Ciertamente, vivimos en un país donde existe la democracia y por la que el pueblo elige libremente a sus representantes para los diferentes niveles de gobierno por un determinado tiempo, y donde estos a la vez se comprometen a servir y llevar bienestar social a las familias mexicanas. Planteando así las cosas, todo estaría bien y las cosas marcharían por buen camino.
Pero la realidad nos ha dicho y demostrado lo contrario, pues una vez que llegan los políticos al poder gubernamental, las cosas cambian. Se ha demostrado durante años, cómo en México han gobernado diferentes partidos políticos y cada uno ha marcado la ruta de trabajo o estrategia política y económica que llevará a cabo para mejorar la situación del país, tres de distintos colores e ideologías, pero al final iguales todos en una sola cosa: servirse del poder, aunque el país se desborde en la miseria y la pobreza.
Frente a esta ambición, vemos a todos los partidos empezando una campaña política anticipada donde se gastan miles y miles de pesos en publicidad, obviamente dinero que es de todos lo mexicanos y no de su bolsa como suelen decirlo. Y todo para retener el poder donde ya se tiene y para conquistar los puestos que más puedan.
Pero los mexicanos no debemos olvidar lo que está pasando el país, se ha pasado de un gobierno con la consigna de “primero los pobres” al gobierno más violento de la historia de México. Pues los índices de violencia se han disparado en comparación a los sexenios anteriores, es donde ha muerto mucha gente inocente por la política fallida de abrazos y no balazos, donde la salud de los mexicanos no es prioridad para el gobierno, donde la educación cada día es más decadente y donde no hay dinero para que se construyan obras y servicios tan elementales como el agua potable, drenaje, luz eléctrica, pavimentación de calles y caminos.
Por todos estos malos gobiernos, la población mexicana sigue sufriendo y padeciendo los estragos de la pobreza. En México no existe un partido político que sea verdaderamente del pueblo, creado con una sola ideología, donde se distribuya equitativamente la riqueza que se produce por todos los mexicanos, donde la salud sea de calidad y para todos, donde se aplique el dinero de todos en obras y servicios dando prioridad donde más se requiere, donde exista una verdadera política de estrategias para erradicar la miseria y la pobreza en la que se encuentra nuestro país, pues está claro que con las migajas que se le da a la gente nunca se logrará un cambio radical.
Mientras esto no suceda las cosas seguirán empeorando cada día más, pues seguirán gobernando los mismos, aunque sólo se cambie de color, el interés es el mismo: seguir velando por sus propios intereses y no por los de todos como dicen.
Por eso urge que se cree el partido de todos los desprotegidos de este país, tarea en la que deben incluirse todos a los que verdaderamente se interesen en cambiar la situación de raíz, aún y cuando la tarea no será fácil pero no imposible; cuando se entienda lo importante y urgente que es, las cosas se harán con mayor convicción.
Mientras eso se logra, la clase trabajadora debe buscar la unión y la lucha de todos para poder conquistar una patria más justa y noble, con mejores condiciones de vida; los mexicanos no tenemos de otra.
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