Como sabemos, desde su origen el hombre ha estado siempre ligado a la producción, es resultado de ella; por eso vemos como se ha hecho de vivienda, de ropa, calzado, etcétera, todo lo que requiere para satisfacer sus necesidades más elementales, siempre buscando vivir en mejores condiciones.
Pero en nuestra sociedad, la sociedad capitalista, ahí donde se nos presiona para que aceptemos un mundo donde unos pocos concentran inmensas fortunas (teniendo todas las ventajas que les da el tener dinero) verdaderamente insultantes, mientras la inmensa mayoría de los ciudadanos no tienen nada, viven mal y con muchas carencias; en esta sociedad tan desigual la gente no es feliz, porque la vida no es solo trabajar y trabajar sin disfrutar de la vida, del descanso, de la buena salud y alimentación, y por qué no, de gozar de los placeres del arte, la literatura y muchas otras cosas más.
En la vida el hombre no vive así. Veamos una nota de mundo.sputniknews.com del día 10 de mayo sobre lo que está pasando en Estados Unidos, el “modelo de sociedad” para el mundo que dice, “Durante el primer año de la crisis sanitaria, la cifra de fallecimientos a causa de disparos por armas de fuego alcanzó un nivel nunca antes visto en Estados Unidos, de acuerdo con el último reporte oficial de las autoridades sanitarias de ese país. Los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC) registraron un incremento histórico en la cantidad de personas que murieron en suelo estadounidense por esa razón.
Según las autoridades, este aumento sin precedentes podría deberse a dos factores: los confinamientos derivados de la pandemia de covid-19 y la expansión de los niveles de pobreza entre la población.
En 2020, Estados Unidos registró 19.350 homicidios por armas de fuego, es decir, 35% más que el año anterior, de acuerdo con el informe más reciente de los CDC. Además, los suicidios también aumentaron en 1,5%. Las autoridades sanitarias estiman que, ese mismo año, 24.245 personas se quitaron la vida.
En total, de acuerdo con información del diario The New York Times, más de 45.000 personas murieron en Estados Unidos en hechos relacionados con un arma de fuego. En el informe de los CDC también se destaca que la venta de armas creció en Estados Unidos durante los confinamientos de la pandemia.
Las tiendas de armas vendieron más de 2 millones de armas de fuego en Estados Unidos en enero de 2021, 75% más que las 1.2 millones de armas vendidas en el mismo mes de 2020, de acuerdo con cifras de la Federación Nacional de Deportes de Tiro (NSSF, por sus siglas en inglés).
Desde hace más de un cuarto de siglo, Estados Unidos no registraba una tasa de homicidios tan alta. Con el más reciente reporte, este indicador se sitúa en 6,1 homicidios por cada 100.000 habitantes. Se trata de un aumento histórico, ya que la tasa ha alcanzado el nivel más alto en más de 25 años” admitió Debra E. Houry, subdirectora de los CDC, en conferencia de prensa.”
La nota es clara, la sociedad norteamericana no puede ser feliz si tiene miles y miles de muertos por homicidios por armas de fuego, así como también tantos suicidios, y no puede ser otro el resultado si su clase gobernante vive de la venta de armas sin importarles la vida de los ciudadanos; es una sociedad donde aumenta la población que vive en la pobreza, que han perdido su vivienda, que sufre de violencia intrafamiliar y que igualmente sufre de los ataques de la policía, como se da contra los grupos minoritarios en ese país..
Eso pasa en EE. UU, pero aquí en México estamos peor. Acaba de aparecer “La Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) que da a conocer la percepción de la población sobre la seguridad pública. En marzo de 2022, 66.2% de la población de 18 años y más consideró que es inseguro vivir en su ciudad. Inegi.org.mx del 19 de abril.” Casi el 70% de nuestra gente se siente insegura, esto no es poco, la situación es grave.
¿Por qué nuestra gente se siente insegura? Pues porque la inseguridad se ha disparado como nunca antes se había visto.
Presentaré algunos datos que confirman la opinión de la gente, “Del 1 de diciembre de 2018 al 30 de noviembre del 2021, primer trienio de la actual administración, México registró 105.804 víctimas de asesinato. Se trata de una cifra difícil de valorar por su rotundidad, porque no hay periodo comparable en la historia reciente, ni siquiera los peores años del sexenio de Felipe Calderón (2006-2012), que emprendió la llamada guerra contra el narcotráfico. Elpais.com del día 26 de diciembre de 2021.
“El feminicidio, que es la a forma más extrema de violencia contra la mujer, rebasó por primera vez las 1,000 muertes en un año. En 2021 se reportaron 1,004 feminicidios, la cifra más alta desde el 2015, año desde el cual tiene registro el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).” política.expansion.mx del 26 de enero de 2022.
Aunque nos falta meter el asesinato a periodistas, el robo, lesiones, secuestro, etcétera, estos dos ejemplos puestos aquí nos revelan la realidad en que vivimos los mexicanos, donde la seguridad pública se ha desatendido por completo dejando indefensa a los ciudadanos y a merced de los delincuentes. A la falta de trabajo, de mejor salario, salud y de vivienda de los mexicanos se suma ahora el de la inseguridad.
Pues a pesar de tantas muertes, de escuchar de la misma gente que vive con miedo y temor, el presidente de México aún se atreve a decir que nuestra gente vive feliz. Él cree que está haciendo bien las cosas, los datos expresan lo contrario, bien haría el pueblo en reflexionar y analizar que la sociedad diferente que tanto prometió, nomás no se ve, ahora vivimos peor, en medio de la inseguridad.
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