Desde que entró al poder el gobierno que dijo que “primero los pobres” se ha mostrado la verdadera cara de la falsa esperanza, pues han sido primero los pobres quienes han pagado los platos rotos por las pésimas decisiones de este gobierno, empezando por la creación del nuevo sistema de salud que lo que resultó ser, fue la carencia de medicinas y servicios para los que menos tiene, apegado a ello el cierre de guarderías y la enorme inflación que se disparó como nunca antes, provocando que cada vez menos, las familias puedan adquirir la canasta básica.
Uno de los golpes al pueblo mexicano, y el cuál el antorchismo nacional se opuso, fue la eliminación del Ramo 23, rubro del Presupuesto de Egresos de la Federación que destina recursos para obras de impacto social, lo que marginó todavía más los pueblos y colonias que no cuentan con infraestructura como puentes, espacios públicos, servicios, entre otros.
Dicho presupuesto se ha venido recortando, destinando más recursos a programas asistenciales que lo único que generan es pobreza, así lo ha demostrado la historia, pues cada año lo único que se ha generado son votos comprados para el partido en el poder, sin desarrollar verdaderamente la calidad de vida de los mexicanos.
Es indignante ver cómo viven los bajacalifornianos en condiciones tan denigrantes, en una de las ciudades que han tenido un desarrollo de maquilas que se ven en muy pocos estados, y que en contraste existen colonias sin agua potable, calles sin alumbrado público, sin drenaje, zonas donde no existen escuelas de nivel básico y sin otros muchos servicios que tanta falta les hacen.
El nuevo presupuesto que ha sido aprobado durante esta semana, está enfocado en resolver de manera parcial solamente las necesidades inmediatas del pueblo, alimentarlo de manera inmediata sin prever los días futuros que se avecinan y que, ante este panorama se esperan mayores carencias.
Por un lado, las propuestas de reserva iban encaminadas a numerosas cuestiones que desde el punto de vista de la oposición son prioritarias para la población mexicana. ¿Pero a qué cuestiones nos referimos? El poder contar con mayor dinero para fortalecer a los cuerpos de seguridad locales, en vez de destinar ese dinero a programas fallidos como “Sembrando Vida” o las famosas “becas” llamadas “Jóvenes Construyendo Futuro”.
Programas que, según la Auditoría Superior de la Federación, cuentan con numerosas irregularidades, entre las que destacan la falta de comprobación de más de 1,800 millones de pesos, en el programa Sembrando Vida.
Destacan los recortes en programas destinados al campo, programas destinados a la ciencia, tecnología e innovación y principalmente en la falta de fortalecimiento de las policías locales, cuando Tijuana es el municipio con mayor índice delictivo del país, y en la lista de los 25 municipios con mayor incidencia delictiva del país, Baja California cuenta con 4, es decir, Tijuana, Ensenada, Tecate y Mexicali.
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