En estas fiestas decembrinas, impulsemos la vanguardia de la clase trabajadora.
ESTIMADOS COMPAÑEROS: Como seguramente nos hemos dado cuenta, en nuestro país y en el mundo las fiestas decembrinas, no solo debido a la publicidad oficial o mercantil, sino como parte de nuestra cultura las consideramos como un periodo lleno de convivencia entre nuestros seres queridos más cercanos, en un ambiente donde las familias y viejos amigos intercambian regalos, disfrutan algunos platillos y algunas bebidas. Obvio, no faltan los buenos deseos y propósitos para el año que viene.
Me dirijo a ustedes sobre todo para desearles que la pasen de lo mejor en estos festejos de navidad y año nuevo, de acuerdo con sus posibilidades económicas y de salud. Pero al igual que en ocasiones anteriores los llamo a que aún bajo el influjo del espíritu navideño, además de conminarlos a acatar los respectivos protocolos sanitarios, teniendo en cuenta que en estos momentos se está afrontando la nueva variante del Covid-19, no perdamos de vista la terrible realidad que estamos viviendo la inmensa mayoría de los mexicanos. Este año se ha extendido la brecha de la desigualdad social en México; se han evidenciado aún más la pobreza, el hambre y las dificultades para sobrevivir.
Desde hace algunos meses se escucha que tan solo la cena de Navidad en 2021 será la más cara de los últimos 11 años. Así lo apuntan los precios de los productos usados en las recetas tradicionales navideñas, que fueron afectados por la inflación al cierre del año. Por ejemplo, el Índice Nacional de Precios al Consumidor informó que los árboles de Navidad tuvieron un incremento del 200%; además de los precios tan altos de la canasta básica.
Organizaciones de comerciantes en México advirtieron que el precio de esta cena de Navidad verá un incremento considerable este año, llegará a tener un aumento de entre el 27 y 30%, esto fue con base a un estudio de mercado. Estos gastos únicamente serían en la cena navideña sin contar regalos o juguetes que también serán un gasto extra a la cena.
Pero debemos destacar que, pese al marco que existe en este periodo abiertamente consumista, las fiestas decembrinas pueden verse como una buena oportunidad de acercamiento no solo a nuestros familiares, sino a otras personas para hacerles ver que en nuestro país existe una gran desigualdad tanto económica como social porque el desempleo, la pobreza y la marginación se siguen agudizando y por tanto el festejo navideño es desigual para todas las personas, pues depende de su situación económica.
Muchos niños no van a tener regalos de fin de año ni de Reyes. Como ha sido a lo largo del año, en esta época hay familias que se irán a la cama sin un pedazo de pan, con la incertidumbre de si podrán conseguir alimentos para seguir sobreviviendo al siguiente día.
Con este breve balance que me permití hacer con motivo de estas fiestas decembrinas, se puede afirmar que el 2021 ha sido el año en donde el sistema económico neoliberal que prevalece en nuestro país ha evidenciado aún más su verdadero rostro, su mal funcionamiento. Los festejos decembrinos no son una excepción, los trabajadores y trabajadoras siguen siendo explotados en épocas navideñas, se sigue incrementando la desigualdad y cada vez más mexicanos están cayendo en la pobreza.
Este año, evidenció que México está afrontando las consecuencias de una crisis económica que está llegando a límites sumamente deplorables, con una inflación del 7.37%, la peor cifra en 20 años, donde las primeras víctimas son los pobres. Más que otros años, el 2021 dejó en claro que las “ayudas” oficiales son una forma de caridad, más que nada son una herramienta para apaciguar el descontento de la población y disminuir su impacto restando fuerzas a la conciencia de clase tan necesaria en estos tiempos de decadencia del neoliberalismo imperante en México y el mundo.
Lo anterior, nos obliga a los Antorchistas a acelerar nuestra lucha por un mundo mejor. Por lo que les reitero el llamado para que con todas nuestras fuerzas impulsemos la construcción de la vanguardia de la clase trabajadora. Aprovechemos esta época del año para seguir construyendo la verdadera solidaridad y la unión entre los que con su trabajo diario crean la riqueza de este país. Porque sólo con esa solidaridad, reflejo de una participación consciente, auténtica y decidida entre la clase trabajadora, podremos emprender acciones para un cambio social en nuestro país y tener motivos reales para celebrar algo en los próximos festejos navideños. En estas fiestas decembrinas, impulsemos la vanguardia de la clase trabajadora.
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