Tras un receso obligatorio debido a la pandemia que, en nuestro país se perpetuar a causa del COVID-19. El Movimiento Antorchista Nacional ha anunciado ya la edición número XXI de la Espartaqueada deportiva Nacional. Un evento más que esperado por el pueblo pobre de México y que demuestra el favor de convocatoria, disciplina, cultura y fraternidad que tiene el Movimiento Antorchista.
Corría el año de 1974, cuando un Aquiles Córdova Morán al que habían sacado de manera complemente ilegal de la Universidad Autónoma Chapingo, por su labor de educación y concientización del pueblo y la edificación de lo que hoy es la UACh; tuvo que tomar una decisión que cambiaría no solo su vida, sino hoy también la de más de 2 millones de mexicanos agremiados ya en el Movimiento Antorchista.
Rompiendo con la herencia casiquil que existía en Tecomatlán, el Ing. Aquiles Córdova Morán, acompañado de un grupo de personas que, apenas hubiese sido contado con las palmas de la mano materializó la tea luminosa que, hasta hoy día guía el porvenir de los pobres de nuestro país. Así, es chispa de hombres valientes y decididos se transformó en la Antorcha que hoy a alumbrado el camino de tantos y tatos hombres humildes en los distintos estado y municipios en los que ha podido llegar un antorchista.
Desde el principio, se planteó como un eje indispensable y fundamental, la práctica de la cultura y el deporte dentro de nuestras filas, para crear un hombre nuevo, valiente, culto, capaz de tomar partido por sus semejantes y, al mismo tiempo orgulloso por sus raíces, por su pueblo y por su patria, haciendo caso al espíritu reivindicador que el deporte y la práctica artística juegan hoy se practica el deporte en todos nuestros frentes, grupos y colonias, que llegan a su síntesis en las Espartaqueadas deportivas de cada dos años en la cuna del Antorchismo nacional, Tecomatlán.
“La Espartaqueada nació de manera espontánea en 1985, en Cuautitlán Izcalli, Estado de México, cuando varios jóvenes antorchistas se encontraban en una protesta estudiantil. Con ese antecedente, en 1987 surgió la inquietud de ir cultivando, poco a poco, el arte y el deporte; fue así como se decidió la creación de la Espartaqueada, con la idea de hacer estos encuentros culturales y deportivos” así describe el nacimiento de las Espartaqueadas el ingeniero Juan Celis Aguirre, presidente de la Comisión Cultural Nacional. Y así, de lo que pudo haber sido sólo un fenómeno más de los que a diario asaltan a nuestra realidad, se edificaron las pruebas deportivas y culturales más grandes del país. En las que, cabe destacar, ningún premio se otorga en efectivo sino solamente con un reconocimiento simbólico a la labor y esfuerzo de los competidores. Posteriormente gracias al ejemplo de Espartaco, aquél gladiador que libertó a los esclavos romanos y a Esparta, la ciudad capital de la cultura, las artes y el deporte en Grecia, se crearon “Las espartaquedas” que alternadamente se celebra, la una un año y la otra al siguiente. Y a las que tuvimos que remitirnos al formato virtual durante la pandemia.
“Para Antorcha el deporte es fundamental para coadyuvar a la formación del hombre nuevo, del mexicano recio, inteligente, culto, progresista y patriota, al mexicano no acomplejado ante los poderes extranjeros, sino orgulloso y seguro del destino de México, al mexicano que pueda construir esa patria poderosa, vigorosa y justa que queremos para todos nosotros.
El deporte es el cincel con el que va a cincelarse, tarde o temprano, la imagen del nuevo mexicano. El deporte educa la voluntad, pone los nervios de acero, educa a la mente, enseña al individuo a concentrarse y a encontrar respuestas rápidas, sobre todo en los momentos de peligro. Por esta visión de la cultura y el deporte los antorchistas organizamos encuentros culturales que alternamos cada año con encuentros deportivos denominados ambos Espartaqueadas donde reunimos a miles de jóvenes y adultos que conocemos en las colonias, pueblos y escuelas con las que tenemos contacto, los cuales despliegan su talento en las disciplinas deportivas y en artes como danza, canto, baile regional, teatro y poesía”. Así lo dicta nuestra visión acerca del deporte.
Estamos a sólo 2 días de volver a encontrarnos, de saludar fraternamente a todos los compañeros a nivel nacional, que comparten junto con nosotros los mismos ideales de lucha y que, aunque separados por la contingencia, seguimos unidos por el mismo ideal. Sigamos juntos, compañeros y disfrutemos de esta justa deportiva que demuestra el gran valor que tiene el Movimiento Antorchista. ¡Chiapas estará presente y vamos con fuerza y decisión!
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