Veracruz es gobernado desde diciembre de 2018, por Cuitláhuac García Jiménez. Según la biografía de este gobernante, su filiación política es de izquierda. Comenzó su militancia en el Partido Mexicano Socialista (PMS), luego fue integrante del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y, desde 2013, es miembro fundador del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) en Veracruz.
Dicha filiación debería reflejarse, en los hechos, en el proceder político de este señor, actuando como demócrata tolerante, negociador, respetuoso de quienes no piensan como él. Sin embargo, se ha revelado como un auténtico fascista. En lo que va de su gobierno, se ha caracterizado por su intolerancia y persecución contra quienes no coinciden con su modo de hacer política, o contra quienes se atreven a revelar su falta de resultados.
El periódico electrónico e-veracruz.mx revela que existe una lista de 20 políticos detenidos durante la presente administración, en dicha lista hay periodistas, exalcaldes, regidores y exfuncionarios de administraciones pasadas. La mayoría de ellos con prisión preventiva oficiosa esperando que un juez determine su situación jurídica, ya que los delitos que destacan son ultrajes a la autoridad y abuso de confianza.” ¡Ultrajes a la autoridad!, ¿quién puede atreverse a ultrajar a la autoridad? Nadie, el concepto es simplemente un eufemismo; en realidad, son presos de conciencia, presos políticos.
En este contexto se puede ubicar la persecución en contra del Ing. Samuel Aguirre Ochoa, líder de los antorchistas veracruzanos. Este líder, conocido y reconocido en todo Veracruz como un hombre inteligente, honrado y siempre pendiente de las necesidades de los más humildes, encabezando sus peticiones a los distintos niveles del gobierno, ha sido señalado por Cuitláhuac García como su principal enemigo.
Para echarle el guante, no duda en fincarle cualquier delito. En este caso, lo acusa de venta fraudulenta de un predio. Pero esa venta, como se puede ver en la tenebrosa historia que hemos conocido a través de algunos medios informativos, al no encontrar por ningún lado indicios de que Samuel incurra en un fraude de este tipo, le inventaron un “apoderado legal” quien, con documentos apócrifos (¡Avalados por un Notario Público!), donde la fotografía y la credencial del INE son falsos, ha vendido y vuelto a vender un terreno que sí es del Ing. Samuel Aguirre, debidamente registrado desde 1988, en el Registro Público de la Propiedad.
El resultado, hasta el momento, es que al Ing. Samuel Aguirre lo busca la “justicia” de Veracruz para que responda por el fraude.
No podemos ser ingenuos: a Samuel Aguirre lo persigue Cuitláhuac García, porque se ha atrevido a denunciar la falta de resultados del gobierno. Ha denunciado el fracaso de la política morenista en Veracruz, comprobado en la falta de atención a las necesidades que año tras año han planteado los humildes, los de abajo, los generadores de la riqueza, entre quienes afecta con más rigor la pobreza.
Sólo unos datos nos revelarán la realidad de los pobres en Veracruz: al segundo trimestre del 2021, el porcentaje de veracruzanos en el empleo informal es del 71.5 por ciento, o sea, la inmensa mayoría sobrevive como puede, sin ningún tipo de ayuda por parte del gobierno “izquierdista”. Pero eso sí, a los líderes que se atreven a protestar, ¡cárcel!
Conclusión. Los líderes del Movimiento Antorchista son líderes forjados en la lucha cotidiana del pueblo de México, sus propósitos son claros: la defensa, organización y educación política de la clase trabajadora. Su vida es muy valiosa, porque representa la conciencia revolucionaria de los desheredados. Defenderlos de los malos gobernantes es una obligación del pueblo. No dejemos solos a Dimas en Oaxaca ni a Samuel en Veracruz. ¡Los malos gobernantes, como Alejandro Murat y Cuitláhuac García, no ganarán!
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