no estamos para que nos den pan y circo. 

En contra parte de este circo, en las orillas de nuestra ciudad se desatan enfrentamientos armados, los regidores se golpean durante los conciertos, la encuesta “Ranking Mitofsky Capítulo: Alcaldes de México” posiciona a Juan Martínez Flores en el lugar 129 con “Baja Aprobación” por parte de los cordobeses, las oficinas de limpia pública ubicadas en la colonia Paraíso convirtiéndose en un basurero al aire libre, decenas de baches en la ciudad, miles de familias sin alumbrado público, un municipio sin verdadera obra pública, falta de agua potable, y así, un sinfín de necesidades elementales, es decir, continúa predominando una mayoría de ciudadanos empobrecidos, excluidos, con empleos de mala calidad, con servicios insuficientes, y gobernantes encumbrados que viven en la abundancia y con excesos, preocupados por derrochar dinero en eventos que están destinados al fracaso.

Es escalofriante a los niveles que hemos llegado, cómo puede ser que, ante tal grado, las autoridades se mantengan impasibles e inalterables, y que quienes fueron electos nos estén ofreciendo circo en vez de soluciones. Cierto que la pobreza y desigualdad es una brecha difícil de cerrar, que se dejó crecer y hoy parece inmanejable, pero el problema es que ni el intento se hace por brindarnos una mejor calidad de vida a los ciudadanos.

Córdoba, es una ciudad que produce riqueza en comercio, servicios y agricultura, sin embargo, padece de una desigualdad social, con habitantes empobrecidos que viven en su mayoría con dos o tres salarios mínimos. Frente a estos problemas lo que ocupamos no son emperadores ni circo, ni se debe repetir la fórmula del Imperio Romano de mantener enajenado y sojuzgado a un pueblo con grandes fiestas y espectáculos, claro ejemplo, el "Reborn Fest” decía yo, el cual resultó ser un rotundo fracaso y de última hora tuvieron que hacer gratis el acceso, lo que le costó a los cordobeses 6 millones 496 mil pesos.

Es decir, el ejercicio de gobierno en la actualidad requiere de visión, compromiso y acciones encaminadas a mejorar la calidad de vida de sus habitantes, la desigualdad y exclusión social, la carencia de servicios básicos, de empleos de calidad, entre otros. Hace miles de años el circo dejó de ser la respuesta que el pueblo demanda. Hoy ni emperadores ni circo hacen falta, lo que se necesita es resultados. Y me permito afirmar esto, porque basta leer los comentarios de la gente en las redes sociales, pronunciados en contra del espectáculo montado por el Ayuntamiento, con comentarios como: “esos 6 millones caerían de perlas para los baches de la ciudad. Pero como siempre, el gobierno prefiere hacer circo y faramalla en lugar de trabajar”, fue lo que expresó Daniel Morales, respecto al monto total designado. 

Sabemos que las necesidades de los más pobres son muchas y la respuesta de los funcionarios, son las mismas, negar solución a las obras y problemas de la gente; pero ya llegó el momento en que se pongan por delante los intereses de la mayoría, porque los que están llegando al poder no lo harán.

El pueblo resiente cada vez más la carestía de la vida, la falta de trabajo, los raquíticos salarios, la falta de programas de apoyo, entre otros. Por estas razones, y, ante una descomposición cada vez más acelerada del sistema, por el incremento de la pobreza en México y las pocas posibilidades de vivir dignamente, la clase trabajadora necesita organizarse y luchar, para combatir la pobreza en todas sus manifestaciones, cambiando el modelo económico, que lo único que provoca es hambre, miseria y muerte. Cumplamos con nuestro papel histórico, organizando al pueblo y educándolo. 

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