El día primero de julio se anunciaba que desde Chiapas salía otra caravana de migrantes, los medios contabilizaban dos mil personas entre niños, jóvenes y adultos. Nuevamente comienza el viacrucis para miles de centroamericanos en su mayoría, y así a lo largo de este sexenio ha sido recurrente este peregrinar de personas que buscan mejorar su calidad de vida y las de sus familias.
Los mexicanos no están exentos de esto, porque ahí mismo van también paisanos buscando el tan famoso sueño americano, que muchas de las veces termina siendo pesadilla.
En nuestro país, el tema de los migrantes es de importancia positiva o negativa. El discurso oficial cambia dependiendo las circunstancias y del ánimo del presidente. Si recordamos al inicio de su mandato, Andrés Manuel López Obrador prometió dar paso libre por el territorio nacional a todos los migrantes para llegar a estados unidos, meses más tarde fue obligado a cerrar las fronteras y blindarlas con la guardia nacional para frenar el grandísimo número de personas que a la invitación produjo so pena de elevar aranceles.
Este fue el punto que terminó de agravar esta lamentable, y a veces inhumana, situación, los miles y miles de migrantes que buscan una mejor calidad de vida. Aquí no debemos olvidar también los miles de mexicanos que o por la violencia que se agudiza en sus comunidades o porque solo buscan mejores condiciones de vida, pero terminan emprendiendo el viaje.
Así el discurso y las acciones del presidente hacia las caravanas son de desprecio, de represión, los encargados de migración han sido captados muchas y muchas veces violando los derechos de estas personas, golpeándolos, acinándolos, manteniéndolos en condiciones precarias mientas sus trámites duran días, semanas, meses y no resuelven, ellos, los migrantes, con la intención de obtener documentación que les permita transitar por el país libremente llegan a esos lugares y se encuentran con estas condiciones.
En mi opinión se debería de regular su situación, tratarlos como lo que son, seres humanos que buscan una mejor calidad de vida y que en la medida de lo posible garantizarles un paso libre y seguro por el territorio nacional, porque si no se hace de esta manera, el crimen organizado tomará el lugar y se agudizará cada vez más la situación que acarrea el tráfico de personas y los carteles obtendrán más ganancias y con ello más control.
En contrapartida, cuando se trata de ingresos monetarios de remesas, mismas que son mandadas por una gran cantidad de personas que precisamente cruzaron a estados unidos de esta misma forma, pero ellos si corrieron con buena suerte, el presidente los alaba, felicita y los encumbra, porque a decir de él, ellos si le hacen un bien al país.
Esto viene a cuenta porque nuevamente se ha vuelto a romper el récord en la entrada de dinero por este concepto, pero el presidente una y otra vez lo toma como un gran logro pero se olvida precisamente del sacrificio que tuvieron que pasar para poder lograr hacer eso, y como ha quedado dicho, nuestros paisanos mandan cantidades más grandes de dinero a sus familias en México es porque el país no anda bien, la economía de las familias cada es más precaria, la canasta básica subió de precio, los salarios no alcanzan, la inflación va a la alta y el dinero que gana ya no es suficiente. Así más que un logro es un síntoma de que el país no anda bien y que las estrategias del presidente deberían de cambiar.
Al presidente le deberían de bastar los muertos que en estos días aparecieron en la frontera dentro de un tráiler donde había mexicanos, los tantos y tantos muertos en el desierto por falta de agua y alimentos, que son abandonados por los traficantes; eso debería bastar para hacer un análisis tanto de sus políticas como de conciencia y saber si se está actuando de la manera más correcta hacia estas problemáticas sociales y dejar de lado los intereses políticos, que al fin de cuentas, ¿No se ha autoproclamado el presidente más humanista de todos los tiempos? Debería entonces hacer uso de este humanismo de una vez por todas y resolver los problemas que aquejan a la población mexicana.
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