Desde la aparición del hombre en la faz de la tierra, siempre ha tenido que enfrentarse a las fuerzas de la naturaleza, muy superiores a él e impredecibles las más de las veces.Han pasado más de dos mil años desde que los primeros hombres ya sufrían los efectos de terremotos, sismos, huracanes, ciclones, tsunamis, etc.Los avances científicos y tecnológicos han permitido encontrar formas de advertir sobre la aparición de algunos de estos fenómenos, se han creado ramas de la ciencia enfocadas a formar profesionales capaces de conocer de manera precisa cómo se originan y sus efectos sobre quienes habitan los lugares que impactan; así como creados aparatos capaces de detectar dónde surgen, a qué velocidad viajan, su dirección e intensidad.Todos estos avancen no han logrado evitar cada año, que miles de seres humanos estén expuestas a sufrir los embates de la naturaleza en diferentes formas.
Es por eso que los Gobiernos de los distintos países, han tenido que implementar medidas para amortiguar los efectos de los diversos fenómenos naturales sobre la población y su economía.Un ejemplo de medidas exitosas lo podemos ver en Cuba, que lleva más de 50 años un proyecto que se denomina Defensa Civil, un sistema de medidas de defensa que se ha puesto en práctica en tiempos de paz, con el objetivo de proteger a la población y la economía nacional de los efectos de los desastres naturales y otras catástrofes.El sistema funciona en todo el país y refuerza las labores de reparación urgente, búsqueda y rescate de en los núcleos de contaminación o destrucción, este sistema lo ejecuta el Estado Mayor de Defensa Civil, que es el responsable del cumplimiento de las medidas de defensa civil y de la coordinación de los programas de ayuda y la colaboración internacional en casos de catástrofes.Desde su creación la Defensa Civil ha logrado: considerable disminución de daños económicos, considerable disminución de muertes debidas a desastres, edificios seguros para resistir catástrofes, desarrollo económico más sostenible y proyectos de urbanización menos vulnerables; además, el proyecto representa considerable ahorro de recursos para el país, debido a la prevención y gestión de desastres, se apoya en la estructura legal, completa del país, basada en leyes, reglamentos y normativas, se ha mantenido por más de cinco décadas con logros crecientes y sobresalientes.
México está altamente propenso a fenómenos geológicos e hidro-meteorológicos, porque está catalogado como uno de los de mayor actividad sísmica del mundo, en nuestro suelo suceden anualmente, más de 90 sismos con una magnitud de 4 o más grados en la escala de Richter; alrededor del cuarenta por ciento de nuestro territorio y más de 30 millones de mexicanos están expuestos a tormentas tropicales, huracanes y ciclones, ambas condiciones acarrean pérdida de vidas humanas, de viviendas, de escuelas, de infraestructura carretera, de zonas de cultivo, etc.Hasta 1995 en nuestro país no existía ningún plan federal que atendiera a la población en momentos de desastres naturales, debido a lo cual los Gobiernos municipales y estatales se veían rebasados para atender las situaciones de emergencia debida a los efectos de los fenómenos naturales, los afectados por estos desastres no solo sufrían al momento de recibir el impacto de terremotos o huracanes, sino que debían sufrir porque debía reparar los daños y como decimos "rascarse con sus propias uñas", no había posibilidades de recibir apoyo gubernamental.Fue hasta 1996 que se constituyó del Fondo de Desastres Naturales (FONDEN), bajo la figura de fideicomiso, con el propósito de atender la población damnificada, así como los daños ocasionados por los siniestros, sin afectar o alterar los recursos para operar programas normales de las dependencias de la Administración Pública Federal.El FONDEN fue originalmente creado como un programa dentro del Ramo 23 del Presupuesto de Egresos de la Federación, y se comenzó a ejecutar en 1999 cuando se emitieron sus primeras Reglas de Operación.
En los 25 años que han transcurrido desde su creación el Fondo de Desastres Naturales (FONDEN) ha sido utilizado para destinar recursos extraordinarios a los municipios o estados impactados por desastres naturales, los cuales de acuerdo a las reglas de operación del programa debían solicitar que la declaratoria de emergencia, una vez aprobada dicha declaratoria se procedía a entregar recursos para reubicar a familias en zona de riesgo, a reparar viviendas, enseres domésticos, reconstruir o rehabilitar escuelas, hospitales, carreteras, cosechas pérdidas, etc.Por ejemplo, del FONDEN se destinaron recursos para atender a damnificados del sismo de magnitud 8.2 sucedido en septiembre de 2017, con epicentro en Juchitán, Oaxaca, considerado el mayor registrado en un siglo; también para atender a los más de 500 mil afectados por inundaciones en Tabasco en 1917.
Mientras escribo estas líneas, plasmando mis reflexiones, las redes sociales se inundan de noticias oficiales y no oficiales, sobre dos eventos que están sucediendo en lugares distantes entre sí, pero estrechamente vinculados; por un lado, la evolución de la tormenta tropical Gamma a huracán Delta, el cual impactará Quintana Roo, entre Cancún y Puerto Morelos, la velocidad de sus vientos lo clasifica como de categoría 4, altamente peligroso por sus efectos dañinos; por otro lado, las airadas discusiones que se llevan a cabo en la Cámara de Diputados donde la mayoría de diputados federales salidos de las filas morenistas, pretenden ganar la votación para aprobar la desaparición de 109 fideicomisos, con el argumento de que el manejo de los recursos de los fideicomisos da pie a corrupción y desvió de recursos.Uno de los fideicomisos que se pretende desaparecer es precisamente el FONDEN.
No puedo dejar de pensar que el Gobierno de la llamada Cuarta Transformación, con Andrés Manuel López Obrador a la cabeza está dejando a los pobres a su suerte ante los embates de la naturaleza, el Gobierno que no se cansaba de decir que "primero los pobres", no le importa dejar sin posibilidades de recibir apoyo a miles de personas en riesgo de verse afectadas por catástrofes naturales.En lugares como el municipio de Benito Juárez, donde se ubica Cancún, uno de lugares más afectados por el paso del huracán Delta, hay 138 asentamientos irregulares donde viven más de 80 mil personas, en su mayoría desempleados a raíz de la crisis sanitaria y económica derivada de covid-19, al desaparecer el FONDEN, y es muy probable que así sea, ya no podrán tener la mínima posibilidad de apoyo para reparar cualquier daño a sus precarias viviendas y bienes.Tampoco tendrán posibilidad de recuperar la perdida de sus cosechas los campesinos afectados por las intensas lluvias provocadas por la tormenta tropical Cristóbal, a su paso por los municipios de Felipe Carrillo Puerto, José María Morelos y Othón P.Blanco, a quienes se les adeudan 240 millones del FONDEN, si este desaparece.
Si bien es cierto, en las más de dos décadas que han trascurrido desde su creación, el FONDEN, no ha sido la panacea para resolver los problemas derivados de eventos catastróficos y seguramente no estuvo exento de actos de corrupción, la 4T comete un error garrafal al aprobar desaparecerlo, junto con los otros 108 fideicomisos, como diría la sabiduría popular "es tirar al niño con todo y el agua sucia de la bañera"; porque dejará completamente en abandonados a su suerte a quienes en el futuro sean damnificados por movimientos telúricos o por vientos huracanados a grandes velocidades, o por intensas lluvias, en todo caso debiera tomar medidas para corregir su mal funcionamiento, debiera voltear a ver la experiencia de los países que han tenido éxito en proteger a su población y a su economía de los efectos de desastres naturales, como el caso de Cuba descrito líneas arriba.
Pero a la AMLO y la 4T, lo que menos le interesa es evitar sufrimientos al pueblo trabajador, por eso con la mano en la cintura, aprovechando que son mayoría en las cámaras, buscan desaparecer el FONDEN y otros 108 fideicomisos, para hacerse de 68,000 millones de pesos y tapar el gran boquete que tienen en los ingresos de este año, drásticamente disminuidos por la caída de menos 10% del PIB nacional, les urgen esos miles de millones para garantizar la compra de votos a través de sus programas de transferencia directa, y garantizar los votos en la elección del 2021; su preocupación es ganar las elecciones y no les importa dejar sin recursos a quienes son beneficiarios de los fideicomisos que pretenden desaparecer, empezando por los damnificados por algún desastre natural, pero no solo a ellos, sino también a los científicos, a los atletas paralímpicos, a los cineastas, a los deportistas de altos rendimiento, a los familiares de enfermos de cáncer, a los periodistas, los defensores de derechos humanos, entre otros.Ante este golpe artero, con alevosía y ventaja de la 4T contra el pueblo de México, la única respuesta correcta es crear un frente nacional para defender nuestros derechos plasmados en la Constitución, para no permitir que un Gobierno enemigo del pueblo trabajador como es la 4T se perpetúe en el poder, ni un voto a Morena en las próximas elecciones.
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