El reciente paso del huracán “Otis” por Guerrero ha dejado a su paso una estela de destrucción, no sólo en términos económicos e infraestructurales, sino también en el ámbito educativo. El estado, ya de por sí aquejado por un elevado rezago educativo, se enfrenta ahora a una emergencia que pone en riesgo el futuro académico de miles de estudiantes. Sin embargo, la respuesta de las autoridades, incluyendo al partido gobernante, Morena, ha sido insuficiente y carente de una estrategia clara.
La Secretaría de Educación de Guerrero (SEG) anunció el retorno gradual a clases en Acapulco, pero la falta de una estrategia clara para la reincorporación a las actividades educativas ha llevado al Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) a alertar sobre el riesgo del 70 % de los estudiantes de sufrir rezago educativo. Esta falta de planificación se traduce en una amenaza directa para el desarrollo académico y futuro profesional de los jóvenes afectados.
El secretario de Educación en Guerrero, Marcial Rodríguez Saldaña, ha señalado la realización de evaluaciones en escuelas afectadas, pero la respuesta parece centrarse principalmente en Acapulco y Coyuca de Benítez, ignorando la magnitud del problema en los demás municipios afectados. Este enfoque limitado demuestra una falta de visión integral por parte de las autoridades educativas.
El IMCO ha advertido sobre la ausencia de actividades específicas y presupuesto en el Plan General de Reconstrucción de Guerrero para abordar la restitución de la educación en lugares afectados por el huracán. Esta omisión evidencia la falta de compromiso real con la educación y el bienestar de los estudiantes, especialmente en una entidad que ya presentaba bajos índices de escolaridad.
Morena y su líder, el presidente Andrés Manuel López Obrador, han fallado en brindar una respuesta efectiva ante esta crisis educativa. La falta de una estrategia clara y medidas concretas para abordar la reconstrucción de las escuelas afectadas pone en evidencia la negligencia de las autoridades, poniendo en riesgo el futuro de toda una generación de estudiantes guerrerenses.
El reciente paso del huracán “Otis” por Guerrero ha dejado a su paso una estela de destrucción, no sólo en términos económicos e infraestructurales, sino también en el ámbito educativo.
Evelyn Salgado Pineda, actual gobernadora de Guerrero y miembro de Morena, también está bajo escrutinio por su falta de acción en esta emergencia educativa. La atención insuficiente a la magnitud del problema y la falta de un plan integral para garantizar la continuidad del aprendizaje demuestran la falta de liderazgo y compromiso con la educación de la juventud guerrerense.
Además, la alcaldesa de Acapulco, Abelina López Rodríguez, también ha quedado en deuda al no centrar los esfuerzos en evaluar y abordar las necesidades educativas de todos los municipios afectados. Su enfoque limitado sólo en Acapulco y Coyuca de Benítez refleja una falta de comprensión de la magnitud del desafío educativo que enfrenta toda la región.
La falta de una estrategia integral y la omisión en la evaluación de la totalidad de las escuelas afectadas ponen en grave riesgo el futuro educativo de los estudiantes guerrerenses.
Es imperativo que Morena, Evelyn Salgado Pineda, Andrés Manuel López Obrador y Abelina López, alcaldesa de Acapulco, tomen medidas inmediatas y efectivas para evitar que esta crisis educativa se convierta en una catástrofe irreversible. La educación de los jóvenes guerrerenses merece una atención prioritaria y acciones concretas, no sólo promesas vacías y omisiones irresponsables.
Que no se nos olvide, compañeros y amigos guerrerenses, que Morena nos olvidó al aprobar el PEF 2024, dejando sin recursos a miles de habitantes afectados por el huracán “Otis”. Como lo dije y lo dijeron varios compañeros, nos vemos en las urnas en 2024.
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