A principios de año, en medios de comunicación estatales, se dio a conocer la inconformidad de los maestros de educación artística en el estado, ya que, a pesar de tener muchos años enseñando actividades artísticas en secundarias públicas, no se les ha basificado. La nota decía que “más de 20 profesores de secundaria que imparten la asignatura de artes, denunciaron que han sido abandonados por las autoridades locales; … algunos de ellos tienen hasta 30 años de servicio, y no tienen bases; además de que les pagan salarios inferiores a otros docentes”.
Los docentes de artes aseguran que se les ha negado la oportunidad de mejorar sus condiciones laborales desde la entrada en vigor de la derogada Ley de Servicio Profesional Docente, en 2013. A pesar de que esta ley fue derogada, ellos siguen sin obtener su base laboral y sus derechos como docentes se ven amenazados. En respuesta al reclamo, les han quitado horas de trabajo y han recibido amenazas e intimidaciones, acusaron.
A finales del mes pasado, aparecieron nuevas denuncias de que “ya concluyó el segundo trimestre del ciclo escolar 2022-2023, y las escuelas en breve entregarán reportes de evaluación; en los cuales la gran mayoría de estudiantes de secundaria, no contará con nota en desarrollo artístico y creatividad, pero de manera autoritaria y arbitraria girarán instrucciones para que se les coloque una nota aprobatoria al alumno, sin haber proporcionado el recurso para la adquisición de un conocimiento”, con lo cual, acusan, “la Secretaría de Educación de Campeche, el Gobierno del estado y la Secretaría de Educación Pública estarían violentando los derechos de estudiantes de secundaria de la entidad al dejarlos en lo que va del ciclo escolar sin docentes de artes; pero asignarles una nota aprobatoria a pesar de no ofrecerles los conocimientos de esta asignatura; ya que por mala planeación, mala distribución de recursos económicos, por apatía y desinterés, dejaron a todas las escuelas secundarias de la entidad, con la mitad de sus grupos sin docentes de artes”.
Los justificados reclamos de los profesores de educación artística no han recibido respuesta satisfactoria, aunque no se sabe en qué podría terminar el asunto, pero, mientras, los otros afectados son también los jóvenes de Secundaria quienes se ven privados de su derecho a la cultura y a la adquisición de habilidades en este terreno, cuyo cumplimiento es obligación constitucional del gobierno.
No, no es exageración, nuestra carta magna establece como obligación constitucional, que los funcionarios juraron respetar y hacer respetar, en el artículo 4º, “Toda persona tiene derecho al acceso a la cultura y al disfrute de los bienes y servicios que presta el Estado en la materia, así como el ejercicio de sus derechos culturales. El Estado promoverá los medios para la difusión y desarrollo de la cultura, atendiendo a la diversidad cultural en todas sus manifestaciones y expresiones con pleno respeto a la libertad creativa. La ley establecerá los mecanismos para el acceso y participación a cualquier manifestación cultural.”
Y en su artículo tercero dice que “toda persona tiene derecho a la educación. El Estado -federación, estados, y municipios- impartirá y garantizará la educación inicial, preescolar, primaria, secundaria, media superior y superior”, y que “Los planes y programas de estudio tendrán … una orientación integral, por lo que se incluirá el conocimiento de las ciencias y humanidades: … la educación física, el deporte, las artes…”
Sí, el gobierno sí está obligado a pagar maestros de educación artística y al no hacerlo viola la Ley y atenta contra los derechos de nuestros hijos y los nuestros.
Además, el gobierno paga (o debería pagar) a los maestros, con el dinero de todos los mexicanos. Ya se sabe, pero se lo recuerdo, todos los mexicanos pagamos impuestos y de ahí sale el dinero que gasta (o malgasta) el Presidente y todo el Gobierno. Pero es precisamente la clase trabajadora, los más pobres, los que más impuestos pagan. Los ingresos programados del gobierno en 2022 fueron de 7 billones 88 mil 250 millones de pesos, de estos el 72 por ciento lo ponen los pobres, pues el 28 por ciento restante lo ponen las empresas, los ricos (el 15 por ciento), o lo pide prestado el gobierno (13 por ciento).
Aunque, si tomamos en cuenta que el impuesto que pagan las empresas sale en última instancia del trabajo no pagado a los obreros, el que se apropian los empresarios por ser dueños de los medios de producción, resulta que los trabajadores ponen el 87 por ciento de los ingresos, y como los intereses de la deuda (y toda la deuda) la pagamos también los trabajadores, el 100 por ciento de los ingresos del gobierno los pone el pueblo pobre. ¿Con qué derecho o argumento el gobierno les niega a los estudiantes de secundaria un maestro de educación artística?
No lo hay, el gobierno debe hacerse cargo de que los estudiantes reciban educación integral, que incluya el conocimiento de las artes.
Nosotros los antorchistas lo tenemos claro y quisiéramos que todos los campechanos lo vieran con esa misma claridad y, además, también siempre les hemos declarado que esa formación integral es necesaria no solamente para cultivo de las artes, sino para que nuestros hijos sean hombres y mujeres cabales, y se forjen como buenos ciudadanos, con una visión universal que los eleve más allá de su realidad inmediata, los haga vislumbrar un mundo mejor, más justo, más equitativo, así como los caminos y medios para llegar a él y le forje el espíritu para desear y decidirse a lograrlo para él y para sus seres queridos.
Por eso la promoción del gusto y la práctica de las actividades culturales y las artes, además del deporte y las ciencias, es fundamental en el trabajo que realizamos día y noche todos los antorchistas en todos los lugares en los que trabajamos.
En ese mismo sentido se realiza, por ejemplo, la creación de talleres de educación artística que realizamos los artistas antorchistas en todo el país, como los que se están desarrollando en las colonias y poblados más pobres del estado de Campeche (y de todo el Sureste) por parte de los integrantes de la Comisión Cultural Regional del Movimiento Antorchista, que lo hacen de manera voluntaria, sin pedir nada a cambio. Pero todos estos argumentos que doy demuestran que no solamente se debe quedar en eso, sino que es correcto luchar por que los gobiernos (federal, estatal y municipal) inviertan recursos y los destinen para pagar salarios a maestros y entrenadores, en la construcción de instalaciones adecuadas y el equipamiento de estas para la promoción de todas estas actividades, con lo cual estaremos haciendo respetar nuestras leyes, en beneficio indiscutible y legítimo de quienes pagamos con nuestro trabajo todo el funcionamiento del país.
Hacer respetar los derechos de los maestros de educación artística y de los estudiantes mismos, apoyar los esfuerzos de quienes promueven el arte y la cultura, destinar recursos a instalaciones y equipamiento para que esto se pueda hacer, luchar por todo esto es una lucha correcta, es legal y es legítima, moralmente correcta, y los antorchistas campechanos (amas de casa, campesinos, trabajadores, estudiantes pobres) debemos tenerlo claro, para seguir adelante y persistir hasta triunfar.
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