MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Totolapan sitiado por el Mando único: Graco y corifeos imponen su ley a sangre y fuego

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Como es ya del conocimiento público, el pueblo de Totolapan vive días aciagos bajo la bota y la macana del Mando único porque los totolapenses se han atrevido a decir ¡Basta de mansedumbre!, y hoy saben alzar la voz cuando se violan sus derechos fundamentales. Tanto el gobierno perredista de Graco como el municipal, a cargo de una tal Chuy Vital, cortados con la misma tijera siniestra y golpeadora, han querido imponer su ley del más fuerte, sin importar para nada la voluntad mayoritaria del pueblo, para dirimir un problema tan simple como la verificación de unos túneles, los cuales presumiblemente pudieran tener vestigios arqueológicos, antes de continuar con el proyecto del mercado municipal. A esa simple demanda se ha sumado Antorcha, por petición del grupo que inició la lucha. El antecedente viene de octubre pasado cuando la presidenta, con apoyo de un grupo porril de Nepopualco, arremetió contra una comisión de vecinos que demandaban su intervención en el asunto señalado, cuyo saldo fue de varios heridos de gravedad. Por la presión y la denuncia de los pobladores y con el apoyo de Antorcha se llegó al acuerdo de que una instancia seria y especializada hiciera un estudio del lugar. Por eso, mediante convenio, el Instituto de Geofísica de la UNAM realizó el estudio, el cual recomendó hacer un pozo de exploración para corroborar si la existencia de unas cavidades detectadas se debía a la mano del hombre o la naturaleza. Desde marzo pasado, cuando ya se contaba con el estudio referido, la presidenta ha hecho oídos sordos a varias recomendaciones y, finalmente, el pasado viernes, con un aparatoso dispositivo policíaco, con granaderos armados hasta los dientes, en una vil provocación al pueblo, entraron con máquinas al predio en disputa y empezaron a tirar las bardas que lo rodeaban.

A pesar de las denuncias oportunas en medios de comunicación a nuestro alcance, ninguna autoridad de gobierno quiso intervenir para evitar cualquier situación que pusiera en peligro la vida de los vecinos, muy por el contrario se dejó correr el tiempo con toda intención para que llegara la noche y, entonces sí, encender la mecha con cualquier pretexto; una comisión de pobladores, con el acompañamiento del párroco del lugar, intentaron infructuosamente convencer a la señora presidenta y los mandos que venían al frente del operativo de que se retiraran, lo mismo haría la gente; sin embargo, nunca dieron la orden de retirada y las consecuencias lamentables ya se conocen: heridos, encarcelados, daños a viviendas y vehículos, etc.

El plan siniestro de Graco y sátrapas era evidente: aguantar, prender la mecha y después culpar al Movimiento Antorchista del zafarrancho, en particular a sus principales líderes y así, con trampas legaloides, sacar de la jugada a Antorcha, ni más ni menos. Al día siguiente, sábado por la mañana, en conferencia de prensa, el secretario de gobierno, Matías Quiroz, acusó, sentenció y dio la orden de poner prácticamente tras las rejas a los dirigentes de Antorcha, con el consabido acompañamiento de una campaña costosísima de medios, digna de mejor suerte, propio de régimenes dictatoriales, para echar humo en los ojos de la opinión pública y que ésta avalara tan burda maniobra.

Y las preguntas obligadas, que se desprenden de lo dicho, saltan a la vista: ¿Quiénes y por qué enviaron el mando único para ensañarse contra el pueblo pacífico de Totolapan? ¿Por qué callan muchas de las organizaciones que dicen defender los derechos humanos ante la brutal represión? ¿Por qué se incrimina a Antorcha en un asunto que tiene ya trazada una salida negociada y que no se cumple porque la autoridad no quiere? ¿Qué oscuros intereses se esconden, tras el proyecto del mercado, para no resolver la simple petición de los pobladores? ¿Será que la autoridad ya sabe que sí existen los túneles y vestigios arqueológicos, y tiene miedo que se suspenda un jugoso negocio que hay tras bambalinas? La respuesta, a cada una de estas preguntas, irá arrojando luz del verdadero fondo de la cuestión, con el paso de los días se sabrá la verdad aunque el gobierno trate de ocultarla.

Lo que sí queda claro es que hay una perversa intención del gobierno perredista de Graco de acabar con una organización limpia y honesta, al servicio de los pobres de Morelos, misma que no se le ha cuadrado ni se le cuadrará, a pesar de todas las tropelías, chicanas legaloides y planes siniestros que salgan de las goteras del Mando único y de las cloacas perredistas. Ya lo dijo el poeta: El ave canta, aunque la rama cruja, como que sabe lo que son sus alas.

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